La riqueza (por aprovechar) del sistema educativo

21 de Noviembre de 2024

La riqueza (por aprovechar) del sistema educativo

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FOTO: EJECENTRAL

Hay muchas más instancias de apoyo que a lo largo de décadas ha conformado equipos especializados y ha construido esquemas que no han sido incluidos en el diseño de la nueva estrategia educativa en tiempos de Covid-19

La autoridad educativa ha anunciado que el próximo ciclo escolar iniciará con una estrategia centrada en la transmisión de programas educativos por televisión abierta.

A diferencia de lo ofrecido en abril pasado, cuando se recurrió a los sistemas públicos de televisión, ahora se hace uso de las principales televisoras comerciales. Esta noticia ya no hizo mención de las herramientas de Google y del repositorio de las actividades de aprendizaje que habían sido centrales en el anuncio de abril.

La forma elegida para anunciar la estrategia manda muchas señales. Con la presencia de los dueños de las principales televisoras del país, se extrañó la asistencia de quienes en otros tiempos hubieran estado ahí: líderes sindicales, gobiernos estatales y MejorEdu, institución que reemplazó al INEE.

En estos casos, principalmente en el de las autoridades estatales,

se trata de instancias que hubieran podido enriquecer una propuesta de educación a distancia para afinar su implementación,

incrementar su eficacia y fortalecer su sustentabilidad.

Mucho se ha dicho que esta estrategia también ha dejado fuera, hasta ahora, a nuestro ejército de la enseñanza, compuesto por más de un millón y medio de maestras y maestros desde inicial hasta media superior. Si los programas de TV llegan a los hogares, pero los docentes no cuentan por anticipado con una guía que asocie los programas con sus planes de estudio, poco podrán hacer ellos al respecto y habrán sido relegados y desaprovechados. Este es sin duda el mayor riesgo de la estrategia y el que con razón ha sido señalado ya en muchos foros.

Además de publicar contenidos con anticipación, para aprovechar el indispensable papel del docente como mediador del conocimiento, también se podrían incluir programas para que los docentes conocieran la mejor forma de aprovechar el acompañamiento televisivo; un repositorio en la red de todo lo que se transmite para visualizaciones posteriores; y solicitar a los docentes mantener contacto telefónico con cada alumno, aunque sea breve y al menos una vez al mes.

No podemos pensar que la relación docente–alumno se limite a leer un nombre en una lista sin ninguna clase de contacto personal.

Entre las muchas instancias de apoyo que existen en nuestro sistema educativo y que hoy deben ser aprovechados se encuentran:

La estructura de dirección y supervisión escolares, así como jefes de sector y asesores técnicos-pedagógicos. Son miles de docentes con experiencia y capacidad en el seguimiento para cada escuela: un director en cada una de las casi 250 mil escuelas de educación básica y media superior del país, y más de 13 mil 500 supervisores. Todos conocedores del sistema educativo y profesionales de tiempo completo al servicio de las escuelas.

Los equipos académicos de Telesecundaria, Telebachillerato y Educación Media Superior a Distancia (EMSAD), especialistas en construir estrategias de aprendizaje en torno a contenidos transmitidos por televisión. Resalto también los libros de texto por proyecto que tiene la Telesecundaria. Hoy la experiencia de estas modalidades es más relevante que nunca. Y también la de los docentes de escuelas multigrado en preescolar y primaria, expertos en adaptar contenidos a las circunstancias de sus alumnos.

El personal de los institutos federal y estatales

de educación para adultos, así como los miembros de las misiones culturales y los centros de educación básica para adultos (CEBAS). En estos tiempos sus aportaciones son muy pertinentes tanto

por su conocimiento de las comunidades alejadas, como por su dominio del Modelo de Educación para la Vida y el Trabajo (MEVyT), que se utiliza en la educación para adultos y que representa un muy buen ejemplo de contenidos curriculares seleccionados por su pertinencia y utilidad.

Los materiales de educación para adultos y educación comunitaria a cargo de INEA y CONAFE, tanto para estudiantes como para familias se ajustan a condiciones similares a las actuales y utilizan estrategias probadas. Hoy tendrían que ser referentes en el apoyo a escuelas y hogares.

Los equipos académicos de educación especial. Con toda la experiencia en adaptación curricular (indispensable en estas circunstancias), pueden apoyar en la selección de contenidos y en la detección de personas con necesidades educativas especiales (NEE), además de continuar con la atención de la mismas.

Las áreas de evaluación federal y estatales. Si trabajan en conjunto con quienes seleccionan los contenidos a impartir en cada grado y asignatura, pueden formular instrumentos que ofrezcan un diagnóstico pertinente a las circunstancias para directores escolares, supervisores y autoridades estatales. Las evaluaciones podrían ser editables por el maestro y pueden aplicarse localmente por cada maestro con el apoyo de dispositivos digitales o en forma impresa. Eso ofrecería un diagnóstico más preciso a los docentes y permitiría reaccionar para asignar mayores apoyos a alumnos y escuelas con mayores retos.

Los equipos de apoyo sicológico del DIF federal, estatal y municipal, así como a las facultades de psicología del país, para proveer de esquemas de apoyo y orientación psicológica y socioemocional a alumnos, docentes y familias, además de atender a personas que requieran apoyo profesional en lo individual.

Los tutores en potencia. Los jóvenes de servicio social, y los normalistas del último año de estudios, tienen la obligación de prestar sus servicios para poder avanzar en su proceso de certificación, pero la contingencia dificulta la existencia de proyectos de servicio social e imposibilita a los normalistas a hacer sus prácticas. Estos grupos podrían participar como tutores de niños y jóvenes en riesgo de abandono por medio del internet y el teléfono.

Finalmente, hay que hablar de las familias. De centrarse únicamente en los contenidos tradicionales, mamás y papás se limitarán a asegurar el acceso de los estudiantes a la TV y estaremos desaprovechando sus conocimientos y experiencias. Independientemente de su nivel de escolaridad, mamás, papás y demás familiares tienen mucho que enseñar a sus hijos y es tiempo de darles a esos conocimientos y habilidades un espacio en la currícula.

Tenemos que asegurarnos de que esta oportunidad única de convivencia familiar nos traiga beneficios. El dolor y las dificultades que vivimos solo tendrán sentido si logramos aprovechar las circunstancias para formar mejores personas.

¿sabías que? Los materiales de educación para adultos del INEA y CONAFE se ajustan a condiciones similares a las actuales

*Director de Proyecto Educativo SC.