La lucha contra el fentanilo (en el cerebro)

31 de Enero de 2025

La lucha contra el fentanilo (en el cerebro)

La biomedicina ha hecho avances notables para combatir las sobredosis, la adicción y las recaídas de este opioide sintético

el fentanilo

Alrededor de cuatro minutos antes de que produzca algún cambio en el estado de alerta y la conciencia, el fentanilo comienza a afectar la respiración, y lo hace en concentraciones del fármaco mil 700 veces más bajas que las que causan sedación.

“Esto explica por qué el fentanilo es tan mortal: detiene la respiración de las personas antes de que se den cuenta”, dice Patrick Purdon, quien encabezó el estudio que permitió hacer este descubrimiento y que se publicó en agosto de 2022.

Aún así, ante una sobredosis de fentanilo y de otros opioides existe un medicamento, la naloxona, cuyo uso ya ha salvado numerosas vidas; pero esta sustancia sólo funciona pocos minutos después de la ingestión del fentanilo, no se le puede usar de manera preventiva y tampoco es útil para quienes han desarrollado una adicción a los opioides.

La adicción puede tratarse con medicamentos como metadona, LAAM, buprenorfina y naltrexona, que actúan sobre las mismas estructuras y procesos cerebrales que los opioides adictivos, pero con efectos protectores o normalizadores; sin embargo, la tasa de recaída de quienes se recuperan es del 80 por ciento.

Según el reporte de la Comisión Lancet publicado en febrero de 2022, en 2014 comenzó la tercera ola de la sanitaria en Estados Unidos, cuando los cárteles de las drogas agregaron “opiáceos sintéticos extraordinariamente potentes, como el fentanilo, a píldoras farmacéuticas falsificadas, la heroína y los estimulantes. Esta ola trajo una letalidad sin precedentes”.

Ante esto, la Comisión Lancet aseguró estar “consternada al notar la lentitud de la innovación en la respuesta de la sociedad a los problemas de drogas en la aplicación de la ley, la atención médica, la ciencia de datos, el desarrollo de medicamentos y la tecnología”.

Sin embargo, desde los últimos meses de 2022 finales se han dado a conocer diversos desarrollos biomédicos para suplir el uso analgésico del fentanilo, y para combatir la adicción a esta sustancia.

De la afinidad a la eficacia

el fentanilo

Hasta el pasado 16 de noviembre de 2022 no se sabía por qué el fentanilo es 50 veces más poderoso que la heroína y 100 veces más que la morfina, ni se conocía con precisión el mecanismo molecular por el que actúan estas sustancias.

Ese día, un equipo del Instituto de Materia Médica de Shanghai de la Academia de Ciencias de China reportó en la revista Cell sus observaciones de microscopía electrónica criogénica de alta resolución que les permitieron ver con detalle atómico las interacciones entre el receptor opioide µ (µOR), que usualmente sirve para las endorfinas que el propio genera, y opioides como fentanilo, morfina y oliceridina.

Sin entrar en detalles, se puede decir que el fentanilo y algunos de sus derivados se unen al µOR de manera más amplia (abarcando mayor área) y más estrecha que la morfina. El equipo espera que a partir de sus descubrimientos se pueda hacer, con ayuda de la inteligencia artificial, un diseño racional de sustitutos del fentanilo para un tratamiento del dolor potencialmente más seguro.

Además, el fentanilo “se usa en el 95% de las cirugías en México y en todo el mundo”, debido a su enorme capacidad para suprimir el dolor, que además, se utiliza contra el dolor crónico como el que pueden causar la artritis, la migraña o el cáncer, y que ese uso es segura, como señalaron hace unos días federaciones, asociaciones y colegios de profesionales de

medicina.

Además, placenteros

Los opioides no sólo bloquean la experiencia del dolor, también activan el sistema de recompensa y la liberación de dopamina, lo que provoca sentimientos de placer. “Otras áreas del cerebro crean un registro o memoria duradera que asocia estos buenos sentimientos con las circunstancias y el entorno en el que ocurren”, señala una revisión publicada en Science & Practice Perspectives.

Esos recuerdos conducen al ansia de drogas, la cual se hace especialmente fuerte cuando quien sufre la adicción se reencuentra con personas, lugares o cosas que le activan los recuerdos; por no mencionar la necesidad de quienes experimentan dolor de manera crónica.

Si bien la adicción a los opioides es tratable, alrededor del 80% de las personas que se libran de ella sufren una recaída como resultado de la depresión, la ansiedad y otras emociones negativas que acompañan a la abstinencia..

El 28 de febrero de 2023, un estudio publicado en Cell Reports por Jun Wang y su equipo de la Universidad A&M de Texas, descubrió a qué neuronas afecta la abstinencia del fentanilo en el cuerpo estriado, que es una región del cerebro que interviene en el control de los comportamientos voluntarios y está fuertemente implicada en las recaídas a las drogas.

El secuestro y la vacuna no son tan distintos

En diciembre de 2022, un equipo de la Universidad de Maryland publicó en la revista Chem los resultados de pruebas con un compuesto químico, al que llamaron P6AS, como antídoto para el fentanilo, que incluso podrían extenderse a otras drogas de abuso no opiáceas, como la metanfetamina, PCP, mefedrona, éxtasis y cocaína.

La forma de acción del P6AS es que “secuestra” al fentanilo y la metanfetamina, y mitigó sus efectos biológicos potencialmente mortales. Los términos secuestro y secuestrador suelen usarse en química y farmacología para sustancias que se unen fuertemente a otras impidiéndoles tener la actividad que normalmente harían.

P6AS tiene una cavidad central donde mantiene “secuestrados” a otros compuestos a los que se une muy fuertemente, dice en un comunicado de prensa Lyle Isaacs, el autor principal del estudio. “Nuestro compuesto absorbe la droga en el torrente sanguíneo y creemos que ayuda a promover su excreción en la orina”, dice Isaacs. Con P6AS, los efectos del fentanilo podrían revertirse administrando P6AS hasta 15 minutos después.

Por su parte, un equipo encabezado por investigadores de la Universidad de Houston ha desarrollado una vacuna que genera anticuerpos que reconocen al fentanilo y lo pueden bloquear antes de que ingrese al cerebro. Después, también es eliminado en la orina.

La vacuna, dada a conocer en un comunicado el 14 de noviembre, no causó ningún efecto secundario adverso en las ratas usadas en el laboratorio y es específica para el fentanilo, por lo que una persona vacunada aún podría recibir tratamiento para aliviar el dolor con otros opioides; por lo que se planea comenzar a fabricar una vacuna de grado clínico en los próximos meses para hacer ensayos clínicos en humanos.

Epílogo de esperanza que se pierde pronto

El pasado 16 de marzo en la revista Annals of Surgery se publicó un estudio realizado en la Universidad de Michigan con una aproximación simple: prescribir opioides con base en la evidencia sobre las dosis que realmente necesitan los pacientes de cirugía para aliviar su dolor, que resultaron menores a lo que usualmente se receta.

Así, en menos de dos años, se redujo 56% la cantidad de opioides que recibieron los pacientes y hubo una reducción del 26% en la posibilidad de que todavía requirieran opioides tiempo después del procedimiento quirúrgico.

Sin embargo, “las epidemias nunca se resuelven únicamente mediante la prestación de servicios a los casos identificados. La prevención de nuevos casos es fundamental”, dice la Comisión Lancet.

En ese sentido “los factores de riesgo para desarrollar problemas de drogas son genéricos”, como ambientes caóticos o poco gratificantes, exclusión social, violencia, abuso y negligencia infantil. Y en eso, como suele suceder, las soluciones son más lentas que en la biomedicina.

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