Cuatro médicos y dos jefas de enfermeras del IMSS que desde marzo coordinan los esfuerzos en zonas cero aseguran que no exageran, los números les dan la razón: el contagio se aceleró. Esta tarde México superó los 150 mil fallecimientos de Covid-19, una cifra que según diversos modelos internacionales no se alcanzaría hasta dentro de cinco semanas.
No hay ventiladores ni camas, y aunque los hubiera no habría personal para supervisarlos. Los insumos los tenemos de forma intermitente, las farmacias no tienen todos los medicamentos que pedimos a los familiares, las áreas de patología se llenan constantemente y hay que esperar horas o días por actas de defunción, espacio en los hornos incineradores y hasta para un ataúd”, describe un médico internista, pero es muy similar a la descripción del resto de los entrevistados por ejecentral.
El personal de salud advierte, “esto se pondrá peor”, porque ni la población ni las autoridades están generando las condiciones para que mejore.
Las proyecciones apuntan a que en tres semanas habrá 400 mil decesos totales, es decir, considerando aquellos que ocurren en exceso.
Durante las últimas semanas los peores pronósticos de la pandemia han sido superados por la realidad. Al crecimiento de contagios detonados a mediados de diciembre, le ha seguido una ola de fallecimientos que, de continuar su trayectoria, posicionaran nuevamente a México en el tercer lugar mundial de muertes acumuladas sólo detrás de Brasil y Estados Unidos.
Enero se convirtió ya en el mes más letal de la pandemia al sumar 18 mil 400 defunciones hasta el domingo, una cifra que revela el aceleramiento de la crisis sanitaria si se considera que los últimos 10 mil decesos se acumularon en tan sólo nueve días, un periodo inédito para este tipo de registro.
Sabíamos meses atrás que enero y febrero serían los peores y nadie hizo nada. Ya la gran mayoría no toma medidas de protección, sea por negligencia o necesidad, y las autoridades pidiendo que no salgan. Así es imposible contenerlo”, relató un cardiólogo de la Ciudad de México que atiende Covid-19 desde marzo.
Datos de la Dirección General de Epidemiología (DGE) muestran que este crecimiento no se ha detenido y, por el contrario, 27 estados presentan incremento en el número de casos activos entre el 3 y el 16 de enero, mientras que 28 registran este comportamiento en las defunciones asociadas a Covid-19 en el mismo periodo.
La Ciudad de México es la más afectada al reportar 12 mil 748 casos más que los observados 14 días antes, un crecimiento del 24.3 por ciento. El último reporte de las autoridades locales indica que el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) sólo dispone de ocho camas críticas para intubación en toda la capital. El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reporta sólo 13 camas críticas disponibles en la capital, lo que representa 2.4% del total de ventiladores con los que cuenta esta dependencia.
Personal de salud del IMSS ya no habla de agotamiento ni de un sistema de salud rebasado, sino del total colapso en que se encuentra la atención a pacientes. “Se va a poner peor. Ya no sé en qué momento voy a dejar de decir eso, porque no se ha dejado de poner peor desde hace un año que empezó. Pero está fuera de control”, aseguró un médico internista ubicado en el Estado de México, que desde agosto coordina equipos Covid-19 en un hospital del IMSS.
El personal de salud entrevistado por ejecentral no sólo se refiere a la falta de camas y ventiladores, sino también al comportamiento del virus, más rápido en el contagio y errático en su forma de atacar el cuerpo; así como a la espera de familiares por horas o días en la incineración de cuerpos, la falta de actas de defunción, la búsqueda desesperada de tanques de oxígeno y de ataúdes, los cuales, dicen que será imposible conseguir el próximo mes porque la producción va muy lenta.
Un dato de alarma que comentaron los médicos es que la forma de atacar del nuevo coronavirus ha continuado modificándose, por lo que presumen la circulación de los nuevos linajes. “Hay más menores de edad afectados, los síntomas se confunden más con una gripe y sin los debidos cuidados desde el primer momento ataca con mucha potencia”, detalló un médico internista.
De seguir las mismas condiciones, sin disminuir la movilidad, en las próximas semanas las muertes en casa y en la calle se acelerarán. “Estamos frente al colapso. Si las autoridades no lo quieren decir y las personas no lo quieren ver, y nadie hace nada, habrá muchas más muertes en casa”, aseguró una enfermera especializada en urgencias en la Ciudad de México.