Seúl y Pyongyang han decidido cerrar los puestos de vigilancia a lo largo de su frontera común, una medida destinada a aumentar la confianza mutua, dijo este martes el ministro de Defensa de Corea del Sur en medio de un clima de distensión en la península. La Zona Desmilitarizada (DMZ), que divide a Corea en dos desde el final de la guerra (1950-1953), es, contrariamente a lo que su nombre indica, una de las zonas más militarizadas del mundo. El ministro surcoreano de la Defensa Song Young-moo anunció que su país se retiraría de una decena de puestos de vigilancia fronteriza en un gesto de buena voluntad. “Esto significa que nosotros nos retiraremos primero de uno o dos puestos y extenderemos la medida de manera progresiva”, dijo a los parlamentarios y precisó que Corea del Norte haría lo mismo. “El Norte y el Sur aceptaron retirar puestos que están cerca entre ellos”, agregó. “Los dos más cercanos están a unos 700 metros y nos vamos a retirar de aquellos que están a menos de un kilómetro de distancia”, dijo. Un responsable del ministerio consultado por la AFP se negó a precisar si estos puestos serán efectivamente desmantelados. La Guerra de Corea terminó en 1953 con un armisticio y no en un tratado de paz, por lo que el Norte y el Sur todavía están técnicamente en guerra. Después de dos años de crecientes tensiones debido a los programas nucleares y balísticos del Norte, la península atraviesa desde enero una notable clima de distensión. Reflejo de ésto fue la reunión histórica que llevaron a cabo en abril el presidente surcoreano Moon Jae-in y el dirigente norcoreano Kim Jong Un, en el pueblo “de la tregua” de Panmunjom, situado en la Zona Desmilitarizada. En septiembre ambos líderes tienen prevista otra cumbre en Pyongyang.