Los miembros de la Armada de Estados Unidos fueron los primeros en adoptar pantalones de campana en 1813, pero sólo con fines prácticos, pues para los marinos esta prenda era fácil de quitar con las botas puestas y también fácil de enrollar para evitar el anegamiento.
Pero no sería sino hacia fines de la década de los 60 cuando comenzó el verdadero camino de esta prenda confeccionada con mezclilla, que emulaba una campana en la pierna que sobresalía desde la parte inferior de la pantorrilla hasta los dobladillos ligeramente curvados con una circunferencia cercana a 45 centímetros hacia la parte inferior de cada abertura.
1969 fue el año en el que cobraron notoriedad gracias al movimiento hippie, pero sólo una década realmente los abrazó: la de 1970. Ricos y pobres, adolescentes y niños, todos llevaban el estilo acampanado con orgullo y esta es una mirada en la historia de esta prenda que no se ha ido
A mediados de los años 60, diseñadores, algunos actores y cantantes comenzaron a retomar el modelo de los marineros del siglo XIX, pero el movimiento hippie de 1968 y 1969 detonó su popularidad.
Por sus características desenfadadas y su comodidad, la juventud de 1969 no tardó en apropiarse de ellos y convertirlos en uno de los iconos de muchas firmas de moda comercializaron de forma masiva.
No fue sino hasta la década de los 70 cuando los pantalones acampanados se apoderaron de la moda global, teniendo como embajadores a actores y cantantes de la época.
En Reino Unido, la diseñadora británica Mary Quant gozó de gran notoriedad con los diseños de sus pantalones acampanados en 1972.
Fue la música la que encendió el furor por las campanas, por ejemplo la banda de glam y hard rock, Slade, que se deshizo de las botas y los tirantes y abrazó el glamur de las campanas, aunque su música aún se dirigía a la clase trabajadora.
Una de las bandas más exitosas de la época fue Bay City Rollers. Formados en 1966, quienes alcanzaron fama mundial a principios de 1976, cuando se tomó esta foto.
La sentencia de muerte para las campanas en los pantalones sonó en 1976. Bandas estadounidenses, como Los Ramones, no tenían tiempo para prendas grandes y los punks en el Reino Unido preferían los modelos entubados.
Antes de desaparecer, Saturday Night Fever, película estrenada en Estados Unidos en diciembre de 1977, presentó la vida de Tony Manero (John Travolta) entre las canciones de Bee Gees, el baile, la violencia y la moda.
Como sucede con muchas prendas, los acampanados desaparecieron, pero en los 90 regresaron y desde aquel momento su aparición en los escaparates ha sido de manera intermitente. Actualmente siguen siendo una tendencia en las colecciones de muchas casas de moda.