Si sumamos las mañaneras que ha transmitido el presidente Andrés Manuel López Obrador en estos mil 844 días de administración (hasta el 19 de diciembre de 2023), veríamos que dedicó prácticamente el 70% de su días en el poder a esa tribuna, y entonces se explica cómo el tiempo invertido, su estilo y forma lo elevó a ser la única figura sustancial de todo su gobierno para conectar mediáticamente y ser así el foco de la agenda pública nacional.
“Él (AMLO) se vuelve la voz andante de la comunicación oficial, no sólo del Poder Ejecutivo, sino de todo el gobierno y de todo el país”, sostiene el especialista Luis Ángel Hurtado Razo.
Los estudiosos de la ciencia política reconocen que López Obrador construyó, en más de 20 años, un caso paradigmático en la historia de la comunicación política. Y esto se confirma al analizar las palabras, como lo ha hecho antes ejecentral.
En esta ocasión, este semanario analizó cinco informes de Gobierno para contrastar, y el resultado fue similar. La palabra “México” es la que más resonó en el mensaje, seguida de
términos relacionados con sus programas y obras prioritarias:
“bienestar”, “jóvenes” y “salud”.
Otro dato interesante es que repite insistentemente la palabra “corrupción”, y generalmente la coloca en el contexto de “una de sus principales luchas”; sin embargo, la incluye prácticamente en cada una de sus presentaciones. En contrario, habla muy poco de delitos, incidencia delictiva, de hecho en el análisis es lo que menos aparece, algo que parecería ilógico si está por convertirse este sexenio en uno de los más violentos de la historia reciente, por lo que muestran las cifras oficiales.
Ahora, la duda es si, en este último tramo, este estilo de gobernar será suficiente de cara a nueve meses complejos. A partir de enero sólo tendrá 196 mañaneras, contabilizadas de lunes a viernes, y en el camino deberá resolver unas elecciones históricas, alitibajos económicos y tensiones mundiales que incluyen más de 40 elecciones que podrían modificar la geopolítica como la conocemos, dos guerras y problemas climáticos que está impulsado una migración sin precedentes y una crisis alimentaria en el planeta, de la que México no escapa. Y además, consolidar su legado.
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