La televisión en exceso aumenta riesgo de embolia

8 de Noviembre de 2024

La televisión en exceso aumenta riesgo de embolia

Promo_531_Ver mucha TV aumenta el riesgo de embolia

Los “espectadores prolongados” tienen 1.35 veces más probabilidades de desarrollar coagulación que quienes nunca o rara vez ven televisión

Es recomendable tomar “descansos” cuando se ve mucha televisión, afirma un grupo de científicos que realizaron un metaestudio que encontró que quienes pasan cuatro horas al día o más viendo televisión tienen un riesgo de que se les formen coágulos de sangre.

El riesgo de padecer lo que se conoce como tromboembolismo venoso asociado al consumo excesivo de televisión es 35% mayor en comparación con el riesgo para quienes ven menos de dos horas y media.

El tromboembolismo venoso incluye la posibilidad de que se formen coágulos de sangre en los pulmones, o embolia pulmonar, así como la trombosis venosa profunda, en la que los coágulos se forman generalmente en las piernas, desde donde pueden también viajar a los pulmones. De acuerdo con otro estudio, más de una cuarta parte de los pacientes con embolia pulmonar mueren por esta causa a pesar de estar en tratamiento.

“Si vas a darte un atracón de televisión, necesitas tomar descansos. Puede ser pararte y estirarte cada 30 minutos”, dice Setor Kunutsor, de la Universidad de Bristol y autor principal de la investigación que se publica hoy en el European Journal of Preventive Cardiology.

Estas pausas activas son necesarias aún si la persona está físicamente activa en el resto de su día, pues el análisis (que combinó los resultados de tres estudios con datos de más 130 mil pacientes) encontró que eso no elimina el mayor riesgo de coágulos de sangre asociados con ver la televisión durante mucho tiempo.

Durante este período en que se hicieron los tres estudios —que varió de poco más de cinco hasta casi 20 años—, 964 participantes desarrollaron tromboembolismo venoso; y aquellos que afirmaban ser espectadores prolongados tenían 1.35 veces más probabilidades de desarrollar la condición en comparación con quienes manifestaron que “nunca o rara vez” veían televisión.

Esta asociación fue independiente de la edad, el sexo, el índice de masa corporal y la cantidad de actividad física, los cuales por sí mismos son factores fuertemente relacionados con el riesgo de padecer tromboembolismo.

Tras explicar que no se puede decir que la televisión sea la “causa” de la condición, Kunutsor explicó en un comunicado las posibles razones de la relación observada: “La televisión prolongada implica una inmovilización que es un factor de riesgo de trombolismo venoso. Esta es la razón por la que se alienta a las personas a moverse después de la cirugía o durante un vuelo de larga distancia. Además, al sentarse en una posición estrecha durante períodos prolongados, la sangre se acumula en las extremidades en lugar de circular y esto puede causar coágulos”, fueron sus palabras.

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