La realidad de Belén
La ciudad aún existe después de más de dos mil años, y se encuentra en Cisjordania, anteriormente parte de lo que se conocía como un gran territorio palestino, y ahora bajo ocupación israelí.
Ya sea en villancicos, cuentos navideños o películas, la historia del hombre que vino a predicar un mensaje de amor y esperanza para la humanidad empieza igual: en un pesebre en Belén. Pero, ¿dónde queda este lugar?
Y es que la ciudad aún existe después de más de dos mil años, y se encuentra en Cisjordania, anteriormente parte de lo que se conocía como un gran territorio palestino, y ahora bajo ocupación israelí.
La historia de Belén data del 3000 a. C., cuando un grupo de cananeos asentados en la región levantaron pueblos rodeados de murallas para protegerse. El registro escrito más antiguo en donde se le menciona es en un archivo de correspondencia de un gobernador egipcio al faraón Amenhotep III, aproximadamente en el año 1350 a. C.
La fama que tiene Belén como lugar del nacimiento de Jesucristo, segun la tradición católica, se debe a la emperatriz Helena, consorte del emperador Constancio I, quien visitó el lugar entre los años 326 y 328, e impulsó la construcción de la Basílica de Natividad, que a la fecha se mantiene como uno de los templos cristianos en uso más antiguos del mundo.
Desde finales del siglo IV, Belén se mantuvo bajo ocupación de varias entidades: el imperio sasánida, la Iglesia Católica, la dinastía ayubí y los musulmanes, por mencionar algunos.
En 1517, Palestina fue conquistada por los turcos otomanos, lo que dio pie a un largo conflicto entre los franciscanos y los ortodoxos griegos por la administración y posesión de los santuarios. Esto a su vez originó que se manejaran distintas versiones de lo que ocurría respecto a la religión de sus habitantes y comportamiento de las autoridades.
Ya para la Primera Guerra Mundial, el poderío del imperio otomano pasó al Reino Unido, y Palestina, con todo y Belén, pasó a tener un mandato británico, el cual permaneció hasta finales de la Segunda Guerra Mundial. Tras el fin de este último conflicto bélico, se dictaminó otorgar un lugar de asentamiento para todos aquellos judíos que habían sobrevivido al holocausto perpetrado por los nazis.
Para este fin, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la participación del territorio palestino en 1947, con el fin de que albergara tanto a musulmanes como a judíos. La decisión no fue bien recibida por los habitantes del lugar, que fueron expulsados de sus hogares ancestrales para dar cabida a los judíos recién llegados de Europa.
Este primer gran exilio se le conoce como la Nakba, y es considerado el primer gran desalojo de palestinos debido a la creación del estado de Israel.
Desde entonces, con apoyo de las potencias occidentales, Israel ha implementado una política de expansión de su territorio a costa de los territorios palestinos, los cuales han quedado reducidos a dos: la franja de Gaza y Cisjordania —donde se encuentra Belén—.
Ambos asentamientos permanecen bajo ocupación israelí, y debido a los acontecimientos recientes en los que han muerto más de 30 mil palestinos a manos de Israel, Belén no celebrará la navidad este año.
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