La polarización del panorama político que cada vez es más común en gran parte del mundo está causando una pérdida catastrófica de diversidad de opiniones, lo cual amenaza la resiliencia no sólo de la democracia, sino también de la sociedad. Esta es la conclusión general a la que llegan una serie de estudios publicados ayer en una edición especial de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
En total, 15 equipos interdisciplinarios que conjuntaron científicos sociales y políticos con teóricos de sistemas complejos en las ciencias naturales y la ingeniería exploraron la polarización desde cómo se produce y evoluciona hasta sus efectos en votantes individuales, personas en el poder y participantes en diversas redes sociales.
Esta iniciativa surgió de una colaboración entre la Universidad de Princeton y la Universidad Estatal de Arizona (ASU), por lo que muchos de los trabajos se refieren a Estados Unidos, pero algunas de las conclusiones pueden generalizarse a otras partes del mundo.
“La perspectiva de los sistemas complejos demuestra que la pérdida de diversidad asociada con la polarización socava la cooperación y la capacidad de las sociedades para proporcionar los bienes públicos que contribuyen a una sociedad saludable”, escriben en la introducción del volumen especial los editores Simon Levin, profesor de Ecología y Biología Evolutiva en Princeton; Helen Milner, profesora de asuntos públicos, política y asuntos internacionales en Princeton, y Charles Perrings, profesor de economía ambiental en ASU.
Entre los diversos reportes de investigación cabe destacar uno que encuentra que en Twitter las personas pueden llegar a polarizarse involuntariamente. De acuerdo con un modelo computacional, los usuarios de las redes sociales —incluida esta plataforma— pueden pasar inadvertidamente a formar parte de redes polarizadas al “dejar de seguir” a los usuarios que consideran fuentes de noticias poco confiables.
De manera consecuente, las personas que son menos reactivas a las noticias mantienen un entorno políticamente diverso; mientras que los usuarios que reaccionan constantemente y comparten artículos de sus fuentes de noticias preferidas pueden quedar atrapados en las llamadas “burbujas epistémicas”.
Un estudio muy ligado al anterior encontró que cuando las personas se conectan preferentemente con quienes tienen opiniones similares, crean una cámara de eco que polariza cada vez más las opiniones de todos los participantes en la red de contactos.
Otro estudio encontró que la polarización puede tener efectos benéficos, si quienes tienen posiciones diferentes comparten valores y logran conversar entre ellos, aunque no es raro que eventualmente valoren más la opinión que los valores y se separen.