La letra con sangre entra
Los docentes aplican castigos que vulneran los derechos de los estudiantes.

GABRIELA RIVERA | @gAbS_07
En México, algunos maestros todavía consideran que la letra con sangre entra. Más de 500 mil alumnos de cuarto, quinto y sexto de primaria se han quedado sin comer, tomar agua o ir al baño, mientras que a 800 mil más los pellizcaron, les dieron un coscorrón o un jalón de orejas.
El estudio Evaluación de Condiciones Básicas para la Enseñanza y el Aprendizaje reveló que los docentes aplican castigos que vulneran los derechos de los estudiantes, a pesar de que esas prácticas están prohibidas en el salón de clases.
A nivel global, entre 8% y 17% de los estudiantes de los últimos grados de primaria han sufrido algún tipo de maltrato o castigos.
El documento, elaborado por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), señala que los niños reciben agresiones físicas por parte de sus maestros y los castigos incluyen el dejarlos sin comer.
Pese al alto número de menores agredidos, la consejera presidenta del INEE, Sylvia Schmelkes aseguró que la mayoría de los maestros ya asimilaron el discurso de que no deben maltratar a los estudiantes.
El estudio encontró también que las agresiones no sólo son físicas, también hay castigos y prohibiciones.
A más de 760 mil niños les han impedido, al menos una vez, ingresar al plantel o presentar un examen porque sus padres no han pagado las cuotas escolares.
Esto pese a que la Ley General de Educación señala que está prohibido condicionar una prestación educativa al pago de cuotas, las cuales son voluntarias.
Además, los maestros y directores no dejan que los niños entren a la escuela traer el uniforme completo; los sacan del salón por no traer la tarea o el material; los suspenden un día o los dejan fuera de los festivales y ceremonias como castigo.