La recuperación con altibajos

22 de Noviembre de 2024

La recuperación con altibajos

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Como la pandemia no ha terminado, es muy posible que las presiones inflacionarias continúen el siguiente año, por lo que se espera que el Banxico suba de nuevo su tasa de interés para cerrar el año en 5.25 por ciento

Durante la primera mitad de 2021, la economía mexicana parecía ir en camino hacia una recuperación completa, sin embargo, durante el tercer trimestre del año comenzaron a evidenciarse señales de un freno en la recuperación y un posible estancamiento económico.

En el primer y segundo trimestre, el Producto Interno Bruto (PIB) presentó crecimientos trimestrales de 1.01% y 1.15%, respectivamente, según cifras ajustadas por estacionalidad. En marzo comenzó el relajamiento de las medidas sanitarias como resultado de las condiciones cada vez más favorables del semáforo epidemiológico, lo que permitió la reactivación de la economía mexicana. Con esto, los pronósticos para el cierre del año se ajustaron al alza y parecía podría alcanzarse el crecimiento de 6.3% proyectado por SHCP para este año.

No obstante, en el tercer trimestre de 2021 se observó una contracción trimestral de 0.43%, confirmando lo que se temía: un freno en la recuperación, causado por la tercera ola de coronavirus, pero también por los efectos adversos de la reforma del outsourcing. Se destaca que, al realizar una comparación con respecto a sus niveles pre pandemia (2019), la economía mexicana presenta aún un rezago de 3.83 por ciento.

Además, para el cuarto trimestre del año existe la posibilidad de que se vuelva a observar una contracción trimestral del PIB, lo que podría confirmar una recesión y una recuperación en forma de W, alargando el tiempo en que se recuperará por completo el PIB pre pandemia.

Se estima que el 2021 cerrará con un crecimiento entre 5.4% y 5.8%, que se escucha alto, pero no deja de ser un efecto rebote tras la caída de 8.4% de 2020, siendo la mayor contracción del PIB desde 1932 en la Gran Depresión.

Si el PIB de México crece sólo 5.4% este año y 1.5% en años siguientes, la recuperación del PIB se alcanzará hasta el 2024 y en términos per cápita hasta 2029.

El crecimiento de este año ha estado en buena medida sustentado en las exportaciones que se estima cerrarán el año con un alza de 18%, como consecuencia del crecimiento de Estados Unidos.

La caída del PIB de 2020 y la incompleta recuperación de este año, no se deben solo a la pandemia, sino que son resultado del declive que mostraba la economía mexicana desde finales del 2018, la falta de estímulos fiscales ante la crisis del coronavirus y de las iniciativas y reformas impulsadas por el Ejecutivo que han mermado la confianza sobre el país, lo cual se ha visto reflejado particularmente en la inversión fija bruta y en los datos de empleo, generando un círculo vicioso de menor productividad, bajos ingresos, bajo crecimiento del consumo y bajas ventas en las empresas.

El empleo en México, aunque ha mostrado una recuperación sigue teniendo porcentajes altos en subocupación, informalidad y una gran parte de los trabajos que se han creado han sido con salarios menores a los que se tenían antes de la crisis del Covid-19. A octubre, último dato disponible, se estima que hay todavía 3.53 millones de personas afectadas laboralmente por la pandemia.

Adicionalmente a la pandemia, la falta de estímulos fiscales y reformas que inhiben la inversión y el crecimiento, está el tema de la alta inflación, que merma el poder adquisitivo de los consumidores. Al inicio del año se hablaba de una inflación transitoria, por el efecto matemático de baja base de comparación, pues en el 2020 los cambios en los patrones de consumo provocados por la pandemia generaron distorsiones sobre la inflación. Sin embargo, las presiones inflacionarias han sido tan transitorias como la pandemia y se estima que el 2021 cerrará con una inflación de 7.5%, siendo el mayor cierre anual desde 2000.

Cabe destacar que la alta inflación es el resultado de la desincronización global causada por la pandemia que ha provocado cuellos de botella en los grandes centros de logística, escasez de productos, incrementos en los costos de fletes marítimos e incrementos en los precios de materias primas, particularmente los energéticos. Como la pandemia no ha terminado, es muy posible que las presiones inflacionarias continúen en 2022. Por lo anterior, se espera que el Banco de México suba nuevamente su tasa de interés en 25 puntos base, para cerrar el año en 5.25 por ciento. Por su parte, el tipo de cambio se ha visto afectado por las salidas de capitales del país, las apuestas en contra del peso en el mercado de futuros de Chicago y la aversión al riesgo sobre México.

Al tercer trimestre México hila seis trimestres consecutivos con salidas de capitales, siendo el tercer periodo más amplio con salidas, sólo debajo de las salidas de capitales de 10 y nuevo trimestres consecutivos observadas de 1982 a 1985 y de 1986 a 1988. Al interior, la tenencia de valores gubernamentales en manos de extranjeros ha disminuido de manera significativa, con una salida de capitales cercana a 294 mil millones de pesos, que es 14.5% mayor a la salida histórica del 2020.

En resumen, 2021 ha sido un año de recuperación con altibajos, donde parece que el principal freno al crecimiento económico ha dejado de ser la pandemia y ha sido la política económica interna. Hacia adelante el ritmo de recuperación dependerá de la confianza que tengan las empresas para contratar personal e invertir en maquinaria y equipo.