La Portada | Difícilmente sabremos que pasó: Ciro Gómez Leyva

17 de Noviembre de 2024

La Portada | Difícilmente sabremos que pasó: Ciro Gómez Leyva

Ciro Gómez Leyva

Hacer periodismo en México después de sufrir un atentado no es sencillo, ni contar con un equipo que esté dispuesto a hacerlo; en esta entrevista habla sobre sus dudas, los cambios y retos de seguir

Apenas un mes atrás sicarios le dispararon a matar. Ciro Gómez Leyva estaba a unos metros de su casa y terminaba su habitual jornada de trabajo. Todo cambió.

Después de escuchar ese atronar de los cristales que lo protegieron y el seco sonido de los disparos, hay una herida que no hizo la pólvora, que es indeleble y que revuelve las emociones y las ideas, y que se dibuja en los ojos de un periodista que ha sido maestro de varias generaciones, que cambió formas y estilos en la televisión, y que ha escrito de las mejores crónicas en el país.

Esta es la primera entrevista larga que ofrece Ciro a un medio de comunicación, en confianza habla sobre lo que ha sentido en estos 27 días que han pasado; y de sus primeras impresiones sobre el informe que las autoridades capitalinas dieron sobre su caso, al detener a integrantes de la célula que le disparó.

Confía en las autoridades. “Si no ¿en quién?”, dice, pero no espera que se conozca toda la verdad, pues “sería ir contra la historia del crimen”.

Se le ve fuerte, aunque por instantes frágil. Es el mismo Ciro, el periodista, el bromista, muy directo y hasta desafiante, pero esta vez con la emoción en la epidermis, esa que humedece los ojos.

Cuenta que ha sido un tiempo de reflexión y de no encontrar respuestas, de continuar procesando todo lo ocurrido, de tomar una conciencia distinta de la vida. Difícil, dice, saber si fue un chivo expiatorio o si el detonante fue un trabajo periodístico que presentó en sus programas; pero más difícil es decidir si puede retomar su trabajo profesional en México, con el mismo ímpetu, en una guerra interna que ahora enfrenta.

Hay frases que remarca y casi deletrea, una en especial: “tenemos que” manifestarnos cuando hay un ataque a periodistas, no se puede dejar pasar un ataque más. No sabe qué pasará, pero por ahora asegura, él y su equipo. “Aquí está”, pues “va ganando el deseo de seguir en el periodismo”.

Ya hace un mes que pasó todo esto, ¿qué cambia en la vida cuando se transita por una experiencia así?

—¿En mi vida personal? La cambió radicalmente. Mi gran lujo de vida, y sé que era un poco extravagante, como todos los lujos, era poder vivir como un ciudadano. Yo no tenía escolta, no tenía chofer, yo manejaba mi coche. Mi placer, vivo en la colonia Florida, llevo 12 años viviendo allí, es caminar, ir a los lugares, ir a a la farmacia, poder ir a retirar dinero al cajero, ir a un restaurante y tomarme un café, ir a correr a los viveros de Coyoacán. Ese era mi lujo,

“Entonces, imagínate, el atentado fue a las 11 y 10 de la noche, y yo salí del lugar, donde terminé refugiado, de la casa de Manlio Fabio Beltrones, después de declarar con Ministerio Público. Yo salí de trabajar a las 11 de la noche aquí manejando mi coche, a las 3 y media de la mañana regresé a mi casa, con un dispositivo de seguridad enorme.

“Yo no he vuelto salir a la calle, es que no volteas atrás pensando que te pueden atacar, pues no, porque no lo he vuelto a hacer. Yo estoy con un operativo de seguridad que a mi me parece muy fuerte, muy grande”.

Ciro Gómez Leyva

¿Y en lo profesional?

—En lo profesional creo que había una decisión muy sencilla, si uno es periodista, si uno es reportero, había una decisión muy sencilla, aunque no había dormido un minuto, ir al programa en la mañana y por supuesto estar en el programa en la noche (tras el ataque).

“Fue un viernes, luego trabajé un lunes y sólo en la mañana el martes y luego comenzaron las vacaciones. En ese sentido el tiempo jugó a mi favor, me dio tiempo de pensar, de tomar un poco de distancia, de recuperarme anímicamente, porque sí estaba muy triste después del hecho. Muy triste y muy reconfortado por tantas muestras de cariño y solidaridad. Y decidí, tampoco me costó mucho trabajo, decidí que si se puede, si se puede, voy a tratar de seguir trabajando como lo hacía en diciembre”.

¿Vivir algo así es una toma de conciencia distinta?

—Y lo estoy procesando, lo estoy procesando. Por supuesto que lo estoy procesando y está luchando en mi el sentimiento de la desesperación, del enojo, de irme, de abandonar, contra el de vamos a seguir, vamos a seguir. Sí está luchando y va ganando, y ojalá lo haga y se imponga, el deseo de seguir.

Dijiste ‘sí se puede’, es en el sentido positivo o si hay las condiciones es que seguirás, ¿qué es?

—Sí se puede… Primero yo no sé qué pasó, yo no sé qué pasó, pero una de las hipótesis que han manejado las personas, los especialistas con los que he hablado en estas tres, casi cuatro semanas, es quizá la posibilidad que tenga que poner una distancia. No hemos llegado al punto qué signifique esa distancia. Si esa distancia es meramente dejar de hacer ciertas cosas en mi trabajo o dejar de hacer mi trabajo, o dejar de vivir en la Ciudad de México o dejar de vivir en México, existe esa posibilidad, como posibilidad.

“Y también por momentos está la desesperación de decir yo no quiero vivir con este dispositivo de seguridad, causando las perturbaciones que uno causa cuando tiene un dispositivo así. Viendo como un guardia de seguridad puede llegar a mi casa a las 6 de la mañana y terminar e irse a las 11 y media de la noche. Hay muchas cosas también donde entra en juego tu deseo, tu voluntad, tus sentimientos, es lo que estoy procesando.

“Por lo pronto aquí estamos y ojalá, ojalá, ojalá, pueda estar un buen rato”.

El periodista Jesús Blancornelas, ya en los últimos años, en una charla me dijo que creía que no valió la pena lo que hizo y el atentado que sufrió… nada cambió y lo descalificaban a él, ¿hasta qué momento vas a evaluar tú que vale la pena seguir?, ¿cuáles van a ser tus indicadores?

—Yo conocí y quise a Jesús, conviví de alguna manera con él después del atentado, una persona de excelencia, pero Jesús, como tú, como Raymundo, como cualquier otro periodista tiene su visión de la vida, tiene sus sentimientos, sus anhelos, sus objetivos, sus tristezas, en fin… Yo no conocía esta reflexión de Jesús, la respeto mucho. Yo no me complico tanto la vida, nunca me la he complicado, yo soy periodista y mi trabajo es registrar, tratar de registrar bien la información, de procesarla bien y presentarla bien, si lo hacemos cumplimos el objetivo, lo que nosotros creemos nuestro objetivo social y lo cumplimos con un televidente. Nosotros siempre decimos en nuestros equipos, trabajamos para un televidente, para un radioescucha, y cuando escribía trabajaba para un lector, para esa persona que se toma la molestia de sintonizarte en la radio, en la televisión o de leerte.

“Yo no trabajo, y eso sé que me ha traído muchas críticas, yo digo, yo no trabajo para defender la democracia, yo no trabajo para defender los derechos humanos, yo no trabajo para defender la soberanía. Por supuesto como ciudadano tengo mis convicciones y mis anhelos, deseos, pero como periodista mi anhelo y el de mi equipo es hacer un buen programa de radio en las mañanas y hacer un buen programa de televisión”.

¿Qué lees tú de todo lo que ha pasado del hecho?

—¿Qué leo del hecho? Uno, que la autoridad está trabajando y creo que lo vimos hoy. Dos, que lo único que se tiene, un mes después, es que se dio con algunas personas que al parecer, de acuerdo con la información que se presentó hoy, tendrían que ver con la célula o el grupo de ajusticiamiento, no hay mucho más.

“Yo he dicho, porque además también es algo que practicamos en nuestros programas, que no me iba a poner a dar especulaciones. Una hora después de que yo puse el tuit a las 11:33 de esa noche, la cantidad de reacciones eran enormes, ya estaba por ahí el hashtag, no sé si dos horas después o más, #AmloAsesino o #FueContraAMLO. Sabíamos que la noticia estaba impactando. Entonces con mayor rigor me dije y las cuatro o cinco personas con las que pude platicar en ese momento, dijimos lo que luego expresé a las 7 de la mañana en radio: trataron de matarme, no sé quién, no sé por qué y mientras no tengamos información no voy a ser yo ni van a ser mis equipos o los programas que yo dirijo los que se pongan a diseminar conjeturas, hipótesis o especulaciones”.

El periodista toma una pausa y continúa… “Tampoco es muy complicado, ¿no? Tienen que ser tres círculos donde pudo haber venido este ataque. Uno, el círculo personal, yo la verdad lo vería muy poco probable, porque esto me toma en un momento de vida tranquilo, incluso en un momento profesional no tan intenso como pudo haber sido hace dos años; siempre puede pasar algo, siempre puede haber una historia, pero yo lo vería muy poco probable la parte profesional.

“Un segundo espacio, conjunto, universo, como lo quieras llamar, que sería el de alguien necesitaba matar a una persona como yo, no necesariamente a mí, para generar un efecto, qué efecto, póngale el que quieran. Y tercero, tercer espacio, tercer conjunto, alguien me quiso matar como consecuencia de un trabajo, de algo que hicimos, de cuándo, una semana antes, un mes antes, un año antes, 10 años antes; por una nota nacional, por una

nota local, por una nota que tenía que ver con cosas de salud o con cosas de seguridad, no lo sé.

“Y si vez, podríamos tener a los mejores especialistas en prospectiva, en criminología y al final la única conclusión que vamos a llegar es un podría ser esto, podría ser lo otro. ¿Qué gano informativamente?, ¿qué gano vitalmente con ponerme hacer conjeturas? Nada”.

¿Cómo ves el panorama para los y las periodistas en este país?

—Muy preocupante para los periodistas y para los no periodistas. Este es un país donde todos los días matan 70, 80, 90, 100, 110 personas, este es un país violento y muy peligroso. Y ese peligro se extiende a la actividad periodística y tú sabes, y ustedes saben especialmente en qué regiones del país y dónde han matado al mayor número de periodistas, donde la proximidad de los grupos criminales, donde la probabilidad de que la impunidad de los grupos criminales sea mayor, allí es donde han matado a los periodistas. Es una tragedia.

“¿Cómo veo la situación?, como una tragedia, como una desgracia”.

¿Qué podemos, qué se debe hacer como periodistas?

—Lo estamos viendo en el caso de Guerrero (con el periodista desaparecido y sus compañeros). Si algo pudiera dejar el atentado en mi contra es la reacción ,la respuesta en las horas siguientes y los días siguientes. Yo te diría de prácticamente todo del gremio periodístico, con diferentes matices, tonos y demás, pero hubo una solidaridad. Yo no me lo imaginaba eh, conocemos muy bien lo que es nuestro medio periodístico, las rivalidades, en fin, y la reacción de solidaridad y en muchos casos de cariño fue muy grande, algo parecido estoy viendo en Guerrero; no sé si en otros casos se podría dar una situación así, porque de inmediato las autoridades empiezan a sembrar la sospecha de que no era periodista que tenía que ver con otras cosas.

“Pero la manera en que actuó el gremio, no me gusta el término gremio periodístico, tantos periodistas, forzaron a la autoridad a primero a una autocontención, incluso de algunos días del propio Presidente, luego pues es su naturaleza y salió a adjetivar yo diría sin ton ni son, salió a hablar del caso sin decir absolutamente nada, pero bueno, tenía que tener su protagonismo en la historia.

“Si queda eso de entender que una agresión a un periodista nos toca, y que tenemos que, tenemos que manifestarnos, yo creo que habría un punto positivo en esta historia. Tenemos que, porque a veces los periodistas reaccionamos pues con ese sí, con ese no, en algunos casos nos metemos y en otros los vemos con desgano. Si eso se consiguiera, creo que podría ser valioso, valioso para qué, ¿con eso se van a contener los criminales? No lo sé. Yo me sentí muy arropado, muy acompañado. Y en los momentos… de… yo la sensación que tuve fue de gran tristeza, de una enorme tristeza…”

¿De qué era esa tristeza?

—Una sensación de tristeza… yo asociaba mucho, sobre todo recordaba algunas reportajes que hemos hecho aquí en Imagen, de cómo los criminales fueron vaciando comunidades, sobre todo en Zacatecas, y yo decía yo finalmente soy un privilegiado por estar en la Ciudad de México, por trabajar en medios nacionales, por tener un coche blindado y porque después del ataque hubo una respuesta, mucha solidaridad. Cuántas personas de las que nosotros reportamos y contamos sus historias y de alguna manera estamos cerca de ellas, les dispararon, sí las mataron y la mañana siguiente los asesinos siguieron rondando como si nada y siguieron matándolos y siguieron apropiándose de lo suyo.

“Yo tuve esa sensación durante varios días, cuatro o cinco días, me generaba mucha tristeza y desde luego todos los impactos, la gran cantidad de información que estaba procesando esos días, pero al mismo tiempo una gratificación un sentimiento de vida, con el pequeño mensaje en WhatsApp, lo que decía periodista en la radio, en la televisión, lo que leía, los artículos que se publicaron, las portadas de los periódicos, el sábado y el domingo, para mi fue muy tonificante, en esas ando…”

¿Yo sé que has dicho que confías en las autoridades, pero si no se resuelve de fondo, qué repercusión tendría no comprender lo que pasó?

—Yo digo que confío en las autoridades, primero porque creo en el trabajo de Omar García Harfuch, lo conozco, sé que ya está la Fiscalía... Pero si no confío en la autoridad, en quién confío, punto número uno.

“Segundo, he visto que la autoridad no metió esto en un cajón, o no lo tiró al bote de basura, sino que han trabajado. Ahora, tú has trabajado los mundos oscuros, tu has trabajado cerca de la nota negra, la nota roja, pues la probabilidad de que lleguemos a saber quién fue y por qué es baja, es la historia del crimen, es la historia del periodismo negro, del periodismo rojo, de la nota criminal, de la novela negra, muy difícilmente lo vamos a saber.

“Yo no tengo una gran expectativa. Cuando digo confío en la autoridad, pues es una autoridad que reaccionó, es una autoridad que se ha sumado a mi protección, los he visto trabajar bien, es una autoridad que ya vimos que parece tener o que tiene interés en cuando menos presentar información, de allí a que todo esto llegue a la conclusión de que fue este grupo o fue esta persona o fueron estos, sería ir contra la historia del crimen”.

¿Has considerado la fuerza que tu voz puede tener ahora, sobre la violencia contra el periodismo?

—Si en algún momento yo tengo que hacer un trabajo muy parecido al que hacía antes del atentado es este, yo soy un periodista, yo no soy un líder social, no soy un líder político, yo no soy un símbolo de quién sabe qué cosas, no lo sé hacer y no sé en qué mundo me metería.

“Una de las cosas que sí me impuse y me he impuesto con mi equipo y con mis jefes, vamos a tratar de hacer, si se puede mejor, a tratar de hacer el trabajo que estábamos haciendo antes del atentado, porque si no, ¿en qué me convierto?”.

¿Tu crees que incide esta constante provocación o azuzar de una forma u otra, desde Palacio Nacional, para ejercer en libertad y con seguridad el periodismo?

—Lo he dicho en muchas ocasiones, para mi es inaceptable la forma en que el Presidente utiliza los recursos públicos y el poder presidencial para agredir a terceros, la mayor parte de las veces ciudadanos, a veces son empresarios, a veces son o fueron funcionarios, a veces son periodistas. Me parece inaceptable, pero es un estilo de política, que vemos no sólo practica el presidente López Obrador, sino que han practicado, sobre todo en los últimos 10 o 15 años, varios mandatarios, más o menos de ese corte.

“Me parece inaceptable y lo he dicho desde el 2019 y que además lo haga manejando los recursos públicos. Ahora, de allí a la conexión que esto puede tener incidencia con lo que me pasó sería entrar en conjeturas y especulaciones, yo más bien creo que para él, para López Obrador fue una pésima coincidencia el que un día anterior dijera que si me escuchaban o me veían les iba salir un tumor en la cabeza, y que me dispararan a la cabeza al día siguiente, yo creo que para él fue una pésima coincidencia.

“Pero por supuesto me parece lamentable, me parece muy lamentable lo que hace todos los días desde el principio de 2019 el presidente López Obrador. No es el que un personaje con ese poder, se esté refiriendo, te esté insultando, él dice que no, que él se defiende, que él ejerce su libertad de expresión, pero que se refiera a ti y a otras personas de esa manera, desde la posición de Presidente de la República, lo he dicho, a mi me parece un abuso. Ahora, es lo que es, ¿qué hacemos ante eso? Más allá de denunciarlo, de criticarlo, de lamentarlo, ¿nos replegamos? No, pues seguimos haciendo nuestro trabajo y allí más o menos le hemos ido entendiendo, cuatro años así.

¿Tu equipo cómo está?

—Están bien, fueron el viernes, un día muy emotivo, lloramos todos, lloramos en la mañana, lloramos en la noche, pero todos firmes y todos muy solidarios.

“Si ustedes han seguido nuestro trabajo como en la mañana como en la noche, sabrán que en ninguno de los dos casos, es un programa donde sale un señor y tira rollo, es un trabajo de un equipo, y lo he dicho y lo repito, en nuestro equipo, mañana y noche, están varios de los mejores periodistas de México, varios de los mejores reporteros, varios de los mejores productores, camarógrafos, diseñadores de México. Un equipo muy profesional, muy probado, con varios de ellos he trabajado en otros proyectos, los conozco desde hace mucho tiempo, estaban muy conmovidos, y todos entendiendo que si la consigna era seguir trabajando, había el primer compromiso, era hacer un muy buen programa ese día o dos muy buenos programas.

“Los tocó, sin duda los tocó. Para mí también su solidaridad y su lealtad, y la lealtad esa noche, esa mañana era estar y trabajar bien, no la pagaré nunca, todavía me emociono. No sabes, ver a estos tipos durísimos, ver a esas mujeres durísimas, todos llore y llore, pero allí están, allí estamos”.

¿Crees que hay un punto de retorno a lo que había antes del 15 de diciembre?

—Ojalá, ojalá, ojalá… Puede ser hoy uno de mis grandes ambiciones y de mis grandes anhelos que algún día mi vida vuelva a parecerse, no sé si va a poder volver a ser igual, a parecerse a la vida que yo tenía el 15 de diciembre, te diría que va a ser uno de mis grandes anhelos, ojalá esa vida pueda ser en México, no sé si pronto, pero ojalá la pueda hacer en la Ciudad de México y la pueda hacer en México. “Ojalá, ojalá. Es un anhelo. Cuando menos tengo un objetivo claro, uno de vida…”

Una historia de 40 años

Ciro Gómez Leyva tiene más de 40 años en el ejercicio del periodismo, como reportero y jefe de información de varios medios nacionales de comunicación. Incluso en 2002 fue portavoz de CNI, tras un crudo conflicto legal entre el dueño del canal, Javier Moreno Valle, y TV Azteca.

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