¿Termina la aldea global?

China, Rusia, Europa y Estados Unidos. Así podría reorganizarse el mundo en la época de la regionalización, contraria a la globalización vigente a lo largo de los últimos 30 años, según adelantan algunos especialistas. Se trataría de bloques de intercambio económico, mercados comunes regionales, pero también de control territorial.

Los planes del trumpismo no incluyen que Rusia se una con China, sino que se aparte de ella para, así, aislar al dragón asiático. Por otra parte, con la política de imperialismo agresivo y discriminatorio que impulsa Trump, en busca de las materias primas de los países, pero sin sus poblaciones, será imposible que Estados Unidos haga un bloque americano, porque al presidente estadounidense le incomodan todos los americanos no caucásicos, y esos son los que abundan al sur de su frontera.

América Latina, México incluido, se pueden volver territorios en disputa en esta visión que parece apocalíptica, pero no es exagerada, de la reconfiguración geopolítica del mundo.