El hilo siempre revienta por lo más delgado, y así ocurrió con el caso que trajo de cabeza a la Cancillería durante dos semanas: la remoción de Jorge Islas López. La carretada de acusaciones de acoso durante su estadía en Nueva York, como cónsul general, fue tal que resultó imposible ignorar los hechos.
Con la salida de Islas López, la presidenta Claudia Sheinbaum mantiene vigente y reforzado su discurso de combate a la violencia contra las mujeres. Juan Ramón de la Fuente tardó mucho tiempo, de forma innecesaria, en tomar la decisión. Eso provocó que el asunto llegara a la mañanera presidencial, donde la mandataria aprovechó y demostró la seriedad de su compromiso con el tema de género.