La luz al final del túnel parece esclarecedora para los fanáticos Blaugranas. En caso de salir victoriosos en su próximo encuentro contra el Espanyol, se coronarían campeones de liga en la fecha 34. Un hito que no consiguen desde el 2019, cuando Messi aún jugaba en la institución Culé.
La llegada de Xavi, a mediados del 2021, fue un empujón anímico para el Barcelona, puesto que en las jornadas siguientes empezó a mostrar una mejora en cuanto al estilo táctico, pero sobre todo, en el marcador. Los buenos resultados han florecido muy bien en liga, porque en competencias europeas el desempeño ha sido muy deficiente.
Algo que se le recrimina mucho a la directiva Blaugrana es su desempeño en Champions, (por encima de los demás torneos), debido a su reciente historial de remontadas, aunado a la escandalosa goleada que le propinó el Bayern München. Lo peor de todo es que inclusive en la Europa League, competencia en la que recaen algunos eliminados de la liga de campeones, los dirigidos por Hernández fueron eliminados en el repechaje a manos del Manchester United.
Un triunfo este fin de semana provocaría la llegada del segundo título en la era Xavi. Este equipo se ha consolidado a lo largo de los meses; sin embargo, es muy probable que sufra varias altas y bajas. Entre las más sonadas está la salida de su capitán Sergio Busquets, quien termina contrato, y no piensa en renovar. Por otro lado, ya se especula el regreso del astro argentino, Messi, debido a que ya aseguró que no seguirá más con la entidad parisina, al finalizar la temporada.
El objetivo de Xavi tras quedar campeón será terminar de construir una plantilla que pueda competir por la Champions League, y lidiar exitosamente con el Fair Play financiero.
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