Sobre el Poder Judicial, hay un entuerto de primer orden pendiente de resolver y que no puede esperar más. El texto constitucional, vigente a partir de la promulgación de la reforma, dice que la Suprema Corte se integra por nueve ministros y en la actualidad hay 11 en su Pleno. Sobran dos que ostentan el titulo y cobran el salario de ministros, en contra de lo que ordena la Carta Magna.
En diferentes círculos de especialistas se ha reflexionado sobre la forma de resolver la obligada eliminación de dos ministros y al parecer, la solución más adecuada que se ha encontrado, es la remoción anticipada del más antiguo y del más nuevo.
La mala fortuna recaería en Luis María Aguilar, quien en diciembre tiene que irse, y en Lenia Batres Guadarrama, quien fue la última en integrarse al tribunal constitucional, además de que llegó al cargo sin el respaldo del Senado de la República, lo que por fuerza implica un déficit de legitimidad frente a sus compañeros.
Está por verse, aunque será pronto según nos dicen, cuál será la salida al problema.