La Portada | La torera improvisada
Hace tiempo que la secretaria de Gobernación no acude a Bucareli, tampoco despacha los asuntos de interés nacional, ni está informada y ni siquiera la convocan actores políticos para resolver conflictos en el país; su paso por la mañanera sólo confirma su fallido papel en la gobernanza del país
Con 15 minutos de retraso apareció ante las cámaras. Vestía ropa oscura y la sala estaba apenas un poco más llena que en las últimas semanas, incluso en canal de YouTube registraba 150 mil espectadores más que la última mañanera que había dirigido su jefe, un incremento que también se notó en la transmisión por Facebook y Periscope --incluso superado un día después con 100 mil personas más--. Ahí, estaba, al frente del más influyente escenario de comunicación del gobierno de los últimos 24 meses, pero la secretaria de Gobernación comenzó a ciegas, y así la dejaron operar.
Sin dotarla de información, sin entrenamiento en el manejo de medios, carente de una visión de Estado en sus respuestas y con graves errores, así navegó estos ocho días Olga Sánchez Cordero, quien en 479 minutos logró tirar, hasta en una tercera parte, el número de espectadores en las diferentes plataformas de redes sociales y, peor aún, dejó de marcar la agenda de cada día. Las expectativas por ver a la secretaria de Gobernación dirigiendo las conferencias en Palacio Nacional se cayeron en tres días.
Pero estos tropiezos y el fracaso por mantener, a través de la secretaria, un mensaje de estabilidad ante la ausencia de Andrés Manuel López Obrador -por estar contagiado de Covid-19-, no fue inesperado. Hace tiempo Sánchez Cordero no acude a sus oficinas en Bucareli, el todavía símbolo del epicentro de la política interior, y “tampoco resuelve” los asuntos políticos que tiene en su escritorio, asevera una fuente consultada por ejecentral. Es decir, no ejerce el papel al que le obliga la ley, de ser la mano derecha del Presidente en todos los temas de política interna y, en su lugar, todo lo pospone “para después”.
Al interior de la administración, desde hace meses, se refieren a la actuación de la funcionaria como “un florero”. Ejemplos, hay muchos, de acuerdo a la información recabada por este periódico.
›Hace unos días, por ejemplo, el subsecretario Alejandro Encinas le presentó, para buscar las formas de resolver una petición muy sensible de los padres de los 43 normalistas. Ellos piden, insistentemente, que ya se someta a juicio a los militares, le comentó. Sin pensar en opciones para atenderlo, discutir escenarios o plantear estrategias, la respuesta de Sánchez Cordero fue simple: esperar a que regrese el Presidente para que le informen y decidan qué hacer.
Pero hay algo más preocupante, aseguran funcionarios, está al margen de todas las negociaciones políticas. No la convocan ni consideran su opinión, porque no opera, salvo que se lo indique su jefe. Eso, sostienen las fuentes consultadas, está generando vacíos cada vez más profundos, de cara a las próximas elecciones. Por ejemplo los problemas con candidaturas en varios estados del país, ni siquiera le han pedido que intervenga.
En cambio, las funciones de la Secretaría de Gobernación recae más en el asesor jurídico de la Presidencia, Julio Scherer, aunque tampoco está decidiendo nada, pero él sí está informado y maneja los temas de la agenda.
La desinformación e incapacidad de operación se hicieron visibles desde el 25 de enero, cuando Sánchez Cordero se hizo cargo de la mañanera.
Desde su primera aparición cuidadosamente aclaró que estaba allí, frente a las cámaras, porque así lo había dispuesto su jefe Andrés Manuel López Obrador, y que “la instrucción que ha dado el señor presidente es clara y precisa: atender los asuntos públicos que él mismo indique para seguir informando al pueblo de México sobre la situación en que se encuentra nuestro país en estos rubros”.
Pero la secretaria se salió del guion, e incluso ha llegado a contradecir al titular del Ejecutivo.
Como su única tabla de salvación de las mañaneras, la encargada de la política interior del país --por tanto la mujer que de acuerdo a la jerarquía constitucional y legal debería ser la más informada y más operativa de todo el gabinete--, decidió abordar sólo los temas en los que se siente más cómoda, y que incluso evita en su agenda López Obrador: violencia de género, marihuana, aborto y reformas legales; y hasta darle preferencia a medios que el tabasqueño ha desdeñado. Mientras que, del resto de las temáticas, Sánchez Cordero se atrevió a decir, “no sé”, y con ello evidenciar un modelo fallido de comunicación de la Cuarta Transformación en tiempo de crisis.
Especialistas consultados por ejecentral sostienen también que la sustitución de la ministra en retiro en las conferencias ha mostrado un mensaje, el vacío existente en el manejo y estabilidad de la política interna del país, pues el hecho de que Sánchez Cordero encabece las comparecencias matutinas no es un asunto menor. Ella es la primera mujer en encabezar esta dependencia que entre sus facultades tiene toda la seguridad interna del país, y tras el presidente, ella tiene la obligación, por facultad, de ser la persona mejor informada, debido a que del cargo que desempeña depende la gobernabilidad, la relación del Ejecutivo con los otros poderes, las y los mandatarios estatales, así como el manejo de temas de política interna con impacto internacional como la migración, los derechos humanos y la transparencia, todos ellos cuestionados hoy día.
Vemos información poco sólida, la secretaria de Gobernación no es un personaje con esta empatía para responder a las preguntas, no es una secretaria mediática, es una forma en la cual pareciera que ningún secretario esta queriendo hacer más de lo que el propio presidente durante dos años los ha dejado o las ha dejado hacer” Gerson Hernández Mecalco comunicólogo político.
Arriesgar…perdiendo
Ante el hecho de que las conferencias matutinas no implican ninguna obligación jurídica, ni legal, el exponer a una secretaria de Estado con el perfil de Olga Sánchez, sin preparación para el manejo de la agenda nacional, a fin de pretender reflejar cierta imagen de continuidad o estabilidad institucional-gubernamental se debe a que es una funcionaria sin aspiraciones políticas a futuro.
El gobierno “apuesta por el corto plazo, ellos saben que es un fenómeno que a largo plazo no será recordado, o eso esperan. Ponen una secretaria a darle apariencia de estabilidad institucional, pero no apuestan por la verdad, sino por la apariencia y con ella tratan de mantener la ‘estabilidad’; mientras la popularidad de Andrés Manuel no decaiga menos del 50% todo está en orden en la 4T”, subrayó Ramón Morales Izaguirre, analista y consultor político.
Para el especialista en entrenamiento de medios y discurso político, el tabasqueño “es un presidente de medios, que la mayoría del tiempo está enfocado a lo que dice la prensa, en cómo contestar fenómenos mediáticos, en cómo manipular la agenda”, el poner a la secretaria a seguir el formato, pero sin la misma preparación, ni la misma tendencia que el Presidente es una estrategia.
Pese al cargo que desempeña, añade Morales Izaguirre, el exponer a Sánchez Cordero parece ser un tema irrelevante para el gobierno, pues considera que “la popularidad de un secretario de Gobernación ya no impacta tanto en la permanencia de un partido en el gobierno (…) Ponen a Olga para que parezca cierta estabilidad, pero si ella declara algo incorrecto, de entrada, perder puntos de popularidad ni le viene ni le va, ella no va a candidatearse a nada, su carrera política ya acabó con este sexenio; pero, no puede dejar a Andrés Manuel porque si un secretario de Gobernación deja el cargo sí es una debilidad institucional”.
La realidad es que el modelo de comunicación impuesto por el mandatario a través de sus conferencias matutinas se colapsó con su ausencia, pues ni la titular de la Segob, ni el vocero presidencial fueron capaces, desde el primer día de inasistencia del mandatario, dar cauce a la ola de rumores que se desataron a partir del vacío informativo que se generó desde el interior del gobierno, principalmente a la condición real de la salud del Presidente de la República.
“…El presidente está en… Bueno, no sabía yo que estaba en Palacio Nacional, pero qué bueno que nos dice el señor vocero que está en Palacio Nacional. Y seguramente está siguiendo todos los protocolos y la sana distancia, y todo lo que las indicaciones de los expertos les están manifestando y diciendo”, refirió la secretaria en su primera conferencia matutina.
Si bien la expectación por ver la primera mañanera encabezada por Sánchez Codero implicó un ligero aumento en el número de vistas, que en el caso de Facebook SPIN-Taller de Comunicación Política
detectó un incremento por encima del promedio en comparación de las mañaneras dirigidas por el Presidente, sobre el desempeño de la secretaria, el socio y director de la firma de consultores Luis Estrada Straffon subrayó:
“Yo creo que no está preparada, no tiene un entrenamiento mediático, que de entrada ya es grave, pero también se ha confundido como cuando no sabía dónde estaba el Presidente, cuando no quiere contestar el estado de salud, porque sólo pueden hablar lo más básico. Necesita un entrenamiento mediático urgente”.
Anteponiendo las comparecencias públicas matutinas como el “eje central de comunicación, donde los secretarios se enteran de lo que tienen que hacer en el día; el lugar donde se gobierna, y se hacen anuncios de interés nacional”, como apunta el comunicólogo político, Gerson Hernández Mecalco, advierte que la suplencia de Sánchez Cordero implica la continuidad del desaseo con el que se llevan a cabo estas conferencias.
“Sigue habiendo esta desorganización para poder llegar a un mensaje enfático, ejemplos generales, fue cuando a la secretaria le preguntaron sobre los datos que dio a conocer el Inegi sobre los decesos por Covid, y ella, o su equipo no le dio una tarjeta para siquiera avisarle que ese día el instituto había dado a conocer esos datos. Se ve una falta de preparación”.
En ese sentido añadió, “sus criterios, por ejemplo, el día que el dio el uso de la palabra a alguien por el color de su chamarra; o cuando preguntó por los ‘medios importantes’, refiriéndose al Reforma y el Universal, cuando a la fecha no recuerdo que el Presidente de una forma proactiva dijera que alguien de esos periódicos tomara la palabra”.
El académico de la FCPyS de la UNAM subrayó el atropellado paso de la ministra en retiro al frente de las comparecencias no es más que el reflejo de que en general el gobierno actual carece de los “datos correctos”, pues el desempeño de la secretaria resulta “un reflejo de la poca preparación, y de la improvisación que ha caracterizado al gobierno federal con los medios”; en el que “el gobierno está monopolizado. No hay algo más que el presidente Andrés Manuel López Obrador, entonces, enfermo o no enfermo las cosas no cambian, no hay ningún integrante del gabinete que pueda tener esa fortaleza y esa presencia superior a la del Presidente. No hay un cambio sustancial”.
Del “acomodo” al “no sé”
De los 192 minutos que duró la conferencia más extensa del presidente López Obrador, las comparecencias disminuyeron hasta 64 minutos con la llegada de la Secretaria de Gobernación. La reducción se debe, en parte, a que Sánchez Cordero ha tenido, ya sea por gallardía o mera incredulidad, que responder “no sé”, a temas que desconoce, a pesar del cargo que ostenta.
Sin embargo, el manejo que la funcionaria ha mostrado al asumir la titularidad de las conferencias ha dejado en claro la carencia de un entrenamiento mediático, en ese sentido, Estrada Straffon, sostuvo que resulta fácil distinguir la manera que los temas que suele evadir el Presidente, como son el aborto, feminismo, o la legalización de la marihuana, ahora están puestos sobre lo que la secretaria considera como “un ejemplo de fuente confiable”.
“De entrada, duran menos y esto es porque la secretaria no está acostumbrada a dar las respuestas largas que da el Presidente para evadir las preguntas. Hemos documentado como el Presidente no necesariamente contesta las preguntas, sino más bien utiliza el espacio para atacar a sus enemigos reales, imaginarios, para hablar de historia, contar el mismo chiste, etcétera”, añade el socio-director de SPIN-Taller de Comunicación Política, grupo que ha analizado desde diciembre de 2018 las mañaneras.
Estrada Straffon reconoce que las preguntas “se le han acomodado de alguna forma” para que trate temas que conoce y de los cuales a López Obrador no le gusta tocar cuando comparece ante los medios.
Muestra de ello es que, en la primera semana de cubrir al mandatario mexicano, los reporteros que acuden a la conferencia le pusieron en la mesa el tema del aborto y la consulta que ha propuesto el Presidente para despenalizarlo, así como el de la despenalización del uso de la marihuana.
Desde su llegada al gobierno, la funcionaria federal ha sido conocida por su postura a favor del tema de la marih--uana, sobre todo para fines de investigación médica y científica, sin descartar el uso recreativo; sin embargo, el tabasqueño es uno de los temas que poco ha tratado abiertamente, y en el caso particular del uso lúdico del cannabis se ha remitido en acotar: “no estamos pensando nosotros ahora en una medida así. Sólo con propósitos médicos, sólo con propósitos de salud”, como dijo en su conferencia del 26 de febrero del año pasado.
En sus respuestas, al frente de las mañaneras, Sánchez Cordero ha dejado claro que muchas de sus acciones están autorizadas y, en ocasiones, ordenadas por el Presidente de la República, como lo hizo al hablar de violencia de género, un tema “prioritario para la 4T”.
“(Estos) son los temas que ella ha tratado cuando va a la conferencia. A lo que no está acostumbrada la secretaria es que le hagan preguntas que estén dirigidas hacia los temas que habitualmente el Presidente contesta, no conoce los periodistas”, reconoce el socio director de SPIN.
Sin embargo, al intentar comunicarlos es donde se hace evidente el error, pues contemplando que Olga Sánchez Cordero es más una (funcionaria) técnica y no necesariamente una política, Luis Estrada señala que el manejo de la secretaria no resulta funcional en el formato que normalmente usa el Presidente, y que es como quiere el vocero presidencial Jesús Ramírez Cuevas que sea la conferencia.
“Con estas personas que se sientan en primera fila que no saben, que no son de medios con audiencia, con patrocinadores que son los que preguntan; la presentación de los temas no está clara”, apuntó el especialista.
Aunque para Xelhuantzi López, doctora en Ciencia Política, “el saldo político para ella (Sánchez Cordero) es positivo, pero creo yo que su posición seguirá siendo minoritaria respecto a la hegemonía masculina que representa la dupla López Obrador-Ebrard. Obviamente el delfín del presidente va siendo Marcelo Ebrard y a él no lo ponen (en la conferencia), porque entonces el desgaste ahí sí sería muy fuerte y habría que dar explicación de por qué no llegan las vacunas, etcétera, etcétera y si alguien tenía que dar la cara por eso era Ebrard”.
›La titular de Gobernación, con la sobriedad que la caracteriza, ha expresado diferendos políticos con la llamada 4T, sostiene Xelhuantzi López, pero estos no ponen en riesgo la gobernabilidad del país.
Debido a que el presidente López Obrador, como el hábil comunicador político que es sabrá sortear las posiciones contrarias de Sánchez Cordero, agregó Xelhuantzi.
“Lo va a manejar como un ejercicio de pluralidad, es decir, de demostrar que en Gabinete hay pluralidad, que existen distintos puntos de vista y respeto a las discrepancias, pero sabiendo que al final las grandes decisiones las toma él”, advierte.
786 minutos fallidos
Será para el anecdotario
Poco le queda a Sánchez Cordero al frente de las mañaneras o al menos ella misma mencionó que el 8 de febrero el Presidente volverá a estar bajo los reflectores de Palacio Nacional, pero esto es incierto.
“Es fácil conocerlo políticamente, yo creo que el regreso lo van a preparar bien, van a hacer el relanzamiento, como un ‘López Obrador reloaded’, con toda la parafernalia que el caso amerita (...) Probablemente llegue un poco cansado, pero con un mensaje triunfalista de haber vencido a la enfermedad, un poco al estilo Trump”, anticipa Xelhuantzi López.
Si bien la académica de la UNAM señala que el poner a Sánchez Cordero al frente de las comparecencias matutinas pretende ser un movimiento estratégico de la administración federal, no sólo en términos administrativos, sino también políticos, pues “se ha querido mandar un mensaje de igualdad de género a pesar de que han sido muy cuestionados en ese sentido por su indiferencia ante las manifestaciones y feminicidios”.
La politóloga sostiene que el paso de Sánchez Cordero quedará solo para el anecdotario, aunque reconoce que hace un buen papel al conducirse más como funcionaria que como política, una característica que desentona con las mañaneras, pues es ahí donde el presidente marca agenda, dicta a sus amigos y enemigos políticos y apuntala su visión de Estado.
LAS PALABRAS SÍ CUENTAN
Aunque la Secretaria de Gobernación mostró un lenguaje y temática distinta al Presidente, más vinculadas a derechos y libertades, no tuvo impacto.
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