Hace cuatro años, cuando llegó al Zócalo capitalino ya como Presidente de México, enlistó los 100 compromisos más importantes durante su mandato. El 54, dijo, era la descentralización del gobierno federal.
Las secretarías estarían ubicadas en distintos estados de la República. Pero apenas hace unas semanas, lamentó que el proceso ha sido lento y que sólo se ha logrado avanzar en un 20 % de las mudanzas.
En Campeche, estado que visitó este lunes, correspondía a Petróleos Mexicanos (Pemex), específicamente a Ciudad del Carmen, colocar todas sus oficinas, sobre todo para estar más cerca de los campos petroleros. Pero no esperaba una piedra en el camino más.
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El presidente Andrés Manuel López Obrador quiso darle un jalón de orejas a Octavio Oropeza, por aún no cumplir con el compromiso de mudar todas las oficinas de la empresa productiva del Estado a dicha entidad. Pero la gobernadora Layda Sansores salió en su defensa.
“No se va a poder”, interrumpió la morenista de imponente cabellera rojiza. “¿No se va a poder?”, la cuestionó curioso el mandatario. Y ella tomó el micrófono.
“Es que yo creo que ya está saturado El Carmen. En parte comprendemos a Octavio (Romero). No es que lo quiera defender, porque queríamos que vinieran aquí todas las oficinas, ya trajo gran parte”, decía mientras volteaba a ver a López Obrador. El Presidente la miraba atento, con sonrisa nerviosa.
“Y le preguntaba al presidente municipal y dijo: ‘No, ya que mejor ya no vengan más’, porque están saturados, está saturado el tráfico, el fin, y yo creo que habría que valorarlo, revalorarlo”, pidió la gobernadora.
Sus palabras, sin matices y directas, cayeron como un balde de agua fría al mandatario. Estaba tumbando uno de sus compromisos presidenciales que, de por sí, no ha logrado cumplir a poco menos de dos años de concluir su sexenio.
“Pero la idea es muy buena, aquí vamos a tener mayor movimiento, pero tendrían que hacerse algunas cosas aleatorias”, trató de aminorar el golpe. “Así como está, creo que tiene en parte razón Octavio, que me pague de abogada defensora”, buscó el chiste para sacar una sonrisa.
Pero López Obrador no pensaba ser vencido por el comentario de la mandataria, por lo que continuó con su promesa. “No, no, Octavio. Sí hay forma, tenemos que cumplir con eso, porque la política de Pemex y de Energía en general tiene mucho que ver con el sureste”, lanzó.
Y aunque trató de imponerse, al final cedió. “Es cosa de verlo, pero también, como dice Layda, ver si racionalmente es posible; si ya están saturados pues no. Pero sí tenemos el compromiso con El Carmen”.
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