En cuentas presupuestales que no cuadran y el anuncio de un posible préstamo de la banca privada, el municipio de Zacatecas parece metido en problemas gordos. Su deuda pública asciende a 28.5 millones y ya quieren duplicarla pidiendo otros 30, aunque la ley prohíbe usar estos recursos en gasto corriente y pago de nómina.
El asunto de la deuda siempre es sensible, pero lo es más cuando los informes financieros del Ayuntamiento de Zacatecas, con corte al 30 de septiembre, revelan inconsistencias que merecen una explicación. Uno de los aspectos más llamativos es el reporte de montos pagados que superan los devengados, lo cual genera dudas sobre la transparencia de los registros contables.
Estas cifras incluyen los primeros días de gestión de Miguel Varela y, la verdad, lo mejor para despejar dudas ahí es una auditoría profunda y detallada, pues la falta de claridad podría erosionar la confianza de los ciudadanos en el gobierno local.