Los enredos de Trump
Las grandes marcas automotrices no han visto con buenos ojos el acuerdo comercial que impulsa Donald Trump con el Reino Unido

El republicano Donald Trump gesticula efusivamente durante uno de sus discursos.
/Foto: AFP
Curioso, pero parece que la industria automotriz de origen estadounidense acabará siendo la que saque la cara por el T-EMC. Las grandes marcas, GMC, Ford y Stellantis, han empezado a protestar por el acuerdo comercial de Trump con el Reino Unidos, que deja en desventaja, por ahora en el sector automotriz, a los socios mexicanos y canadienses amparados en el T-MEC.
Los mexicanos y canadienses son, en realidad, las filiales armadoras de esas marcas, instaladas y abiertas en México y Canadá, con esas nacionalidades, pero con capital y origen estadounidense. Hoy, las negociaciones que Trump tanto presume, hacen más barato importar un auto desde Inglaterra que desde México.
El problema es que Ford, GMC y Stellantis están en México, no en Inglaterra, y lo pactado por el presidente norteamericano con los ingleses, las perjudica, además de que nada tiene que ver con el engañoso argumento de devolver las plantas armadoras a Estados Unidos para recuperar los empleos, sino todo lo contrario.