Redacción ejecentral
La pequeña aerolínea Lamia, cuyo avión tuvo un trágico accidente en el vuelo que transportaba al club de fútbol Chapecoense de Brasil, cerca de Medellín, no sólo perdió a dos de sus pilotos sino también a su dueño Miguel Quiroga Murakami, junto con su socio Marco Rocha Venegas.
La directiva de Línea Aérea Mérida Internacional de Aviación (Lamia) ha dicho que desconoce qué pudo ocurrir para que su única aeronave operativa, se estrellara cuando estaba llegando a Medellín.
“Nunca habíamos experimentado ningún incidente y ya habíamos hecho un vuelo directo de Santa Cruz a Medellín antes”, respondió a BBC Mundo el director de la compañía con operación en Bolivia, el general jubilado Gustavo Vargas.
Origen y crecimiento trasnacional
Comenzaron a funcionar en el estado Mérida, en el noroeste de Venezuela, antes de trasladar por completo su operación a Bolivia hace dos años, explicó Vargas.
La publicación especializada en aviación Airway señaló que en 2013 la aeronave Avro RJ85, que se accidentó este lunes en Medellín, fue comprada por Lamia para operar en Venezuela.
Un año después, Quiroga y Rocha legalizaron la empresa en Bolivia y se desvincularon por completo de Venezuela.
Especializados en traslado de equipos de futbol
La Autoridad Aeronáutica Civil de Bolivia los autorizó a partir del 31 de julio de 2015 a realizar servicios aéreos no regulares, domésticos o internacionales y de transporte de pasajeros, carga y correo, y aunque el nombre permaneció pero su modelo de negocio pasó a estar centrado en proveer servicios de vuelos chárter, especialmente a equipos de fútbol dentro de Bolivia y en la región.
“La capacidad para 95 pasajeros de la aeronave hizo que se especializara en transportar a equipos de fútbol”, le dijo este lunes a la radio colombiana La FM Mario Pacheco, vocero de la compañía.
El modelo Avro RJ85 o British Aerospace 146 transportó este año a varios clubes y selecciones de fútbol de países como Paraguay, Argentina, Colombia y Venezuela.
La noticia del siniestro dejó sin habla a los ocho empleados que tiene la pequeña empresa (eran 15 antes del accidente), quienes ahora intentan coordinar un vuelo chárter a Medellín con otra aerolínea para repatriar a los miembros fallecidos de su personal. (Con información de BBC) RB|EC
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