La delegada federal en Jalisco con una meteórica carrera política, que luce ropa y artículos de lujo, ha sido cuestionada por hacerse pasar como licenciada cuando carece de cédula profesional Luis león lleon@ejecentral.com.mx
Cada semana sube una foto a su cuenta de Instagram y saluda a la decena de admiradores que le escriben.
Se viste de acuerdo a la ocasión, ropa de trabajo, vestidos de lujo, traje de baño o pants, siempre con ropa de marca y algunas joyas que combinan con el vestuario y que no son bisutería, y el peinado junto con el perfecto maquillaje casi nunca le falla.
Busca su mejor ángulo, se acomoda, posa, mira a la cámara, parece que juguetea con ella, y al final encuentra la mejor forma para lucir su buen cuerpo y sonreír. Se llama Gloria Judith Rojas Maldonado y no es modelo, aunque lo parecería, es la funcionaria federal encargada del combate a la pobreza en Jalisco. La siempre sonriente mujer de tez morena clara, pelo largo, ojos grandes y una larga cabellera rubia, ha reconocido su fascinación por la ropa y accesorios de marcas internacionales, por eso la llaman #LadySedesol. Usa cinturones Chanel o Gucci que van de cuatro mil a 10 mil pesos, también aretes Louis Vuitton de 19 mil pesos y vestidos llamativos de Loewe, Frattina, Macario Jiménez, Chanel, Oscar de la Renta o Carmen Marc, que pueden adquirirse desde 30 mil pesos cada uno.
Así, la delegada estatal de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) se muestra como una prueba de la frivolidad de los gobiernos priistas, razón por lo que ha sido cuestionada continuamente y de lo que ella se ha defendido argumentando que para ella abordarlo “es un tema trivial, no es un tema para destacar, yo prefiero destacar el trabajo que se hace al día, decirles que como cualquier mujer que lucha todos los días por salir adelante, yo creo que no está peleada la feminidad con el trabajo al día”.
Ella es la encargada de administrar programas como la Cruzada Nacional contra el Hambre, Programa Seguro de Vida para Jefas de Familia, Programa de Oportunidades, Más de 65 y la operación de 546 guarderías infantiles en el estado, por ejemplo, y quien como delegada maneja 238 millones de pesos cada año para administrar su oficina e implementar programas sociales para quienes viven en marginación y pobreza en Jalisco, que en cifras oficiales se cuentan en poco más de tres millones personas, quienes no tienen capacidad ni siquiera para obtener la canasta básica.
En esta constante exhibición de su persona se ha perdido un pequeño detalle, y es que desde hace dos años, Rojas Maldonado firma documentos oficiales como licenciada sin contar aún con el título de Administración de Empresas, carrera que estudió en la Universidad de Guadalajara (UDEG), lo que legalmente podría constituirse como un delito y podrían quedar sin efecto esos documentos que ha firmado, por ejemplo, programas y convenios entre instituciones.
El glamur contra la pobreza
Cuando tenía 20 años, Rojas Maldonado se sumó a la campaña del priista Jorge Arana Arana, quien renunció a la alcaldía de Tonalá para competir por la gubernatura contra el panista Francisco Ramírez Acuña. En aquella ocasión, fungió como coordinadora de las Brigadas de Alto Impacto, es decir, para invitar a los ciudadanos a los actos y lugares en donde se presentaba el candidato a la gubernatura, además de pegar propaganda y portar las banderas a favor de Arana.
Seis años después, ya con experiencia como asistente de dirección en Cemex, haría lo mismo con Arturo Zamora Jiménez, pero en esta ocasión su esfuerzo rindió más frutos y apareció en la lista para diputados de la LVIII Legislatura de Jalisco.
Desde ese momento comenzó a escalar en la política mexicana.
“Jamás me imaginé ocupando una curul”, aseguró Rojas Maldonado a medios locales en aquel momento, quien era considerada una de las promesas del PRI a sus 26 años, aunque tuvo que recibir capacitación en materia legislativa durante cinco meses.
Fue presidenta de la Comisión de Equidad y Género, donde fue cuestionada por el manejo, de casi 45 millones de pesos a través de su cuenta personal, de los ejercicios fiscales 2007, 20008 y 2009, cuando el periódico La Jornada Jalisco publicó la información sobre un memorándum interno del congreso local de la entidad con fecha de 9 de marzo de 2007 del entonces coordinador de la fracción parlamentaria del PRI, Juan Carlos Castellanos Casillas, quien envió una comunicación escrita a Alfredo Argüelles Basave, que fungía como secretario general de la misma bancada para solicitarle que hiciera los depósitos a nombre de Judith Rojas. De esta operación no se supo más.
Durante el 2012, trabajó en la promoción del voto en el interior de la entidad para la candidatura a gobernador por el PRI de Aristóteles Sandoval. Como premio a su trabajo, Gloria Judith fue nombrada delegada de la Sedesol en Jalisco.
Tres años antes, durante su paso por el ayuntamiento, en 2009, los medios de comunicación locales comenzaron a cuestionarla por incluir entre sus colaboradores más cercanos a quienes llamaba asesores de comunicación e imagen, aunque se trataba de maquillistas y peinadores. La misma historia se repetiría en su cargo federal, durante el viaje realizado el 28 de abril 2014 a la Ciudad de México para asistir a la Tercera Reunión de Delegados de Sedesol.
En esa ocasión la funcionaria viajó acompañada por su estilista Pepe Gutiérrez, con boletos de primera clase, cuyo costo fue de 13 mil 300 pesos cada uno, y hospedaje en el hotel Sevilla Palace, ubicado en Paseo de la Reforma. Los gastos por tres días de estancia sumaron cuatro mil 700 pesos, aproximadamente, por persona.
Por si fuera poco, el glamur que luciría Rojas Maldonado durante la reunión oficial tuvo un costo para el erario de 17 mil 700 pesos, monto que cobró el especialista en peinados y maquillaje durante esos tres días. En total, la delegada se gastó 35 mil 700 pesos por asistir bien arreglada a la reunión donde estudiaron la forma de erradicar el hambre en el país.
Un argumento usado por #LadySedesol en su defensa refiere que los índices de marginación y pobreza han disminuido en Jalisco, como lo muestra la última medición del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) con 270 mil 770 personas que ya no se encuentran por debajo de la línea de bienestar.
En realidad, los estudios muestran que una diversidad de factores convergen en una entidad, como Jalisco, con altos índices de migración hacia Estados Unidos y que actualmente representa el segundo estado con mayor recepción de remesas en México. Esto, combinado al resto de programas federales, han provocado el cambio en los indicadores de pobreza y generan oportunidades de subsistencia para la población, y no por las gestiones de Rojas Maldonado.
La funcionaria percibe un salario base de 16 mil 762 pesos diarios traducidos en 85 mil 484 pesos mensuales, ya con deducciones fiscales.
A esto se deben sumar 565 pesos como ayuda para despensa, gratificación de fin de año o aguinaldo de 40 días, prima vacacional de 50% por 10 días de sueldo base tabular en cada periodo y bonos de los que poco se reporta.
Esos ingresos le permiten no sólo comprarse ropa costosa, sino tener su residencia en el lujoso fraccionamiento Puerta de Hierro.
La frivolidad
Se le puede ver portando un vestido dorado entallado de diseñador, que deja ver las líneas de su cuerpo, maquillaje y peinado impecables: es una foto que colocó en Facebook, como muchas más y que aparecen junto al mensaje de sus actos oficiales.
Y es que Rojas Maldonado asiste a los eventos con vestidos de coctel o de gala, dependiendo la ocasión, siempre a la moda y con un estilo llamativo, a diferencia del resto de las funcionarias que se presentan con vestimentas más sencillas.
Lo mismo sucede con la imagen de la delegada que contrasta en sus visitas a colonias de escasos recursos en la entidad jalisciense donde se le puede ver luciendo sus collares o caminando en zonas agrestes por la falta de infraestructura y obra pública con zapatillas de tacón de marca o a veces con zapatos deportivos para hacer entregas de despensas y ayudas económicas en áreas marginadas.
Rojas Maldonado es muy activa en sus redes sociales, donde reproduce las campañas de la dependencia, las actividades del titular de la Sedesol, Luis Miranda, pero constantemente las de su exjefe, José Antonio Meade, a quien retuitea todos los días y varias veces.
Y es que, prácticamente, su trabajo se convierte en una pasarela. Le gusta aparecer besando a viejitos, posando con mujeres en la entrega de apoyos o incluso en su oficina tras su escritorio, sentada sola o con su equipo. Tampoco pierde la ocasión para posar en eventos oficiales con funcionarios públicos con el presidente Enrique Peña Nieto, secretarios de estado como José Antonio Meade, Luis Videgaray, Miguel Ángel Osorio Chong.
A la lista se suman gobernadores, presidentes municipales y hasta algunos artistas, como la exmiss Universo Ximena Navarrete, los cantantes Alejandro Fernández y Pablo Montero o el futbolista, capitán de la selección mexicana, Rafael Márquez.
La firma que no vale
Judith Rojas llegó a su cargo el 11 de abril de 2013, gracias a la entonces titular de Sedesol, Rosario Robles. En esos primeros días en su cargo, la nueva delegada aseguró que su “contribución será una lucha de equidad y justicia. Una lucha profundamente humanista, que reconozca que un mexicano no puede sentirse verdaderamente libre cuando las oportunidades no llegan”.
›Aunque no existe un perfil específico para quien ocupa el cargo de delegado estatal de la Sedesol, ya que es un nombramiento de confianza y por designación directa del titular de la dependencia, al rango inmediato inferior sí se le exige experiencia y slicenciatura terminada.
Rojas Maldonado debe cumplir 48 atribuciones que el Reglamento Interior de la Sedesol le concede en temas de recursos humanos, administración de presupuesto y planificación estratégica para la implementación de programas; por ejemplo: aprobar, ejecutar, supervisar y evaluar las inversiones para obras y servicios del gasto público federal, dar seguimiento a la aplicación de los apoyos financieros transferidos al estado, llevar el registro presupuestal ejecutar, dar seguimiento y evaluar programas operativos, elaborar diagnósticos sobre problemáticas que atiende la Secretaría, y asesorar y proporcionar apoyo técnico a organizaciones sociales y autoridades.
De acuerdo Registro de Servidores Públicos de la Secretaría de la Función Pública y en la Plataforma Digital del Centro de Información del Programa de Empleo Temporal del gobierno federal y al Registro Nacional de Profesiones de la Secretaría de Educación Pública, Rojas Maldonado no tiene cédula profesional que la acredite como licenciada en Administración de Empresas.
Existen documentos en los que consta que desde 2014 y hasta la fecha, la funcionaria firma ostentando el grado de licenciada, lo que podría constituir el delito de usurpación de profesiones, al atribuirse el carácter de profesionista sin título legal y que ejerza actos de la profesión usurpada. Pasante. En su declaración patrimonial, Rojas refirió que sólo cuenta con constancia de su último grado de estudios. La encargada de la delegación de la Sedesol reporta directamente al secretario de Estado, en su momento a Rosario Robles Berlanga, y actualmente a Luis Enrique Miranda Nava, compadre del presidente de la Republica.