Hace seis semanas adelantábamos que las investigaciones contra el exprocurador Jesús Murillo Karam ya tenían en la mira, como primer paso para cercarlo, a una de sus incondicionales, la exoficial mayor de la entonces procuraduría, Aracely Gómez Molano, contra quien ya se inició un proceso penal. Ahora, los muy bien enterados aseguran que don Jesús es ampliamente investigado por dos compras más, un helicóptero por el que aseguran las acusaciones pagó un sobreprecio de 20%, y por tres drones que compró a una empresa israelí, por los cuales presuntamente pagó un sobreprecio de hasta 25%, unos 50 millones de dólares adicionales. Pero, ¿qué cree? Los problemas no sólo fueron presupuestales, pues nadie pudo echar a volar los equipos no tripulados, porque nadie les dijo que deberían tener un centro de mando y tampoco tenían personal capacitado para operarlos. Oséase, tuvieron que gastar varios millones de dólares adicionales para que en dos tráileres montaran el equipo necesario. A Murillo Karam ya no le tocó verlos despegar y ahora tendrá que defenderse, lo mismo que su equipo.