El domingo, la revista Desde la Fe advertía sobre la Cartilla Moral que promueve la 4T, que aunque era positiva, podría ser peligrosa la banalización y la demagogia.
Antes de acabar el día, la escritora Beatriz Gutiérrez Müller, promotora también del texto que ordenó publicar el gobierno que encabeza su esposo, Andrés Manuel López Obrador, contestó en Facebook que, aunque la cartilla no resolverá los problemas éticos de México, no se deben escatimar esfuerzos; por cierto, grupos evangélicos ya están muy apuntados para distribuirla, en un gesto que para muchos es una intromisión, contraria a la laicidad.
Resulta que al ver la reacción provocada por el semanario que edita la Arquidiócesis Primada de México, dicen los que saben que obispos y sacerdotes ya comenzaron a aclarar un poco el punto entre sus allegados, para que el mensaje llegue a todos, incluidos los políticos, dicen que no es pleito, ni descalificación y mucho menos ataque; sólo orientan a sus fieles en asuntos que atañen a la ética, la convivencia y la vida espiritual.
Aseguran que no buscan polémica con el Ejecutivo, pero que tampoco rehúyen su función, pues ni modo que el voto de silencio sea la única alternativa del aplauso, y dan la bienvenida a un debate público y abierto.