Por ya más de una década, hemos tenido dentro del mundo del espectáculo y sociedad a una de las familias norteamericana con mayor mercadotecnia que existe y se ha convertido en Marca Registrada: los Kardashian.
Hijos de los polémicos Robert Kardashian –por su defensoría en el caso de O.J. Simpson- y Kris Jenner –por su oportunismo al usar a sus hijos en su beneficio-, la familia ha estado marcada por el escándalo.
Al estrellato
Todo empezó en 2006 cuando Kim Kardashian era tan sólo una estilista. Sin mucha clase y mucho menos estilo, tuvo un momento de suerte: ser quien le arreglara el cabello a Paris Hilton y ayudarle en algún momento a realizar un evento. También y dentro de su falta de glamour así como clase, tuvo una acertada filmación y difusión de un video sexual en el que aparece con un ex novio. De origen, esto es Kim.
Ante la exposición pública Kim junto con su madre Kris, aprovecharon la polémica y crearon un producto que ante el morbo era exitoso, pues todos querían saber qué pasaba con el derrier de Kim y por supuesto con todo lo que tenía que ver con ella como lo es su familia, y lograron vender uno de los realities más famosos de la televisión: Keeping Up with the Kardashians. Todo de la mano de su madre que se ha convertido en su representante, e incluyó a Robert, a su entonces esposo Bruce Jenner y a las hijas que tuvo con él, Kendall y Kylie Jenner.
Así, Kim, Khloé y Kourtney Kardashian, Robert, Kendall, Kylie, Kris y Bruce iniciaron la exhibición de su vida públicamente y lograron posicionar a la familia con un status que no tenían, el de celebridades con éxito.
Incursionaron en la moda al crear la firma D-A-S-H, unas boutiques de moda alternativa, y vale decir de no buena calidad y con un alto costo, en Miami, Calabasas y Nueva York. Crearon junto con Natural Products Association el Idol White, un lápiz blanqueador de dientes y lanzaron la línea Perfect Skin para el cuidado de la piel así como con la firma de ropa Bebe crearon sus propios diseños y varias de ellas cuentan con su propio perfume así como una línea de joyería.
Destroza corazones
La familia Kardashian, como todo lo que le rodea, siempre está involucrada en escándalos que involucran a sus parejas demostrando lo arrasadores que pueden ser para aniquilar amores.
Kim, por ejemplo, ha estado casada en tres ocasiones. En el 2000 se casó con el compositor y músico Damon Thomas, su matrimonio se terminó por violencia física en el 2004. En el 2011 y después de un año de noviazgo, se casó con el jugador de baloncesto Kris Humphries con quien el amor duró tan sólo 72 días y por diferencias irreconciliables Kim solicitó el divorcio, lo que generó un largo juicio y daño sicológico en Kris que argumentaba fue “usado” para hacerse de más fama y quedarse con el anillo de compromiso de 16.21 quilates que después de tres años y juicios fue regresado al jugador.
Ahora, está casada con el músico Kanye West quien le entregó un diamante de 15 quilates único en el mundo al no tener defecto alguno. Kanye sufre ahora de una crisis importante por lo que fue internado y será sometido a una evaluación psiquiátrica. Kanye que siempre ha demostrado ser fuerte, se ha convertido en una persona expuesta más de los Kardashian y no se sabe hasta dónde llegará esto.
Khloé no ha estado lejos del escándalo. Si bien ha estado casada en sólo una ocasión, lo hizo con el jugador de la NBA, Lamar Odon, quien también sufrió una crisis pero por sobredosis y fue internados en dos ocasiones para lograr controlar sus adicciones. Después de seis años e intentos por resolver y salvar la relación, la pareja se divorció.
Kourtney, la mayor de las hermanas, está casada con Scott Disick, un empresario que en la mayoría de las ocasiones se deja ver en el reality como un oportunista que bajo la sombra de la familia Kardashian ha consolidado fama y estatus así como intentado y fracasado en los negocios. La madre del clan, Kris, se casó con Robert Kardashian en 1978 y concluyó su relación por diferencias irreconciliables en 1990; y en el año 1991 unió su vida al atleta Bruce Jenner. Este extraño matrimonio duró 13 años y fue producto de su separación cuando Bruce decidió realizarse un proceso de cambio de sexo y es ahora Caitlyn Marie.
Todas estas relaciones han estado expuestas, de una u otra manera al escrutinio público pues para pertenecer al clan debes aceptar estar a la vista en todo momento y quedar expuesto por los programas de televisión.
Las relaciones que las Kardashian tienen con sus parejas no son comunes, no terminan con finales felices y es una especie de maldición la que los persigue. Van sobre una montaña rusa de constantes crisis existenciales expuestas en el reality. Nadie está a salvo salvo los miembros del clan que utilizan todos los medios y a las personas para seguir en el top de la gente con una meta: hacer dinero sin importar destrozar a quien se les cruce por el medio.