Si poco se le ve y escucha al titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto, y disminuyeron sus filtraciones a medios de comunicación, no es por falta de interés, sino porque está preocupado. Dicen los que saben que decidió irse con pies de plomo a partir de la denuncia que, a mitad de enero, presentó en su contra el despacho Silvestre Advocats por delitos cometidos por servidores públicos, porque sería el segundo expediente similar que se abre en su contra y que tiene la Fiscalía General de la República, una dependencia en donde no es bien recibido por su titular, Alejandro Gertz Manero. Pero también ha tenido otros problemas al interior del gobierno, donde su jefe, el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, y otros miembros del equipo de confianza del presidente Andrés Manuel López Obrador le han llamado la atención y ya le advirtieron que algunas de sus conductas podrían rayar en sanciones administrativas. Por eso no es raro, aseguran esos conocedores del caso, que se diera la extraña aclaración esta semana de que en las investigaciones aún no se encuentran vínculos entre los Legionarios de Cristo y la exprimera dama Marta Sahagún, quien, por cierto, era amiga de don Gertz.