Las huellas más antiguas de humanos erguidos

27 de Noviembre de 2024

Las huellas más antiguas de humanos erguidos

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Descubierto en 1976, este rastro no se había considerado porque existía la posibilidad de que hubiera sido dejado por un oso

En 1976, Peter Jones y Philip Leakey descubrieron huellas bípedas en Tanzania, en un primer sitio, llamado A, de una excavación. El lugar tiene 18,400 huellas de animales a las que se les calcula una antigüedad de 3.66 millones de años. La paleontóloga Mary Leakey sugirió que el rastro fue hecho por un homínido.

Sin embargo, más tarde se descubrieron huellas que inequívocamente habían sido hechas por homínidos, probablemente Australopithecus afarensis, en un sitio cercano, llamado G, lo que provocó que los investigadores consideraran que las huellas del sitio A, fueron producidas por un oso sobre sus patas traseras.

Dada la creciente evidencia de diversidad locomotora y de especies en el registro fósil de homínidos durante los últimos 30 años, estas impresiones inusuales merecían otra mirada”, dijo Ellison McNutt, autor principal de un estudio, que se publicó hoy en la revista Nature, en el que se analizan las huellas que dejan los osos negros, chimpancés y humanos.

Los autores observaron que cuando los osos caminan en dos patas dan pasos muy amplios, tambaleándose hacia adelante y atrás, y no pueden caminar con un paso similar al de las huellas del Sitio A; además su cadera y la forma de la rodilla no permiten ese tipo de movimiento. “Las huellas —escribió la especialista— indican un paso rodante y lento, con las caderas girando a cada paso”, en oposición al paso libre del hombre moderno.

“Aunque los humanos no suelen dar pasos cruzados, este movimiento puede ocurrir cuando uno está tratando de restablecer el equilibrio”, dice McNutt en un comunicado. “Las huellas pueden haber sido el resultado de un homínido caminando por un área que era una superficie desnivelada”.

“Llegamos a la conclusión de que las huellas del sitio A fueron hechas por un homínido bípedo con un pie distinto y presumiblemente más primitivo que A. afarensis”, aseguraron los autores en el reporte.