Estado sobre mercado
Desde la Casa Blanca el presidente Trump ha dejado claro que en el tablero se juega a su modo; el mensaje a que dio a los altos ejecutivos de la industria automotriz lo demuestra

EJECENTRAL
No sólo el resto del mundo recibe el maltrato trumpista. En Estados Unidos también hace aire. Circula, cada vez con más fuerza, la versión de que, previo al anuncio de los aranceles automotrices, Donald Trump reunió en la Casa Blanca a los altos ejecutivos de toda la industria para decirles, en un abierto tono de amenaza, palabras más, palabras menos:
“Cuidado y elevan los precios de sus automóviles en Estados Unidos con motivo de los aranceles. Si lo hacen, tendrán un problema, y muy serio, directamente con la Casa Blanca. Yo ya eliminé la directriz de Joe Biden que los obligaba a migrar a la fabricación de autos eléctricos en un plazo breve, y ahora ustedes están en deuda conmigo”.
Así que ahora la inflación en Estados Unidos se detendrá por decreto, y para ello, el gobierno trumpista congeló—informalmente, claro—el precio de los autos. En la tierra del liberalismo económico, de la ley de la oferta y la demanda y la competencia abierta, un proteccionista opera para supeditar el mercado al Estado. ¡Lo bueno es que los socialistas eran los demócratas! Ahora empieza a entenderse por qué Trump se entendía tan bien con Andrés Manuel López Obrador.