Después de que sea detenido José Noriel Portillo Gil alias El Chueco, presunto asesino de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, y del guía de turistas Pedro Eliodoro Palma Gutiérrez; dicen los bien enterados que ya andan pensando en la Fiscalía de Chihuahua, y especialmente la gobernadora Maru Campos, en investigar para responder por qué desde 2018, el gobierno de su antecesor, Javier Corral, no hizo nada contra el capo o frenó la impunidad en homicidios, desplazamientos forzados y desapariciones en la Sierra Tarahumara; algún interés u omisión con responsabilidad penal habrá, tal vez sean ambas, dicen. Aún faltan varias cosas por ver, adelantan.