La Portada | El voto del enojo

14 de Noviembre de 2024

La Portada | El voto del enojo

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La advertencia fue para todos los partidos, pero con mayor insistencia para el presidente López Obrador, las clases medias y altas sí salen a votar en el país, y están dispuestas a castigar a los políticos y sus gobiernos

La elección en Baja California Sur parecía definida desde el arranque. Todas las encuestas daban como ganador, hasta con 10 puntos, al panista Francisco Pelayo Covarrubias, quien con su llegada a la gubernatura afianzaría 18 años del PAN el poder en la entidad, aunque esta vez en asociación con el PRI y el PRD.

Incluso unos días antes de la elección, los sondeos mostraban una disminución en la ventaja, de siete puntos, pero suficiente para ganar. Su adversario, el morenistas Víctor Manuel Castro había sido cuestionado por lo desordenado de su campaña, la falta de liderazgo y a pesar de que el todavía gobernador Carlos Mendoza Davis había sido criticado por los problemas de inseguridad, desempleo y problemas de medio ambiente y recursos naturales, no los había logrado capitalizar.

Pero al cierre de la jornada electoral del domingo 6 de junio, los votos habían dado un giro. El profesor Castro, como le llaman a quien encabezó la coalición con el PT, había ganado con poco más de seis puntos. Los ciudadanos habían castigado, con su voto, al gobierno del PAN.

Ocurrió que un mes antes, los morenistas y petistas habían demostrado que Pelayo Covarrubias, junto con familiares y panistas se habían apoderado del agua. Los denunciaron y comenzaron las investigaciones a nivel federal.

Este domingo, salieron a votar más personas que en la elección de 2015, cuando eligieron a Mendoza Davis, tan sólo 22 mil 241 personas más, pero fue suficiente. Víctor Manuel Castro ganó, de acuerdo con el Programa de Resultados Electorales Preliminares del Instituto Electoral de Baja California Sur, ganó con 17 mil 606 votos.

Este voto de castigo a gobiernos y políticos se repitió a lo largo del país. Las boletas no sólo se marcaron contra el presidente Andrés Manuel López Obrador, también contra priistas y panistas de municipios, congresos y gubernaturas. Y fue, la participación de un sector de la sociedad, con niveles socioeconómicos y estudios por encima de la licenciatura, los que impulsaron este cambio. Y así, el país se dividió.

“Se afianzó la polarización. Y es lo que busca el presidente. Yo no creo que hubiera pensado que iba a perder tantas alcaldías, pero las cuentas del presidente son, si yo polarizo ricos contra pobres, son más los pobres: gano. Y es verdad”, sentenció Rodrigo Galván de las Heras, director general en De las Heras Demotecnia.

Y es que por un lado, las opciones se redujeron a un bloque opositor al gobierno en turno, el cual se materializó en la alianza entre el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido de Acción Nacional (PAN), y el Partido de la Revolución Democrática (PRD); y por el otro, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y sus, actualmente, principales aliados que son el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM).

Si bien a cuatro días de la elección los datos respecto a quiénes y cómo votaron continúan en fase de construcción, especialistas entrevistados por ejecentral coincidieron en que fueron las personas con un nivel, tanto socioeconómico como de estudios por arriba del promedio, quienes en su mayoría salieron a votar el domingo pasado en contra de lo que el presidente de la República y su gabinete han insistido en que se trata de la “cuarta transformación del país”.

En contraparte, y también con un considerable número de sufragios, salieron a las urnas aquellas personas quienes consideran que Morena y el presidente López Obrador son una opción viable o por lo menos una expectativa de cambio distinta a la hegemonía que habían afianzado partidos como el PRI o el PAN, principalmente. Lo cierto es que la volatilidad de los votos repercutió en los resultados de cada distrito y alcaldía que celebraron votaciones.

“Dadas las condiciones de votación, del país, lo sorprendente es que Morena no haya perdido más votos, y esa era la interrogante que todo mundo tenía porque el impacto político por el estancamiento económico, de la violencia, no se estaba viendo reflejado y en realidad el impacto fue menor. Los partidos de oposición tampoco es que se hayan beneficiado de ese descontento. PAN y PRI traen casi lo mismo, quizás los que creciendo un poco más fueron los partidos pequeños, pero en realidad el descontento con Morena, por una parte, fue limitado, y en segundo lugar pues se repartió en todos los partidos de oposición”, sostuvo Jorge Buendía Laredo, director de la consultoría Buendía & Márquez.

El plano de la Ciudad de México, donde Morena mantuvo una preferencia en algunas alcaldías, las fuerzas políticas de oposición acumularon las preferencias en la otra mitad de la capital, resulta el más claro ejemplo del diagnóstico que para para analistas y encuestadores arrojaran los resultados preliminares de las “elecciones más grandes de la historia”: México está dividido.

El dato. Con una participación por encima del 50%, lo cual significó un aumento en la cantidad de votantes en comparación a lo registrado históricamente en el país en cuanto a elecciones intermedias, los comicios del pasado 6 de junio reflejan que fue la alternancia la opción más socorrida por los votantes.

Aspiración por cambiar

Bajo la consideración de que el perfil del electorado no podría modificarse drásticamente en cuanto a aspectos o patrones históricos como son el que la gente con mayor nivel educativo y quienes tienen un mayor nivel de ingreso vota más; así como el antecedente de que son las mujeres las que más salen a sufragar en comparación con los hombres, o que las personas de entre el 40-45 años resultan más participativos que las personas por debajo de ese rango de edad, diversos especialistas consultados por este diario señalaron que las evidencias tras los resultados electorales del domingo pasado podrían significar la antesala al 2024.

“Se mantiene el patrón de la alternancia. Desde hace mucho a nivel estatal la alternancia ha sido una constante, de hecho, muchos de estos estados que vivieron la alternancia hace seis años, ahora son 12 de los 15 quienes tuvieron alternancia: Chihuahua, Sonora, Sinaloa, Colima, Michoacán, San Luis Potosí paso del PAN al PRI; digamos que en muchas de esas entidades han estado cambiando de partido”, señaló Buendía Laredo.

De acuerdo con el doctor en Ciencia Política, el panorama variopinto que dejan los resultados electorales, aunado a una participación superior al 52%, “por encima de las precedentes”, es muestra de la alternancia a nivel local que persiste, así como de la volatilidad en una buena parte del electorado que a su consideración sigue sin encontrar en sus gobernantes una respuesta a sus demandas.

“Debemos tener como bolsillos de volatilidad, es decir, como regiones más volátiles y otras más estableces, a nivel agregado si se suman los porcentajes de voto para el PRI y el PAN son parecidos a los que sacaron en 2018. Realmente es entre uno o dos puntos porcentuales más quizá”, comentó.

Aunado a ello, Elías Aguilar García, profesor-investigador de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) consideró que la alianza de ‘Va por México’, conformada por los partidos de oposición del PRI, PAN y PRD fungió particularmente en las elecciones locales, como una “principal motivación, a la aspiración al cambio”; no obstante, tampoco logró desbancar en cuanto a nivel de preferencia al partido en el poder.

“Y en el caso de las diputaciones federales si lo vemos en términos proporcionales, es decir, el porcentaje de votos que se llevaron los diputados de Morena y sus aliados no varía muy significativamente con respecto a 2018, me parece que fue de 40-44%, y en este caso fue de 43-44% de la votación que se dio en los 330 distritos electorales federales”, acotó Aguilar García.

Desde el análisis del también director de Indicadores SC, fue precisamente esta “vocación de cambio”, lo que implicó que los abanderados de Morena hayan mantenido la mayoría de las gubernaturas que estaban en disputada, --al llevarse, de acuerdo con los resultados preliminares del PREP, 11 de las 15 gubernaturas en diputa--, “porque en esos estados tenían ya presencia o mucho tiempo en el gobierno los partidos opositores a Morena. Eso explicaría el cambio”, sostuvo.

Para Aguilar García antes de pensar o considerar que las elecciones del domingo pasado implican un bosquejo de lo que podría manifestarse en los comicios presidenciales de 2024, apuntó que la revocación de mandato resulta la próxima prueba en la que bien podría definirse un sentido claro respecto a los escenarios que podrían acontecer dentro de los próximos tres años.

“El referente inmediato va a ser la revocación de mandato que se supone que va a ser el próximo año, entonces, yo creo que ese sí sería el termómetro para 2024.

Si los partidos de oposición: PAN, PRI y PRD deciden mantenerse como una alianza legislativa en el Congreso de la Unión sí va a ser importante y sería un elemento de cómo estaría para el 2024. Básicamente se conformarían dos fuerzas político-relectorales en igualdad de condiciones. Por un lado, Morena y sus aliados, y la alianza del PRI, PAN, PRD, por el otro.

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Punto de quiebre

“Estimado vecino, enorme felicitación nos merecemos por la gran participación que tuvimos en la jornada electoral…”, iniciaba un mensaje de WhatsApp que se transmitió a vecinos de Bosques, Interlomas, Lomas y Virreyes. La razón, En Miguel Hidalgo esas colonias habían registrado, en al menos cinco casillas una participación de entre el 78 y 80%, y algo muy similar ocurrió en Cuajimalpa.

“…Sigamos participando e involucrándonos en los temas que afectan a nuestra colonia, alcaldía, estado y país, sólo así seremos una sociedad madura y responsable!”, concluía el mensaje.

La Ciudad de México y el Valle de México tuvieron el sello de la participación y, según especialistas, muestra la concentración de las fuerzas de oposición, así como de la suma de inconformidades hacia el gobierno en turno.

En realidad, sostuvieron diversos analistas consultados, la capital del país aglomeró la suma de inconformidades y la divergencia de opiniones, y posiciones sociales y políticas, en la ciudad gobernada hoy en día por Claudia Sheinbaum, quien puede ser candidata presidencial.

“Acepto el desafío, por lo que a mí corresponde, para atender más la ciudad (CDMX) y atender más a los pobres de la ciudad, porque faltó más trabajo y más información. Fue mucho el bombardeo y la manipulación, y ojalá lo piensen todos los ciudadanos, lo piensen bien”, se justificó nuevamente la mañana del miércoles el presidente López Obrador, en su mañanera, tras haber abordado por tres días consecutivos el tema de los resultados electorales, y los triunfos que obtuvo “el movimiento”.

Con base en el análisis de que la perspectiva pre-electoral, según diversas encuestas, la principal expectativa era que a Morena no le fuera tan bien en las elecciones locales y que resultara favorecido en las de diputaciones federales; lo cual ocurrió a la inversa, ya que de acuerdo con los primeros resultados no alcanzó la mayoría calificada; además de que resulto mejor favorecida en las elecciones a gobernador, al menos en cuanto a triunfos se refiere.

El consultor Buendía Laredo reconoció que hay segmentos de la población que sí están enojados. “Incluso en la ciudad de México una parte sí lo manifestó. Pero, así como Morena pierde en esta parte de la ciudad, pues le fue muy bien en Sonora, en Sinaloa, en otros estados, y ya en el balance pues se compensa. Hay que analizar regionalmente porque los votos se movieron de manera diferentes en los diferentes estados”, reconoció.

En ese sentido, Elías Aguilar García reiteró que ese “voto de cambio” a favor de la alianza PRI, PAN, PRD resultó ser la principal motivación a nivel local como parte de lo que él denominó como “la aspiración al cambio”; y subrayó que, “lo que sí marca la diferencia es que en esta ocasión la alianza de los partidos opositores, y sumados los votos proporcionales que obtuvieron cada uno de ellos, sí representa un bloque importante que le quitaría la mayoría calificada que tenía Morena y sus aliados”.

Morena ahora dependerá de la permanencia de la alianza opositora, para determinar qué tanta viabilidad tenga el presidente y su partido para concretar modificaciones a la Constitución. Al respecto, el doctor en Investigación de la Comunicación refirió: “veremos si en estos días no se fractura, porque se puede fracturar y el escenario en términos legislativos sería muy favorable para Morena”.

Para Rodrigo Galván De las Heras no hay duda: “en la CDMX la participación de la clase media fue la que me sorprendió muchísimo”. Y en ese aspecto el también maestro en Marketing Research por la Georgia Tech University de Estados Unidos, añadió, que los resultados de las elecciones en la capital del país resultan un reflejo de la política que ha impartido el presidente en todo el país.

“Cuando tu misión en la vida es polarizar, pues polarizas para todos lados no nada más para uno. En sus cuentas, que las haces bien, (el presidente López Obrador) sabe que en esa polarización él tiene mucho más. Gana mucho más de lo que pierde. Gana perdiendo”, aseveró.

Divide et impera, la máxima de la 4T

Para expertos en el tema electoral quién o cómo haya ganado el pasado 6 de junio implica forzosamente una previsualización de lo que podría acontecer en las elecciones de la sucesión presidencial de 2024. Desde la perspectiva de Galván De las Heras, la alianza en las ciudades, como la CDMX, conglomeraron un “voto de castigo”. No obstante, consideró que, en cuanto a términos federales, la clase media representa por encima del 30% del país; mientras que el 70 por ciento restante no lo es. “O sea que se polarice (el voto) no quiere decir que le vaya mal a Morena. Le va a ir mal donde predomina la clase media”, sostuvo.

Al señalar que las pasadas elecciones intermedias no son equivalentes a las de 2018, el maestro en Comunicación Integral en la Universidad Complutense de Madrid precisó que, en el caso de la CDMX, “sin duda la participación de la clase media fue la que me sorprendió muchísimo”, pues no se tenía un antecedente tanto alto de participación de ese estrato social.

Ante la concepción de que “en términos estratégicos y políticos” la coalición opositora del PRI, PAN y PRD resultó “fue fundamental en muchos lugares, y en algunos otros fue insuficiente, pero sí significó una suma de intención de voto”, Jorge Buendía ahondó que la capital recae en la ejemplificación de que Morena, al igual que los partidos opositores se encuentran en la incertidumbre de las volátiles decisiones del electorado.

“Creo que la CDXM es muy claro la evidencia para este argumento (de la polarización). Las alcaldías que tienen los niveles socioeconómicos más altos votaron mucho más que las alcaldías con nivel socioeconómico más bajo, por ejemplo, en Cuajimalpa la tasa participación fue del 68%, en la alcaldía Benito Juárez del 64% y en la Miguel Hidalgo 61 por ciento. Todo por arriba del promedio de la ciudad (…) Pero en Iztapalapa que es una alcaldía más grande, pues sólo votó el 45%, entonces, ahí sí vemos diferencias en los niveles de participación que están correlacionados con nivel socioeconómico y obviamente también con preferencias electorales”.

El profesor Elías Aguilar García refirió que un voto de castigo hubiera implicado para Morena el perder la mayoría absoluta, es decir el 50% más uno en el Congreso de la Unión, lo cual dijo es una situación que no ha pasado. “No es un mal resultado para Morena en términos generales, dado que los tres años de ejercicio en el gobierno sí erosiona la imagen del partido en el poder”.

Sin atreverse a señalar a una derrota definitiva o una victoria contundente para el partido de Andrés Manuel López Obrador, el académico de la UDLAP consideró que los comicios sí evidenciaron cierto desgaste para el partido en el poder.

“La pérdida del PRI habría que entenderlo en el contexto local, no en el contexto federal. En el contexto local, por ejemplo, Campeche, Guerreo, Sinaloa en esos espacios hay que entenderlo en el contexto local porque Morena en esos estados desde el 2018 quedó como primer fuerza electoral, ahí en esos estados la aspiración de cambio fue capitalizada por Morena, por ser un partido que en esos espacios era la oposición, pero el de mayor posicionamiento en términos del cambio”, detalló.

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