Lo que es una de las mayores fortalezas de Amazon se ha convertido también en una de sus debilidades. La facilidad que representa para que los usuarios vendan todo tipo de productos ha permitido que florezca la comercialización de productos piratas, lo que ha orillado a la empresa a establecer un equipo antifraude en el 2020, con el que ha logrado retirar hasta seis millones de productos falsos el año pasado.
Se trata de una cifra que supera a lo registrado durante el 2021, y para este objetivo, Amazon invirtió mil 200 millones de dólares, lo que representa 30 % más que el ejercicio anterior.
Sin embargo, los esfuerzos no han sido suficientes. “Las falsificaciones siguen siendo un problema en la industria de la distribución en todo el mundo”, admitió la compañía, que también informó que durante el año pasado se tuvo noticia de 800 mil intentos de creación de cuentas fraudulentas, mientras que en 2021 la cifra fue de 2.5 millones. “Nuestros estrictos controles de verificación de vendedores y la estrategia de responsabilizar a los infractores de sus actos, a través de acciones legales, están desincentivando a los delincuentes”, aseguró Dharmesh Mehta, vicepresidente de Servicios a Vendedores en Amazon.
Desde el comienzo de sus operaciones en la década de 1990, y especialmente en los últimos años, muchos usuarios aprovechan la apertura de Amazon a terceros vendedores, lo que ha facilitado las ventas fraudulentas. Esto no solo ha afectado la confianza de los usuarios de la plataforma, sino que también le ha valido responder ante el Tribunal de Justicia de Estados Unidos en diciembre del año pasado, luego de que la marca francesa Louboutin en Bélgica y Luxemburgo le señalan por permitir la venta de productos que se anunciaban como pertenecientes a ellos.
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