La medicina experimental que combatió la meningitis de Matamoros
De las 13 pacientes graves que fueron atendidas en EU, cuatro se salvaron gracias a un fármaco experimental
El brote de meningitis por Fusarium solani que se produjo en dos clínicas de Matamoros, Tamaulipas, a principios de 2023 fue causado por una cepa del hongo que era resistente a todos los agentes antifúngicos, “excepto al fármaco experimental Fosmanogepix” que, “junto con técnicas neuroquirúrgicas y endovasculares de última generación”, logró salvar a cuatro de las pacientes de las 13 que se tendieron en Estados Unidos.
Un reporte de investigación, publicado ayer en el New England Journal of Medicine y elaborado por un equipo encabezado por Nora Strong y Luis Ostrosky-Zeichner del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en Houston (UTH), detalla el curso de la enfermedad y el manejo de las pacientes hospitalizadas en diversos lugares de EU.
Afectación inesperada
Aunque la infección de este moho suele afectar a pacientes con problemas graves del sistema inmune, Strong señala, en un comunicado de la UTH, que el brote ocurrido entre el primero de enero y el 13 de mayo de 2023 en las clínicas de Matamoros afectó principalmente a personas jóvenes y sanas de México y de Estados Unidos que estaban haciendo turismo médico.
“Las pacientes experimentaron lesiones neurológicas y vasculares graves y, en última instancia, mortales como resultado de la infección”.
Nora Strong, investigadora postdoctoral en la Universidad de Texas en Houston.
Strong añadió que los casos demuestran que la inoculación directa del hongo Fusarium en el líquido cefalorraquídeo puede causar meningitis grave en pacientes por lo demás sanos, lo que trágicamente se asocia con una tasa de mortalidad extremadamente alta.
Fosmanogepix, la salvación
“Con el tiempo, aprendimos a través de técnicas moleculares y microbiológicas avanzadas que el hongo era resistente a todos los agentes antifúngicos, excepto al fármaco experimental Fosmanogepix”, dice Ostrosky-Zeichner en el comunicado de la UTH.
Sin embargo, nueve de las pacientes experimentaron “el estrechamiento de importantes vasos sanguíneos en sus cerebros, lo que provocó derrames cerebrales o hemorragias graves que eventualmente provocaron la muerte”, añade Strong.
De las cuatro personas supervivientes, tres siguen recibiendo monoterapia con Fosmanogepix, y una de ellas permanece en terapia pues experimenta abulia (un estado de motivación disminuida) después de una hemorragia subaracnoidea. Las otras tres pacientes no tienen déficits cognitivos, sensoriales o motores debido a la infección.
El uso del Fosmanogepix, “junto con técnicas neuroquirúrgicas y endovasculares de última generación, cambió el curso del brote. Sin duda, el trabajo multidisciplinario entre instituciones y agencias salvó a las pacientes restantes”, comenta Ostrosky-Zeichner. Además de la UTH, participaron en la investigación especialistas de la Universidad de Texas Rio Grande Valley y de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EU (CDC).
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