“Es un cliché, pero hay que decirlo: hoy estamos dando vuelta a las páginas en una multitud de capítulos. Los orígenes del universo, el nacimiento de estrellas, las atmósferas de los exoplanetas ustedes... digan el que sea”, dijo René Doyon, investigador de la Universidad de Montreal, en la conferencia de prensa sobre las primeras imágenes tomadas por el telescopio espacial James Webb.
“¿Cómo podrías no descubrir cosas nuevas cuando este telescopio es 100 veces más poderoso que cualquiera de los que se hayan hecho antes?”, agregó Jane Rigby, científica de operaciones del proyecto Webb de la Administración Nacional aeronáutica y del Espacio de Estados Unidos (NASA).
Eric Smith, jefe científico de la misión, comentó por su parte que con las cinco imágenes que se dieron a conocer hoy (una de las cuales fue revelada ayer por el presidente estadounidense Joe Biden) “estamos haciendo descubrimientos y ni siquiera hemos empezado a intentarlo”.
Las imágenes presentadas al público son las primeras que se han hecho de los 70 objetivos que se propusieron para empezar la exploración científica con el James Webb, cada uno de los cuales fue escogido por su relevancia y por las posibilidades que se considera que tienen para hacer avanzar el conocimiento del Universo.
La más notable de las imágenes es la del llamado Quinteto de Stephan, una agrupación de cinco galaxias de las cuales cuatro se encuentran tan próximas que incluso dos de ellas se encuentran en proceso de fusión (la proximidad de la quinta galaxia es sólo aparente, pues se encuentra en otro plano).
Esta es la imagen más grande de un objeto estelar hasta la fecha, ya que mide casi una quinta parte del diámetro de la Luna, y contiene más de 150 millones de pixeles, construida con cerca de mil archivos de imagen separados, por lo que en las galaxias se puede distinguir una multitud de estrellas de manera individual.
Entre las cosas que se destacaron de esta imagen está que en las galaxias que están fusionándose “estamos viendo el proceso de creación de nuevas estrellas”, dijo Giovanna Giardino como parte de la transmisión continua que se está haciendo en Youtube de los nuevos descubrimientos y la tecnología que los hizo posibles.
Además, el telescopio permite ver las ondas de choque que se generan por la colisión entre ambas galaxias, y en el centro de una de ellas, que es 14 mil millones de veces más brillante que nuestro Sol, se ven los materiales que están orbitando en torno a un agujero supermasivo. Otra de las imágenes, que parece un paisaje de montañas y valles salpicado de estrellas brillantes es el borde de la Nebulosa Carina, una área llamada Acantilados Cósmicos, donde se puede apreciar con gran detalle que están ocurriendo nacimientos de estrellas .
Pero quizá más impresionante es la detección de agua, junto con evidencia de nubes y neblina, en la atmósfera que rodea un planeta gigante de gas caliente que orbita una estrella similar al Sol.
Si bien desde 2013 con el Telescopio Espacial Hubble se hizo la primera detección de agua y se han hecho otras desde entonces, con el James Webb la observación fue casi “inmediata” y mucho más detallada.
“Esto es apenas el principio”, dice Marc McCaughrean asesor en jefe de ciencia y exploración de la misión, pues se toma una de estas fotografías cada cinco días, por lo que “apenas está empezando el trabajo de las siguientes décadas”.