El recorte de 30% de los recursos que ordenó la titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra, ha paralizado gran parte de las actividades sustanciales del organismo, porque dicen los que saben que se hizo a tabla rasa, sin planificación; y si a eso se le suma que los encargados de cada área están acomodando a sus equipos y despidiendo a los que estaban, hay algo de desorden en la institución, aunque doña Rosario le llama “limpieza”. La última reacción contra los cambios surgió desde el interior, fuego amigo, pues en las redes sociales comenzaron a desprestigiar a algunos de los que forman parte del equipo de la nueva ombudsperson.