Tal parece que los habitantes de Tula de Allende aprendieron, a la mala, y no están dispuestos a correr el riesgo de sufrir inundaciones como las del año pasado; por lo que ya empezaron la evacuación de sus viviendas.
El Río Tula comenzó a registrar un incremento en sus niveles de agua después de 24 horas continuas de lluvia y los pobladores no se la pensaron dos veces para desalojar sus viviendas ante el temor de una eventual inundación de la región.
Fue en septiembre de 2021 cuando el río que atraviesa la comunidad de Tula de Allende se desbordó, inundando varios municipios de la región, lo que obligó a evacuar a más de 10 mil habitantes que quedaron a merced de la corriente furiosa.
El agua en las calles provocó el colapso del sistema eléctrico de un hospital del IMSS en la zona, causando la muerte de 16 pacientes, la mayoría conectados a respiradores por presentar complicaciones derivadas de su infección a Covid-19.
Casi un año después, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) advirtió que las lluvias aumentarán durante las próximas 72 horas. Sin pensarlo dos veces, los pobladores comenzaron a desalojar sus viviendas.
Durante el 6 y 7 de septiembre de 2021 más de 30 mil viviendas fueron afectadas por el desborde del Río Tula, la mayoría de ellas ubicadas en zonas marginadas.
“Tenemos miedo a volvernos a inundar, nadie nos dijo que desalojáramos, solo que estuviéramos en alerta, pero si se desborda no nos dará tiempo de sacar nuestras cosas”, dijo una mujer en entrevista para La Silla Rota.
Es cierto, el gobernador Omar Fayad solo pidió a la población “mantenerse informada a través de fuentes oficiales de comunicación”.
En videos e imágenes que circulan en redes sociales se aprecia a pobladores cargar
sus pertenencias a camionetas, subiendo sus artículos preciados a las azoteas: no están dispuestos a perderlo todo otra vez.
Hasta el momento el Río Tula presenta un cauce de 100 metros cúbicos por segundo, cuando su capacidad máxima de captación es de 250 metros cúbicos por segundo, por lo tanto, la alerta de riesgo por desborde no se ha activado.
Lo que sí se está haciendo es monitorear ciertos puntos del Río Tula y solicitar a la población evitar el cruce de cauces de agua, mantener limpias las coladeras, abrigarse y tener documentos y una mochila de emergencias a la mano.
Pero los habitantes de Tula de Allende no confían en las autoridades y ya iniciaron el desalojo y aseguramiento de sus pertenencias. No quieren pasar otra vez por lo mismo. EJ
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