La Portada | Deuda real de México: 14 billones de pesos

15 de Noviembre de 2024

La Portada | Deuda real de México: 14 billones de pesos

El gobierno de López Obrador se ha endeudado al mismo ritmo que lo hizo Calderón, y ahora México enfrenta un pasivo equivalente a dos veces la deuda de hace 22 años; la tendencia indica que seguirá creciendo

Hay un dato económico que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha evadido explicar con precisión públicamente en los últimos dos años: el nivel y crecimiento de la deuda de México. Sólo ha dicho, de manera insistente, que no se ha endeudado.

Pero la realidad es otra, la deuda en México se ha incrementado en términos nominales casi igual a lo que creció con el expresidente Felipe Calderón en sus primeros cuatro años de mandato.

Para dimensionar lo que ha crecido el pasivo público, es ahora dos veces la deuda con la que terminó su sexenio el expresidente Ernesto Zedillo, lo que significa todos los sexenios acumulados antes que él.

ejecentral revisó a detalle los documentos oficiales nacionales e internacionales, y consultó a especialistas y esto arrojó que en este momento la administración lopezobradorista acumula una deuda de 14 billones 150 mil millones de pesos. Es decir, que en estos casi cuatro años ha aumentado en tres billones 131.3 mil millones de pesos o un 28.4% extra, a como la recibió de manos de los peñistas.

Y las expectativas son que la deuda crecerá aún más, de acuerdo al Paquete Económico que la Secretaría de Hacienda envió al Congreso la semana pasada, si no se alcanzan las expectativas de crecimiento, inflación y recaudación en 2023.

Pero no sólo es esa deuda la que corre por la Cuarta Transformación, sino también, una de aproximadamente de dos billones de pesos extras a la existente, monto que se esfumó y no contribuyó a ningún bien o servicio que haya aplicado el Estado.

Se trata del pago del aeropuerto cancelado en Texcoco, inyecciones de recursos a Pemex y CFE, dinero que no reflejó algún crecimiento o beneficio al país y que sí dañó el crecimiento económico. En el caso de la terminal aérea, esa deuda se está pagando con el TUA que se obtiene del aeropuerto de la Ciudad de México, por ejemplo; o la emisión de bonos en el caso de las empresas del Estado.

“Durante este gobierno se alcanzó la pérdida de 2 billones de pesos que no se han traducido en desarrollo para el país o en crecimiento de nuestra economía, así el costo de la cancelación del aeropuerto de Texcoco, y las inyecciones de dinero a Pemex y CFE han sido sido recursos sin impacto social o económico pero altamente rentables en términos de la política que aplica esta administración”, señaló en entrevista para este medio Carlos Alberto Martínez, catedrático de la Universidad Panamericana. “Es una irresponsabilidad nunca antes vista”, explicó el especialista.

Si se considera la deuda pública más lo que se esfumó, se puede establecer que México arrastra un pasivo más grande al que está asentado en los libros, una deuda de casi 16 billones de pesos, lo que la elevaría como porcentaje del PIB a 55.2 por ciento.

Foto: Cuartoscuro

¿No hay deuda?

Durante sus conferencias matutinas, el mandatario ha sostenido un par de veces el concepto de la deuda, pero un tanto ambigua, ya que no coinciden las cifras que expone con las que proporciona la Secretaría de Hacienda.

Pese a ser sus comentarios tan imprecisos y sacar los porcentajes que le favorecen, en términos nominales, la deuda ha crecido más con López Obrador que con sus antecesores, si tomamos en consideración que el tipo de cambio se ha mantenido prácticamente sin alteraciones en su administración; mientras que en las pasadas gestiones la depreciación del peso (ya que gran parte de la deuda está en moneda extranjera), afectó en mayor magnitud los incrementos del débito nacional.

Según los datos del presidente López Obrador, en los primeros tres años y siete meses de sus tres antecesores, su deuda ha crecido menos. Pero al revisar a detalle el panorama es distinto.

Con Vicente Fox, la deuda creció 31.2%, a 2.69 billones de pesos, según el presidente López Obrador; aunque en la realidad la deuda bruta de esa época pasó de un billón 521.8 mil millones a una de dos billones 074.8 mil millones, un incremento de 551 mil 917.5 millones de pesos. Al final de su sexenio, el expresidente Fox alcanzó los dos billones 337 mil 319 millones de pesos, y un incremento de 53.6% en los seis años.

Dato. En 2020, debido a la crisis sanitaria, y una caída histórica del valor del PIB, la deuda pública en México aumentó a casi 52 por ciento.

Claro, que su deuda resulta poco explicable, porque en su administración la bonanza mundial era creciente y eso arrastró en positivo a México, con descubrimientos en yacimientos petroleros en el territorio, y el dinero con el que endeudó al país no se reflejó en infraestructura, educación o disminución de la pobreza, por ejemplo.

Con Felipe Calderón, según el gobierno actual, la deuda pasó a 4.49 billones. Pero realmente fue un poco menos, cuatro billones 409.3 mil millones de pesos en los primeros tres años y siete meses, un incremento de dos billones 108.1 mil millones de pesos.

Al final, el exmandatario panista sumó tres billones 159.5 mil millones de pesos a la deuda, con lo que la colocó al final del sexenio en cinco billones 496.8 miles de millones de pesos, o un incremento del 135.2 por ciento. En este caso, aunque le tocó la deuda inmobiliaria mundial de 2008, los precios energéticos permitió no enfrentar una crisis. Sin embargo, pidió un préstamo al Banco Mundial para afrontar gripe porcina e influenza, pero no se requirió de grandes campañas ni declarar alguna emergencia.

Con Enrique Peña Nieto, durante los primeros cuatro años de su mandato, el priista le dio un nuevo impulso a la deuda que la llevó a un nivel sin precedentes, con un aumento de cuatro billones 436.5 mil millones de pesos y la colocó en nueve billones 934.3 mil millones. Al final de su mandato, la deuda del gobierno peñista se ubicó en los 11 billones 019.2 mil millones de pesos.

›En esta administración, el mandatario ha sostenido que gracias a su plan de austeridad republicana, y las estrategias contra la corrupción se han ahorrado 1.7 billones de pesos a las finanzas públicas y “sin endeudarse”, ha señalado en constantes ocasiones el presidente mexicano.

Pero los números reales muestran que los tres billones 131 millones de pesos que ha crecido la deuda en México en la Cuarta Transformación es la suma del costo financiero y de la nueva deuda adquirida.

Pese a que durante la pandemia hizo permutas de deuda; es decir, adquirió nueva con tasas un tanto más bajas y liquidó otras con tasas más altas que estaban por expirar. También aprovechó para pedir más dinero, con un claro objetivo, no pasarse del techo de deuda, para que las palabras en las mañaneras sean más convincentes, ya que si se le muestran los números puede asegurar que no hay un incremento de deuda más que la autorizada en los presupuestos.

Pemex y CFE, barriles sin fondo

Al analizar los números de las dos empresas productivas del Estado, se puede detallar el peso económico que representan para el país en cuanto a los pasivos.

De la deuda pública que se tiene actualmente en Petróleos Mexicanos (Pemex) es el equivalente al 15.67% de lo que el gobierno tiene de compromisos por pagar; es decir, la empresa productiva del Estado tiene un adeudo financiero de 108.1 mil millones de dólares o 2.16 billones de pesos, por lo que es el déficit más grande con el que cuenta la administración pública.

›Una de las metas presidenciales ha sido sacar de las ruinas a la petrolera, un costo que los mexicanos deberán asimilar. A principios de este año, el gobierno, con la justificación de los ahorros en la administración, hizo una inyección a Pemex de tres mil 500 millones de dólares, el equivalente a 70 mil millones de pesos aproximadamente, y la ruta de ese dinero apunta a Dos Bocas, el proyecto insignia del lopezobradorismo y de la que aún no se sabe su precio real. Aunque fue inaugurada hace dos meses y medio, aún siguen armando la infraestructura y se planea que salga el primer barril de gasolina entre enero y marzo del siguiente año.

En este año, el gobierno colocó deuda de Pemex en los mercados internacionales por mil 984.7 millones de dólares; en 2021 no lo hizo, pero antes sí, en 2020 colocó nueve mil 100 millones de dólares, y en 2019, ascendió a 14 mil 487.7 millones de dólares. No obstante, el presidente López Obrador sostiene que no ha pedido deuda, sino que las inversiones son fruto del ahorro de las estrategias anticorrupción.

En el caso de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), los pasivos financieros a la primera mitad del año alcanzaron los 447.7 mil millones de pesos. La administración de López Obrador en 2019 colocó deuda para financiar a la empresa eléctrica por 191.8 millones de dólares; para el siguiente año, la emisión creció a 900 millones de dólares. En 2021, ascendió a dos mil 850 millones, y para este año el saldo bajó a mil 750 millones de dólares.

¿Y los “ahorros”?

Los supuestos ahorros del gobierno solo han cambiado de manos, y han servido para engrosar su popularidad mediante los programas sociales que son la parte de un gasto oneroso sobre los recursos del gobierno.

Para este año, destinará 600.3 mil millones de pesos a los programas prioritarios, un incremento de 33.32% con respecto a lo solicitado hace un año para el ejercicio fiscal 2022.

Aunque son programas, como menciona el presidente, “de justicia social”, analistas destacan que en la mayoría de los casos no hay una fuente que lo respalde; es decir, no hay un ingreso que garantice su aplicación sin llegar a la deuda, de no cumplirse con las metas de ingresos que se impone el propio gobierno federal.

¿Sabías que? La deuda en México, desde que el presidente López Obrador tomó el poder, ha crecido 2.7 billones de pesos entre el costo financiero y la nueva deuda adquirida.

Por ejemplo, según el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), el programa Pensión para Adultos Mayores no contempla una fuente de ingresos y tiene un costo para el erario actualmente de 238 mil 014.7 millones de pesos, cifra que se incrementará en un 41% en términos nominales o de 34% real, para el siguiente ejercicio fiscal a 335.5 mil millones de pesos, sí es que lo autorizan los congresistas o no lo modifican.

El presidente prometió que los adultos mayores recibirán en 2024 una pensión de seis mil pesos bimestrales; actualmente es de tres mil 850 pesos.

Carlos Urzúa Macías, exsecretario de Hacienda, expuso cuando aún era el encargado de esa oficina que los planes del gobierno del presidente López Obrador eran inviables y generaban incertidumbre económica.

1.7 billones de pesos se ha ahorrado la actual adminis-tración “sin en-deudarse”, asegura el presidente López Obrador.

“Estoy convencido de que toda política económica debe realizarse con base en evidencia, cuando los diversos efectos que ésta puede tener y libre de todo extremismo, sea éste de derecha o de izquierda; sin embargo, durante mi gestión las convicciones anteriores no encontraron eco”, sostuvo Urzúa en una carta dirigida al mandatario, el nueve de julio de 2019, y en la que acusa al gobierno lopezobradorista de hacer política pública sin bases económicas.

El sucesor de Urzúa, Arturo Herrera Gutiérrez, quien tomó las riendas de la Secretaría de Hacienda después de siete meses de comenzar la gestión de la Cuarta Transformación, expuso cuando era secretario que no entendía las expresiones de su antecesor; pero ahora que está fuera de la administración pública se ha atrevido a hacer señalamientos de manera indirecta.

El pasado nueve de septiembre, después de la entrega del Paquete Económico 2023, Herrera escribió un tuit con una imagen suya tomando café, en la cual se leía: “Bonita historia. Ahora enséñame los datos”. Frase que haría alusión a los otros datos que dice tener el mandatario mexicano para desdeñar las cifras oficiales.

Un pasivo que no se veía en 34 años

Desde 1988, la deuda de México no había tenido un porcentaje tan alto respecto al Producto Interno Bruto (PIB), revela la información del Banco Mundial.

En 2020, debido a la crisis sanitaria, y una caída histórica del valor del PIB, la deuda pública aumentó a casi 52 por ciento. Además, para este año se ha programado que cierre en 48.9%, y para 2023 las cuentas del gobierno acechan una tasa de 50% de lo que vale la economía del país.

La gestión lopezobradorista tiene estimado que para el próximo año se alcance el 49.4% respecto al valor de la economía mexicana y que se mantenga en ese nivel durante los próximos dos años, de acuerdo con el Paquete Económico. Sin embargo, nominalmente, si no crece el valor del PIB como se espera, los pasivos tenderán a incrementarse, y cada vez la deuda per cápita será más alta para los ciudadanos del país, y estarán bajo la presión de que una gran parte del gasto público que puede ejercerse en bienestar social irá a los compromisos e intereses.

La bandera de la austeridad republicana del gobierno de la 4T está lejos de ser una realidad, y su secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, se aventuró a proponer un presupuesto del gasto e ingresos muy optimista frente a un escenario global incierto, por lo que algunos analistas lo ven fuera de toda proporción.

"(Las cifras) del Paquete Económico. Bueno, primero, que son muy alegres las expectativas de crecimiento económico de 3%; y muy alegre también, la expectativa de que la inflación va a bajar a 3.2% al final del año próximo”, explicó en entrevista a ejecentral la directora de Análisis Económico de Banco Base, Gabriela Siller.

La experta en asuntos económicos sostuvo que “sí está muy fuera de cualquier escenario económico optimista”, refiriéndose a las expectativas que colocó en el documento oficial el secretario de Hacienda y del cual deben decidir los legisladores en los próximos meses los ingresos y egresos para el país para el próximo año.

“Si se endeudan a ese nivel que están proponiendo de 29% más, pero el PIB no crece 2%, entonces la razón de deuda sobre PIB se va a ir por encima del 50 por ciento. Con eso pues sube mucho la probabilidad de recortes en la calificación crediticia de la Deuda Soberana del país. Además, lo que están proponiendo no es un presupuesto que incentiva el crecimiento económico o que lo impulse, sino más bien un presupuesto que frene el crecimiento económico nuevamente”, advirtió la analista que fue incluida por Forbes en la lista de las 100 mujeres más poderosas de México.

Respecto a que si hay que prepararnos ante un escenario catastrófico, Siller apuntó: “pues no prepararnos, pero yo creo que sí hay que estar conscientes que el presupuesto toma variables macroeconómicas muy optimistas, que seguramente no se van a cumplir, ojalá que sí, pero seguramente no se van a cumplir; entonces, si esas variables fueron utilizadas para también pronosticar los ingresos presupuestarios, etcétera; no se van a conseguir. Entonces, se hará un hueco más grande, o van a tener que recortar el gasto público. Lo malo es que los recortes generalmente serán en inversión física, entonces frenas el crecimiento económico en lugar de incentivarlo”.

¡Deuda a la vista!

Los analistas económicos coinciden en que las expectativas del gobierno son más que optimistas. En su cuenta de Twitter, la consultora en política y economía, Viridiana Ríos, escribió: “Cada año, la Secretaría de Hacienda estima cuánto crecerá México para saber cuánto dinero habrá para gasto público. Les tengo malas noticias: nadie nunca había inventado números tan duro como Rogelio Ramírez de la O”.

›Los especialistas dudan de poder crecer al 3% el siguiente año, y de no lograrse traerá consigo graves consecuencias, ya que para cumplir con los gastos que se ha impuesto el gobierno, desde los programas insignia como son las becas y pensiones de Bienestar, hasta los proyectos prioritarios, como el Tren Maya, o el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec tendrán que ser financiados por medio de deuda, o en un caso extremo no ejecutarse, pero el costo político sería muy alto.

Instituciones como el Banco Mundial o la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), proyectan que el crecimiento de México no rebasará el 1.9% en 2023; es decir, el gobierno de nuestro país reta a esa previsión con casi el doble. Los economistas del sector privado mexicano también prevén que no se logre ni siquiera un 2% para este año.

Para el ejercicio fiscal 2023, en los cálculos del titular de la Hacienda Pública se ha solicitado un techo de deuda de 1.2 billones de pesos, en otras palabras, cerca de un 7% de lo que representa el Producto Interno Bruto (PIB), que de no salir las cuentas al secretario esto se agregaría a lo que México ya debe, por lo que se podría alcanzar un débito histórico por arriba de los 15 billones de pesos. El subsecretario Gabriel Yorio ya anticipa que podría haber reasignación del gasto, es decir, ya están listos para hacer los recortes correspondientes y dar dinero a donde se requiera según el propio Gobierno.

El techo de deuda es el equivalente al 14.6% de lo que el gobierno de México planea gastar en 2023, ya que ha mandado al Congreso un gasto de ocho billones 299.6 mil millones de pesos para que se le autoricen, un incremento de 17.09% frente a lo que se pidió para el ejercicio que está corriendo aún, y de no lograrse los ingresos y el crecimiento que prevé Hacienda, las probabilidades de pedir más deuda se incrementan.

Un dato que puede mostrar lo que espera en el futuro, el gobierno ha incrementado la variedad de instrumentos financieros con tasas más atractivas para atraer a ahorradores e inversores.

El valor de nuestra economía actualmente es de poco más 29 billones de pesos a precios corrientes, y de 18 billones a precios constantes tomando como base el año 2013, según la información de Banco de México.