Una de las preguntas que han surgido luego de la primera semana de la era de Claudia Sheinbaum, es qué vendrá para las universidades públicas, y en particular para la UNAM.
Ya se cumplieron 10 meses de la llegada de Leonardo Lomelí a la Rectoría y las principales noticias de la institución en ese tiempo han sido solo dos: primero el descontón público que el propio rector le dio a los juristas del Instituto de Investigaciones Jurídicas por hacer su trabajo: investigar y publicar, y después las marchas estudiantiles, iniciadas en la UNAM –pero por los estudiantes, no por los profesores ni las autoridades–, en contra de la Reforma Judicial. Hacía mucho que los estudiantes de la UNAM no encabezaban absolutamente nada. En esta ocasión lo hicieron completamente solos.
La duda que flota en el ambiente, académico pero también en el político, es si la UNAM de hoy estará a la altura de las complejas circunstancias y los vientos de cambio que soplan en el país.