Aunque la informalidad forma parte de la actividad laboral, en muchos casos la mayoría de los productos que se comercializan son piratas.
La informalidad comprende diferentes modalidades que van desde los pequeños negocios urbanos que no pagan impuestos, lo que se conoce como sector informal, hasta formas de trabajo utilizadas por el sector formal pero sin acceso a prestaciones ni seguridad social, como la agricultura y el trabajo doméstico.
Según la Organización Internacional del Trabajo, México tiene una alta incidencia de informalidad con un estimado del 60% de los trabajadores del país. https://bit.ly/2f4Vd0u
Dentro de las actividades comerciales de este sector se gesta una problemática que afecta a las economías mundiales, la piratería. Un golpe a la obra protegida el cual daña la propiedad intelectual e industrial de creadores, artistas, profesionistas y científicos.
De acuerdo al Instituto Mexicano de la Competitividad cuando ocurre el robo de obra protegida, el creador, productor y distribuidor difícilmente pueden financiar obra nueva, y eventualmente el vendedor ilegal también pierde a falta de nueva obra. https://bit.ly/29Rzbui
La piratería y falsificación representan una pérdida para México de 236 mil 800 millones de pesos anuales, y esta problemática va en incremento en todo el mundo.
Esta se presenta en tres modalidades, la primera es la falsificación de marcas de bajo costo y calidad, los cuales en su mayoría están presentes en tianguis y puestos ambulantes.
La segunda es la invasión de patentes, diseños industriales o modelos de utilidad para realizar copias de productos obtenidos de procesos protegidos, tales como productos farmacéuticos, tecnología y electrónicos, que representan un riesgo de salud y seguridad.
Y el último, es la violación a los Derechos de Autor, la cual es la reproducción y comercialización ilegal de obras protegidas por la Ley de Derechos de Autor, es decir, la venta de réplicas y clones de música, filmografía, videojuegos y software.
De acuerdo a un reporte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) el comercio mundial de los productos pirateados aumentó de 1.9% en el 2008 al 2.5% en el 2013, lo que representa un ingreso de 461 mil millones de dólares.
Adicionalmente, el reporte indica que las ganancias obtenidas de este negocio financian al crimen organizado. https://bit.ly/2geJkEZ
China lidera la producción de artículos falsificados, un importante socio comercial de México, el cual importa diversos productos de imitación. Ambos países están en los primeros lugares como productores, distribuidores y comercializadores de piratería.
En el pasado la piratería se trataba del comercio ilegal de ejemplares físicos de obras protegidas, sin embargo, la rápida evolución de las tecnologías de información provocó dos efectos: el primero con la comercialización ilegal masiva; y segundo, inició un debate por la distribución de contenidos protegidos pero sin fines de lucro.
Para reducir y mitigar los daños que ocasiona la piratería, se deben trabajar dos frentes, empezando con la cooperación internacional para reforzar las medidas de seguridad y cortar las cadenas de suministro.
Lo siguiente, debe ser una estrategia local, que sea a la medida, pues en algunos casos sólo existe la presencia de comercio ilegal a través del ambulantaje no regularizado, y en otros casos, se concentran productores y distribuidores a gran escala en ciertas regiones.
La UNESCO cuenta con el Observatorio Mundial de Lucha Contra la Piratería (WAPO), el cual registra todos los marcos legales y guías de los países con los que tiene convenio en una sola plataforma, a fin de facilitar y promover mejores prácticas y cambios para combatir este delito. https://bit.ly/2f4shWt En lo que respecta a las medidas que ejerza la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en el presente y futuro, deben enfocarse en no dañar a los más pobres ni que el ejercicio recaudatorio afecte los ingresos de los pequeños comerciantes.
Desde la perspectiva económica, cabe decir que hay una estrecha relación entre las políticas que se implementaron en toda América Latina para afrontar las crisis mundiales, con la reducción del empleo y el aumento de la informalidad.
Por ello, la piratería al ser un negocio de alta demanda y bajo costo aprovecha las condiciones de pobreza, corrupción e incluso la falta de una cultura de legalidad.
La concientización es la mejor estrategia para comprender el daño que ocasiona el consumo de estos productos, los cuales al final tienen un tiempo de vida menor, y a la larga representan un doble gasto.
La piratería además de generar pérdidas a los titulares de las obras protegidas y derechos de propiedad industrial, también se pierden empleos, desalienta la inversión extranjera y daña a los consumidores.
Todos los participantes del sistema político juegan un papel importante para frenar la piratería y llevar la informalidad a la legalidad en un marco de desarrollo sostenible, pero para combatir los problemas estructurales que subyacen, se deben optar por medidas que permitan incorporar a la formalidad a las pequeñas y medianas empresas, así como a los emprendedores en la dinámica productiva con incentivos y beneficios sociales. *Analista en temas de Seguridad, Justicia, Política y Educación *Si deseas recibir mis columnas en tu correo electrónico, te puedes suscribir a mi lista en el siguiente vínculo: https://eepurl.com/Ufj3n