La halterófila neozelandesa Laurel Hubbard se convertirá en la primera atleta abiertamente transgénero en competir en los Juegos Olímpicos después de que las autoridades deportivas confirmaran este lunes que integrará el equipo de su país.
La jefa del Comité Olímpico de Nueva Zelanda, Kereyn Smith, precisó que Hubbard, de 43 años, nacido hombre pero convertida en mujer, cumple todas las condiciones para la participación de los atletas transgénero.
“Reconocemos que la identidad transgénero en el deporte es un tema altamente delicado y complejo que exige un equilibrio entre los derechos humanos y la ecuanimidad en el terreno”, afirmó en un comunicado.
Hubbard, quien también compitió como hombre, fue reconocida como una atleta femenina después de haber demostrado niveles de testosterona inferiores a los autorizados por el Comité Olímpico Internacional (COI).
Sus detractores estiman, sin embargo, que parte con una ventaja física por haber nacido hombre, en detrimento de las deportistas nacidas mujeres.
Competirá en Tokio en la categoría de más de 87 kg, en la que ocupa el 16º puesto mundial.
Hubbard ha estado fuera de la competición durante mucho tiempo tras haber sufrido una lesión en el codo en los Juegos de la Commonwealth en 2018.