La organización Yupendii donó al Zoológico de Chapultepec un leopardo de las nieves de dos años de edad, especie considerada en peligro de extinción y con el cual comenzará un programa de reproducción y conservación.
La Secretaría del Medio Ambiente local (Sedema) resaltó que para generar conciencia en la sociedad sobre la conservación de ese animal, se lanzará una convocatoria para buscarle nombre al nuevo ejemplar, por medio de la página www.sedema.df.gob.mx
A partir de hoy, el leopardo de las nieves podrá ser visitado en su nuevo albergue ubicado en el Bioma de Bosque Templado del Zoológico de Chapultepec, el cual abre sus puertas de martes a domingo entre 09:00 y 16:30 horas; la entrada es gratuita.
En un comunicado añadió que con el nuevo integrante del parque también se desarrollarán programas educativos, campañas de difusión, proyectos de investigación y un programa de educación ambiental en zoológicos de la ciudad de México, para destacar la importante labor de preservación.
La dependencia destacó que el leopardo de las nieves es una especie con un alto valor biológico; se calcula que su población mundial es de más de seis mil ejemplares, por lo que se considera en peligro de extinción por la pérdida de su hábitat y la cacería furtiva.
Esa especia habita principalmente en montañas y bosques de coníferas de Asia Central, de donde es originario; en verano prefieren los lugares montañosos y altos, mientras que en invierno pueden descender en busca de presas. Son generalmente solitarios, aunque permiten la presencia de otros individuos de la misma especie.
El leopardo de las nieves tiene, además, una longitud de cabeza a cuerpo de uno a 1.3 metros y una cola de 80 a 100 centímetros; el peso de los machos es de 45 a 55 kilogramos, mientras que el de las hembras oscila entre los 35 y los 40 kilos.
De pelaje largo y grueso (en el abdomen crece hasta 12 centímetros), su coloración es gris pálida con algunos tintes amarillentos y presenta rosetas y manchas oscuras en los flancos y la cola.
Llegan a vivir hasta 21 años y se alimentan de presas de todo tipo, como venados, cabras silvestres, marmotas, conejos, ardillas e inclusive aves, detalló la Sedema en su texto
vía Notimex