Arropado
El ahora diputado Cuauhtémoc Blanco cuenta con protección en el mundo de la política, lo cual quedó de manifiesto con la destitución de Uriel Carmona como fiscal de Morelos
![Cuauhtemoc Blanco](https://assets.ejecentral.com.mx/dims4/default/122c62b/2147483647/strip/true/crop/695x440+0+0/resize/1440x912!/quality/90/?url=https%3A%2F%2Fk3-prod-ejecentral.s3.us-west-2.amazonaws.com%2Fbrightspot%2F69%2Fc9%2F5be4fb425c8b32a44d39cc465863%2Fcaptura-de-pantalla-2017-04-17-a-las-4-22-51-p-m.png)
Cuauhtémoc Blanco responde preguntas a reporteros
/Foto: Cuartoscuro
El caso Cuauhtémoc Blanco dejó mal a muchos y, de entrada, una de las principales damnificadas con la reacción de destitución del fiscal Uriel Carmona y sus implicaciones es la gobernadora Margarita González Saravia.
La mandataria dejó pasar, quizá por instrucciones, pero a final de cuentas asumiendo el costo y la responsabilidad, la gran oportunidad de tomar distancia completa de un personaje marcado por el escándalo y al que no vale la pena proteger.
De dónde parten los tentáculos que arropan a Cuauhtémoc Blanco es un misterio, pero en Morelos es una verdad generalizada que, con una pésima gestión como alcalde de Cuernavaca y otra todavía peor como gobernador, Blanco se ha convertido en el prototipo negativo de la nueva clase política mexicana.