La técnica del círculo verde

27 de Abril de 2025

Diana Loyola

La técnica del círculo verde

circulo verde

Leí la historia de una mamá que, al no tener los medios de enviar a su hija a la escuela, comenzó a enseñarle a leer y escribir en su casa. Al corregir los trazos de las letras, en vez de marcar con color rojo los errores, encerraba en un círculo verde las líneas más rectas, los círculos más redondos, las letras y los números más bonitos. La respuesta de la hija fue poner cada vez más empeño en tener la mayor cantidad de círculos verdes por hoja, por lo que no sólo aprendió a escribir rápido si no con una gran calidad en su escritura.

Esta historia me hizo pensar en Marguerite Yourcenar, quien decía (parafraseando) que a los niños hay que apoyarlos en lo que les gusta y les es más fácil y no insistir en que mejoren lo que no les sale bien o no es de su agrado. Y es que, desde mi punto de vista, ponerles clases particulares de, por ejemplo matemáticas, para que mejoren sus notas en esa materia, en vez de inscribirlos a una clase de algo que les motive, hace que se fijen más en lo que no son buenos que en lo que están dotados para hacer. Pienso que a la larga, lo que estamos enseñándoles -siguiendo esta dinámica de reforzar lo que más les cuesta- es a escoger trabajos o profesiones que no les gusten pero que se sientan obligados a hacer bajo la creencia inconsciente que es lo que está bien hacer.

Yo me pregunto ¿qué pasaría si usamos con los hijos la técnica del círculo verde? ¿O si les reforzamos las materias para las que son buenos y competentes? ¿Estaré mal si me aventuro a pensar que los hijos se sentirían más contentos con ellos mismos?. Honestamente creo que no, si un niño es bueno en música y nuestro apoyo se centra en hacerlo mejor músico, en darle las herramientas para que desarrolle su don, seguramente de adulto será un músico apasionado y excelente. Es justo eso lo que personalmente deseo para mis hijos, que se sientan realizados con lo que hacen.

Me parece importante dejarlos descubrir qué les gusta, exponerlos a diferentes disciplinas y respetar sus preferencias, apoyarlos en lo que son buenos para que sean mejores y se sientan contentos con sus logros, con sus capacidades y se sientan constantemente motivados. Fijarnos en lo que sí y centrar nuestra atención en ello. Como decía la Madre Teresa de Calcuta “No me inviten a una marcha en contra de la guerra, si es a favor de la paz, entonces iré”. Y es precisamente eso, no ir en contra de algo que no nos sale, si no a favor de algo que nos motiva.

Aplica también a la conducta, reconocer lo positivo que hacen los niños genera un mejor comportamiento en ellos. Me encanta encontrar herramientas como ésta, la vida en su misterio es generosa, nos da y es cuestión de escucharla. Pienso que al final la vida es la mejor madre, nos enseña, nos pone límites, nos da lo que necesitamos y si la escuchamos, fluimos más y mejor. Un abrazo.

¡Hasta la próxima!

@didiloyola

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