#LaPortada | Christopher Landau, el policía de Trump

El aguacate es su fruta favorita. Gusta preparar un guacamole al que añade pico de gallo y granada, su ingrediente secreto. Presume que los tacos al pastor acrecentaron su cariño por nuestro país, que le tiene tanta fe a la Virgen de Guadalupe y que ha estudiado cada uno de los pasajes de la historia de México, y todo comenzó de manera casual cuando tenía 17 años y conoció Puerto Vallarta. Esa es la historia que cuenta en sus redes sociales, pero a pesar de su amor por lo mexicano tenía 25 años de no visitar el territorio y sus hijos no hablan ni una palabra en español.

Para quienes han convivido con el embajador de Estados Unidos, Christopher Landau, en él nada es fortuito. Ni siquiera sus bromas. Empresarios y funcionarios mexicanos lo describen como un estratega y un gran actor “mejor que (el expresidente Ronald) Reagan”, coinciden.

A todos cae bien. Parece un rostro distinto al de su presidente, el malhumorado Donald Trump. Siempre se muestra amable y de un carácter franco que genera confianza, relatan. Personalidad que nutre con sus mensajes en redes sociales sobre sus viajes que intencionalmente parecen de placer, pero que en realidad son la topografía de los intereses de Washington.

Sus gestos, movimientos y frases, siempre en perfecto español, se asemejan más a la estrategia de un abogado que se prepara minuciosamente para ganar un caso, algo que ha hecho en los últimos 25 años como litigante especializado en materia administrativa, donde pueden pelearse millones de dólares.

Su habilidad es tal, añaden, que hasta su estatura la utiliza, si es necesario, como parte de su táctica, sea para llamar la atención, “dominar” la escena o la conversación. “Todo es buena política en él”, describe un funcionario del sector económico.

Pero ya mostró claramente su agenda hace dos semanas, el 21 de febrero pasado, cuando después de reunirse con el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, el embajador dejó de ser amable y ante la falta de resultados mostró su malestar:

Hay muchas reuniones, lo que importa es que tengamos resultados. Que hayan operaciones y no solamente que hayan palabras porque esto no puede seguir así. Yo leo los titulares de los diarios aquí en México, sobre algunas de las cosas atroces que están pasando aquí. No podemos aceptar lo que está pasando. No puede ser solamente cuestión de diálogo, es algo deprimente, francamente. ¿Qué es lo que se propone ahora que es distinto a lo que se ha hecho hasta ahora? Porque hasta ahora no hemos tenido resultados”.

La herencia

Probablemente su oficio político lo aprendió de su padre George Walter Landau, embajador de Estados Unidos en Paraguay, Chile y Venezuela, justo en los momentos más intensos de la Guerra Fría (1972 a 1985) y en la plenitud de las dictaduras que apoyó entonces el gobierno estadounidense.

Su padre fue un hombre reconocido y se manejó en las entrañas de la política de aquella época que era un arte, que se planificaban detalles, y de acuerdo a los documentos de la época se tenían posiciones y movimientos sutiles y a la vez radicales. George Walter Landau fue incluso director ejecutivo de la Comisión Presidencial de Radiodifusión en Cuba y desde 1985 hasta 1993 fue presidente del Consejo de la Sociedad de las Américas, una entidad fundada en 1965 por el magnate David Rockefeller, y que integran selectos hombres de negocios, inversores y ejecutivos de las más importantes compañías de Estados Unidos y de otros países —principalmente iberoamericanos—, que promueven el mercado libre.

Ya no es la Guerra Fría, pero ante la nueva agenda de amenazas y riesgos que se ha planteado Estados Unidos, el valor estratégico de México es aún mayor para sus intereses: económico, energético, migratorio y de seguridad.

Esta visión explicaría la agenda del embajador Christopher Landau. Desde su llegada y en sólo seis semanas ya se había reunido con casi todo el gabinete económico y de seguridad del gobierno mexicano.

No sólo eso, en 168 días se ha reunido con más de la mitad de los gobernadores de México, 18 en total, y en todos los casos respondiendo una agenda económica y de seguridad que interesa al gobierno estadounidense.

La visión de la Unión Americana es clara: “Continuamos presionando por los ingredientes esenciales que cualquier cooperación de seguridad efectiva debe brindar al pueblo estadounidense, a México, y por nuestro interés compartido en un hemisferio occidental estable y próspero.

Esto requiere profundizar nuestra asociación y medir el progreso con objetivos claros. Hemos visto pasos claros y positivos con respecto a la cooperación policial en respuesta a las recientes visitas del Fiscal General Barr a México. Aprovechando ese impulso, con el compromiso explícito de México y el claro reconocimiento de las prioridades estratégicas compartidas, tenemos la oportunidad de abordar de manera más efectiva nuestra amenaza compartida. La vida de estadounidenses y mexicanos depende de nuestros esfuerzos; No podemos permitirnos perder el foco”, declaró hace 19 días, el pasado 14 de febrero, Richard H. Glenn, subsecretario Adjunto de la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de La Ley ante el Subcomité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes sobre el Hemisferio Occidental, la Seguridad Civil y el Comercio.

164 mil 199 seguidores en Twitter tenía hasta el 4 de marzo,
el embajador Landau, quien tiene en la portada de su cuenta
una foto con estudiantes mexicanos.

La ruta estratégica

Se acreditó en México como embajador el 26 de agosto del 2019. Apenas cumplió seis meses y una semana, y pareciera que ha vivido mucho más tiempo en el país y conoce la médula de los problemas. Eso conforma dos de las principales características que quienes ya han convivido con Christopher Landau identifican claramente: conoce perfectamente los temas que maneja y está extremadamente actualizado.

Y no sólo eso, a esto se suma que adoptó una estrategia de comunicación a través de sus redes sociales, que es muy bien cuidada, y hacen visible el rumbo de lo que el embajador quiere que sea visible.

Tenía 25 años de no visitar México, pero comenzó a trabajar de inmediato. Después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador recibiera sus cartas credenciales, al día siguiente, el 27 de agosto, Landau ya estaba sentado con el canciller Marcelo Ebrard y el secretario de seguridad Alfonso Durazo. Siguió día tras días, sin parar, se encontró con los titulares de Economía, Trabajo, Migración, Turismo, Agricultura, Gobernación y hasta los poderes Judicial y Legislativo. Todo de corrido hasta el 11 de octubre.

En paralelo, el embajador estadounidense comenzó sus encuentros con autoridades estatales. Primero la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, una de las personas más cercanas a López Obrador, y luego siguió Tabasco, una entidad donde más de 56.2% de su población vive en pobreza.

La entidad tabasqueña gobernada por el morenista Adán Augusto López aporta el 3.1% del PIB nacional, gracias a los productos petroleros. Con la llegada de López Obrador a la Presidencia de la República, se prevé que el sector energético aumente su nivel de inversiones con la construcción de la refinería en Dos Bocas, proyecto prioritario de la administración con el que pretende disminuir el máximo de importaciones, entre el 70 y 80% del consumo de combustibles en el país.

›En Twitter, el embajador agradeció el recibimiento de los tabasqueños que, dijo, son igual de calurosos que los paraguayos. “El mayor calor que he sentido en Tabasco es el calor de su gente, que me han recibido con mucho cariño. Crecí en el Paraguay, así que estoy acostumbrado al calor ambiental”.

En el mes de su visita, en septiembre pasado, la estadounidense aérea y de logística FedEx firmó un convenio con el Gobierno de Tabasco para apoyar el movimiento de las mercancías de las pequeñas y medianas empresas (Pymes).

Christopher Landau visitó Tabasco, Yucatán y Cancún, el centro turístico más importante del país, en Quintana Roo. Estas entidades forman parte de la ruta del Tren Maya, uno de los 25 proyectos estratégicos del gobierno federal que tendrá mil 460 kilómetros de vía y que también pasará por Campeche, Chiapas.

De acuerdo con el estudio que Fonatur encargó a una consultora privada, el proyecto requerirá de una inversión superior a 139 mil 72 millones de pesos de inversión global, aunque, para este año, los diputados aprobaron sólo dos mil 500 millones y no los seis mil millones previstos en la propuesta del Ejecutivo.

Este año arrancará la construcción del proyecto y el inicio de operaciones está previsto en 2024. Será entonces que el megaproyecto requerirá inversión privada y López Obrador no descartó que pueda provenir del principal socio comercial de México, cuya inversión el año pasado significó 37% del total de Inversión Extranjera Directa, de acuerdo con datos de la Secretaría de Economía.

Desde la era de los Mayas, y por la época del oro verde del henequén, Yucatán ha sido gran centro de cultura. Un placer para mí estar de vuelta en estas tierras. Me he reunido con destacados yucatecos, incluyendo Mauricio Vila, Renán Barrera, empresarios y periodistas”, tuiteó sobre su visita a Yucatán, en donde recorrió Mérida.

Para noviembre del año pasado, se reunió con los empresarios Francisco A. González Sánchez, presidente del Consejo de Administración de Multimedios y Milenio; Alfredo Harp Helú, presidente de Diablos Rojos del México; y José Maiz, presidente de Sultanes de Monterrey.

Monterrey, la capital de Nuevo León, es la tercera economía subnacional más importante del país, con ritmos de crecimiento por encima del promedio nacional y este año avanzará en proyectos prioritarios para la entidad como la construcción de la presa Libertad y la compra de vagones para la Línea Tres del Metro.

“Home run! Tuve el gran placer de visitar el Salón de la Fama del Beisbol en Monterrey acompañado de don Alfredo Harp Helú y otras distinguidas personalidades aficionadas al béisbol. Un lugar súper interesante y entretenido, y conocí a un gran equipo del Little League. ¡Nos hermana el béisbol!”, dijo antes de visitar el Salón de la Fama.

Y antes de concluir el año, Landau se reunió en Guadalajara con los gobernadores de Jalisco, Enrique Alfaro; Aguascalientes, Martín Orozco; Colima, José Ignacio Peralta y Nayarit, Antonio Echevarría.

Se trata de estados que han sido incluidos en alertas de viaje e incluso el año pasado, el Departamento de Estado prohibió a sus empleados no viajar a Sinaloa, Guerrero, Michoacán y Colima.

“Me reuní esta mañana en Guadalajara con los gobernadores de Jalisco, Aguascalientes, Colima, y Nayarit (los estados en esta zona consular). Los estados desempeñan un rol importante en materias de desarrollo económico y seguridad pública, y queremos colaborar. ¡Excelente reunión!”, dijo.

Este año, Landau también visitó Querétaro, entidad que ocupa el octavo lugar en su aportación a la economía nacional y que está promoviendo una serie de inversiones que incluyen varias firmas europeas y asiáticas.

Con un lenguaje muy similar al del presidente Donald Trump, pero con conocimiento de la historia, escribió: “Excelente reunión con el Gobernador Francisco Domínguez en el Palacio de la Corregidora en #Querétaro. Platicamos sobre todo de la cooperación en materia de economía y seguridad. ¡Un honor encontrarme en la cuna de la independencia mexicana!”.

3,413 mensajes ha escrito el diplomático en su cuenta de
Twitter desde el 12 de agosto de 2019, lo que da un promedio de
16 tuits diarios

El talón de Aquiles

El problema del narcotráfico implica no sólo la producción y venta de drogas, sino también la violencia que se genera por enfrentamientos entre grupos criminales, todos estos con armas de fuego.

Estados Unidos tiene el 48% de los 650 millones de armas en poder de los civiles en el mundo, es decir aproximadamente 310 millones de armas, de acuerdo con un informe del Instituto Nacional de Justicia (NIJ). De ese gran total, el 16% está destinada para venderse en México.En el país, Tamaulipas encabeza las entidades con mayor número de detenidos por tráfico de armas, con cuatro mil 18; seguido de Michoacán, con tres mil 150; y dos mil 436 en Guerrero.

Ante la crisis de salud por sobredosis de drogas en Estados Unidos —que desde el año pasado mostró por primera vez una sensible tendencia a la baja—, y ante la posibilidad de los vínculos de los cárteles con grupos extremistas, el presidente Donald Trump ha amenazado con catalogar a los cárteles de la droga mexicanos como terroristas y hasta ha ofertado a México su ayuda para declararles la guerra.

Luego del Culiacanazo, los gobiernos de Estados Unidos y México acordaron crear grupos de contacto de alto nivel y la implementación del Operativo Frozen, una acción conjunta para reforzar los esfuerzos de inteligencia para frenar el tráfico de armas.

“La seguridad es un reto y una responsabilidad compartidos. No nos ayuda pasar el tiempo culpándolos los unos a los otros. Necesitamos cooperar y estamos cooperando. Lo que importa son los resultados en ambos lados de la frontera, para el bien de ambos países”, escribió en Twitter Landau, luego de la firma de este compromiso.

›Y justo coincidió que en octubre, unos días después del fracasado operativo en el que las agencias estadounidenses proporcionaron información, el Embajador recorrió Tamaulipas, una entidad de más de 3.4 millones de habitantes y donde se ha documentado la presencia del Cártel del Golfo, Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Los Metros, Los Rojos, y el Cártel del Noroeste.

Este es el estado con mayor intercambio comercial del país a través de sus 17 cruces internacionales, 14 puentes vehiculares y dos puentes ferroviarios; además de 11 posiciones de atraque.

“Recorriendo el Río Bravo/Río Grande esta mañana cerca de Nuevo Laredo. Lado EEUU a la izquierda; lado mexicano a la derecha. Zona bella pero peligrosa. Juntos tenemos que frenar los flujos ilegales de drogas, armas, dinero, y migrantes. ¡Estado de derecho en la frontera!”, expresó el diplomático durante su visita.

De esta forma, Landau comenzó a subir el tono de su discurso mediático, justo después del Culiacanazo, un episodio que molestó en demasía al gobierno estadounidense, y que sirvió para plantear una nueva forma de colaboración entre México y Estados Unidos.

“Detrás de la crisis de las drogas, México enfrenta una epidemia de violencia, con una tasa récord de homicidios de 29 por cada 100,000 habitantes en 2019. En enero, el gobierno mexicano anunció que su estimación de personas desaparecidas desde 2006 ahora supera los 60,000, más del 50 por ciento más. que su estimación anterior. Las organizaciones criminales transnacionales son los principales contribuyentes al crimen y la violencia mexicanos, con estimaciones que sugieren que entre el 20 y el 67 por ciento de todos los homicidios en México se atribuyen al crimen organizado

“Las instituciones gubernamentales siguen siendo débiles y, a menudo, están insuficientemente financiadas, mientras que el personal carece de estándares profesionales y capacitación”, sostuvo Richard H. Glenn ante el Comité al referirse al Culiacanazo, la corrupción y la transición del gobierno de López Obrador.

Evade a los LeBaron

Para el día de muertos el embajador Landau visitó Michoacán. Esta vez, como ocurrió en Tabasco o Querétaro, a primera vista parecía un viaje de turismo, en una entidad en donde se fabrican drogas sintéticas y en donde tienen presencia el CJNG, Los Viagras, Templarios Nueva Generación y Generación Morelia.

Parecía que estaba de fiesta. Pasó su primer Día de Muertos junto al Lago de Pátzcuaro, donde los pobladores crearon un altar en honor a su padre. Después del descanso y tras reunirse con las autoridades locales, su discurso cambió y escribió en Twitter:

“La seguridad es la responsabilidad básica del estado, y condición necesaria para el crecimiento económico. EEUU está apoyando la lucha del gobierno de Michoacán contra la delincuencia y el crimen organizado. Muy buenas reuniones sobre este tema durante mi visita. ¡Vamos a vencer!”.

En Puebla, también visitó a mediados de febrero de este año, el Laboratorio Forense de la Fiscalía General del Estado, el primero en recibir la acreditación que otorga el Cuerpo Nacional de Acreditación ANSI-ASQ (ANAB), con apoyo de la Embajada de Estados Unidos y la Iniciativa Mérida.

Como parte de esta iniciativa, el gobierno de Estados Unidos donó al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México un nuevo equipo de inspección y escaneo de pasajeros, con lo que se pretende -según dijo Landau- dar mayor seguridad a pasajeros y agilizar las revisiones de seguridad. Este evento fue de gran interés para el embajador, porque consideran los aeropuertos mexicanos las áreas más sensibles para el trasiego de enervantes y de terroristas.

El 4 de noviembre del año pasado, las familias LeBaron y Langford, de nacionalidad México-estadounidense fueron víctimas de la violencia. Una caravana de esta familia fue atacada a balazos, causando la muerte de tres mujeres y seis menores de edad.

El hecho causó el enojo y la indignación del pueblo norteamericano, apovechando el presidente Donald Trump a amenazar a México con catalogar como terroristas a los cárteles de la droga mexicanos.

El embajador condenó el hecho violento de inmediato, pero recibió a los familiares LeBaron hasta el pasado 9 de enero. En estos meses, el diplomático visitó Hermosillo, la capital de Sonora, pero no acudió a la zona donde vive este grupo de estadounidenses.

Otro de las más grandes preocupaciones que ha mostrado el gobierno norteamericano es en el ingreso de drogas a su territorio, sobre todo del fentanilo, que, sólo en 2017, mató a 28 mil 466 personas en el país vecino, de acuerdo con la Agencia Antinarcóticos de Estados Unidos (DEA).

En Baja California, Sinaloa y Zacatecas han sido identificados como los principales “cocineros” de esta droga, pero en los seis meses de labor, Christopher Landau no ha visitado estas entidades, ni se ha entrevistado con sus gobernantes.

487 fotos y videos ha subido Landau a su cuenta de Twitter,
entre los que abundan gifs y memes con humor mexicano.

Migración, orden y supervisión

Casi dos meses después de rendir protesta al cargo, Landau visitó Tamaulipas, uno de los estados con mayores índices de inseguridad en el país y también una ruta de paso histórica para la migración indocumentada.

Landau recorrió el Valle del Río Bravo que es una frontera natural entre México y Estados Unidos. Es una ruta corta, pero muy peligrosa. El Proyecto “Migrantes Desaparecidos” de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) documentó mil 871 muertes de migrantes en su intento por cruzar la frontera, entre enero de 2014 y diciembre de 2018, de los que 109 personas perecieron en el Río Bravo sólo en 2019.

En Tamaulipas se reunió además con líderes empresariales y aprovechó para visitar una maquiladora y una empresa de logística.

La migración es uno de los temas centrales en la relación bilateral. Landau lo sabe y el 16 de diciembre inauguró la Garita de San Ysidro en Tijuana, la frontera más visitada en el mundo. Tijuana fue el lugar en donde el gobierno de Estados Unidos arrancó el protocolo “Quédate en México”, por el que de manera unilateral, decidió que los solicitantes de asilo esperaran en México hasta la resolución de su proceso judicial.

Nuevamente, como si pareciera una viaje de placer, durante el día se dio tiempo y visitó el Centro Cultural Tijuana (Cecut), pero al mismo tiempo evitó al cuestionado gobernador Jaime Bonilla, quien en su mensaje mañanero, dio a conocer que se tenía pactado un encuentro con el diplomático estadounidense, pero cuando supo que se transmitiría en vivo, prefirió no presentarse.

Desde que el 29 de enero de 2019, la primera persona fuera enviada a esperar su proceso ante las cortes, Estados Unidos regresó a más de 60 mil solicitantes de asilo a los que el gobierno mexicano se comprometió a brindar salud, educación y empleo, pero permanecen en el limbo de la burocracia y, según información de Instituto para las Mujeres en la Migración (Inmumi), son víctimas de extorsiones y secuestros.

“Estoy muy feliz de visitar por primer vez Tijuana para conocer el dinamismo de esta región fronteriza, su gente y su rica comida”, dijo sin algún pronunciamiento sobre seguridad en un video difundido en sus redes sociales.

Desde junio del año pasado, cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump amagó a México con imponer aranceles a las importaciones si no tomaba acciones más drásticas para impedir el paso a las caravanas de migrantes centroamericanos y se cambió la política para frenar el paso. El embajador prácticamente no se ha pronunciado directamente sobre el tema, aunque ha visitado los estados fronterizos.

El otro rostro de Trump

Christopher Landau dice que es un enamorado de México, y bajo ese discurso aprovecha para viajar por todo el territorio y lanzar mensajes en las redes sociales. Lo mismo visita La Lagunilla para comer tacos de pork belly; la Arena México; el Museo Nacional de Antropología; el Zócalo durante la instalación de la pista de hielo o el espectáculo navideño del Ballet Folklórico de México en el Castillo de Chapultepec.

A pocos días de iniciarse en Twitter, movilizó a los nacionales para aumentar su número de seguidores que no superaba los 40 mil. Hoy son más de 150 mil. Allí habla de sus aficiones de comida, como el haberse hecho fan de las “gringas”, pero sobre todo se esfuerza por mostrarse muestra relajado, amigable, bromista. El otro rostro del impulsivo presidente Donald Trump, que se enoja, acusa y amenaza a México a menudo. Landau, con su humor relajado es la bala silenciosa de la política de Trump.

En su viaje a Tabasco, con guayabera y todo, Landau se echó un palomazo en marimba. “Cae bien, es un gran actor”, contó uno de los asistentes a su viaje por la entidad.

En Puebla visitó la Basílica de Nuestra Señora de los Remedios, en Cholula, y la Biblioteca Palafoxiana, y lanzó un romántico mensaje: “En este día del amor, quisiera destacar que me quedé enamorado de Puebla. Una ciudad histórica con mucho atractivo turístico. La Capilla del Rosario, la Catedral, y la Biblioteca Palafoxiana. son sitios culturales a nivel mundial. ¡Voy a regresar pronto para ver (y comer) más!”.

Fue al concierto de Alejandro Fernández en el Auditorio Nacional y conoció a Lele, la muñeca oriunda de Amealco que se ha convertido en la imagen de Querétaro, y visitó el Cerro de las Campanas.

Pero también mostró su despacho, extensión del territorio estadounidense en México: “¡La embajada es una joya arquitectónica!”, escribió.