Un estudio realizado a más de 500 niños que fueron hospitalizados en Moscú por Covid-19 del 2 de abril al 26 de agosto del año pasado encontró que una cuarta parte de ellos permanecieron con síntomas más leves como dolores musculares, agotamiento físico, falta de concentración y, en algunos casos, dificultad para respirar.
Hasta hace unos meses, las secuelas por Covid-19 se consideraban un fenómeno exclusivo de los jóvenes y adultos; sin embargo, este estudio elaborado por investigadores del Consorcio Internacional de Infecciones Emergentes y Respiratorias Agudas Graves (ISARIC) ofrece una nueva perspectiva que, si bien no es definitiva, sí prueba el impacto que esta enfermedad tiene entre los más pequeños.
A los 518 infantes admitidos en el estudio se les hizo un seguimiento médico entre siete y nueve meses después de salir del hospital, lo que permitió observar que 10% de ellos padecía con frecuencia de fatiga extrema, mientras que 7% tuvo trastornos del sueño y problemas para recuperar los sentidos como el gusto o el olfato.
Los investigadores que realizaron el estudio resaltaron que el síntoma más común entre los niños es la fatiga extrema, ya que 16% de ellos experimenta esta sensación al salir del hospital, y aunque esta cifra se reduce con el paso de las semanas, el 11% aún reporta sentirse agotado hasta siete meses después de superar la enfermedad; algo similar pasa con la pérdida del olfato, ya que el 6% de los menores observados no pudo recuperar este sentido por completo.