Desde diciembre de 2020, Israel inició su campaña de vacunación contra la Covid-19 con la vacuna de Pfizer y BioNTech, lo que permitió que expertos de diversas instituciones de investigación de ese país evaluaran qué tanto se mantiene la eficacia de la vacuna en el tiempo, y encontraron que contra la variante Delta del SARS-CoV-2 la inmunidad disminuyó en todos los grupos de edad, y en especial entre los adultos mayores.
Según la investigación, publicada en el New England Journal of Medicine, entre las personas de 60 años o más, la tasa de infección fue 1.6 veces más alta en el período del 11 al 31 de julio entre las personas que recibieron el esquema de vacunación completo en enero de 2021 que entre quienes lo recibieron dos meses después.
Entre las personas de 40 a 59 años el aumento de la tasa de infección fue de 1.7 veces, y de 1.6 para las personas de 16 a 39 años.
El estudio, que fue hecho con los datos de casi cuatro millones de personas, también encontró diferencias en las tasas de enfermedad grave en algunos casos: de 1.8 veces entre las personas de 60 años o más y de 2.2 para quienes tienen entre 40 y 59 años. Sin embargo, en el grupo de 16 a 39 años no fue posible hacer cálculo por el reducido número de personas con enfermedad grave.
Discrepancias. También se encontraron diferencias en la tasa de enfermedad grave en algunos casos.
Los investigadores señalan que al tratar de distinguir los efectos de la disminución de la inmunidad debido al paso del tiempo de la contribución por el cambio en las variantes dominantes del coronavirus, que fueron primero Alfa (B.1.1.7) y después Delta (B.1.617.2), solo se nota con claridad “la disminución de la inmunidad inducida por la vacuna contra la variante Delta”.
Los hallazgos contrastan con los que se hicieron en Reino Unido también con la vacuna de Pfizer y BioNTech, donde no se apreciaba una disminución. Como posibles explicaciones señalan que sus datos se generaron en un momento en que para la mayoría de la población israelí habían pasado al menos cinco meses desde la recepción de su segunda dosis de vacuna; mientras que los datos del Reino Unido se reco-
pilaron con un tiempo más corto.
Otra explicación es que en Israel se siguió el protocolo de administrar la segunda dosis tres semanas después de la primera en la mayoría de los casos; mientras que el tiempo entre dosis en el Reino Unido fue, en general, más largo.