Las mexicanas suman miles de horas en trabajo no remunerado

2 de Noviembre de 2024

Las mexicanas suman miles de horas en trabajo no remunerado

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La inequidad en el cuidado equivale a 25 semanas de trabajo

La falta de equidad en la distribución del trabajo doméstico en México tiene un impacto negativo en las mujeres de todo el país, quienes dedican cientos de horas para cuidar a otros sin tener una remuneración justa por esta labor, algo que frena su desarrollo e incrementa la brecha de género que impide mejores oportunidades para este sector de la población.

Datos de la herramienta Huella de Cuidados, desarrollada por la organización ciudadana DataCívica, revelan que las mujeres que son madres y tienen una escolaridad básica acumulan hasta mil horas de sobrecarga de tareas de cuidado en un año, una cifra cinco veces mayor que la de un hombre en condiciones idénticas.

Aunque esta proporción de disparidad entre hombres y mujeres se reduce conforme aumenta la escolaridad, las segundas mantienen una sobrecarga de horas dedicadas a este tipo de labores de al menos 33 horas extras en los perfiles con mejores condiciones.

Los autores de la herramienta estiman que se necesitan 84 mil 200 horas de cuidado en el desarrollo de una persona hasta los 15 años, lo que equivale a cerca de una década de tiempo invertido en labores de atención no remuneradas, que generalmente son realizadas por la madre u otra mujer del núcleo más cercano.

En contraste, un hombre con estudios superiores y que tiene hijos pero no vive con ellos realiza 23 horas menos de trabajo doméstico a la semana que una mujer en las mismas condiciones, lo que representa una deuda de 46 días con otras personas que hicieron las labores de cuidado que le corresponden a otros.

La cuota de deuda en este caso equivale a que una persona dejó de cotizar 25 semanas de trabajo en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se perdió mil 124 horas de convivencia con sus amistades, o bien, dejó de ver 562 películas durante todo el año sin recibir remuneración alguna por dichas labores.

La herramienta también permite visualizar la falta de recursos gubernamentales en las tareas de cuidado de la población; por ejemplo, en ningún municipio del país existen estancias suficientes para atender a los menores de 5 años que viven ahí.

Como una forma de contribuir a una distribución más equitativa de las labores de cuidado, los creadores de esta herramienta recomiendan tomar en cuenta la perspectiva de género en la elaboración de políticas públicas que permitan a las mujeres tener más oportunidades de delegar estas tareas que deben ser también remuneradas como un trabajo normal.