La inexplicable magia de la música

22 de Noviembre de 2024

La inexplicable magia de la música

Nos calma y ayuda a dormir mejor o nos entusiasma e impulsa a hacer más ejercicio o bailar hasta el amanecer, sólo por mencionar algunos efectos más mundanos de la música que ya empiezan a ser cuantificables

“Ah, música, una magia que va más allá de todo lo que hacemos aquí” dijo Albus Dumbledore, secándose los ojos, en el libro Harry Potter y la piedra filosofal de J.K. Rowling. Por su parte, el astrónomo y autor de ciencia ficción Arthur C. Clarke (2001, Odisea espacial, entre otros) asegura que “cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia”.

Y sí, hay música que nos parece mágica porque no podemos explicar sus efectos sobre nosotros, e incluso, si son de carácter emocional o espiritual, la ciencia no tiene forma de empezar a analizarlos. Aunque, hay efectos más mundanos y corporales, que empiezan a medirse y comprobarse.

Distinguir entre Morfeo y Orfeo

magia de la música

Es curioso que sólo una letra distinga los nombres del dios griego del sueño y el músico que, gracias a su arte, pudo ir al inframundo a buscar a su amada…

Un análisis publicado en abril de 2021 en el Journal of the American Geriatrics Society demostró que los adultos mayores que escuchan música antes de dormir tuvieron una calidad de sueño significativamente mejor que quienes no lo hicieron.

Esta mejoría fue más notable en los que escucharon música “sedante” que si ésta fue más rítmica y movida y especialmente efectiva para quienes escucharon música por más de cuatro semanas. Los autores escribieron en el reporte de su investigación que “la musicoterapia podría ser la primera recomendación para adultos mayores con trastornos del sueño, lo que reduciría la necesidad de depender de sedantes y medicamentos para dormir”.

Pero la magia de la música no funciona siempre. Pruebas clínicas mostraron hace unos años que en casos de demencia, los pacientes que escucharon música por terapia no tuvieron mejoría respecto a quienes no la recibieron. Una revisión publicada en mayo de 2021 sobre 21 estudios que involucran mil 472 participantes encontró que hacer música sí puede aportar un beneficio para adultos mayores con probable deterioro cognitivo leve o demencia.

El dios contra el dolor

Morfeo era el único de los mil hijos de Somnos capaz de tomar forma humana, pero quizá no era parte de la mitología griega, pues el escritor romano, Ovidio, en Las metamorfosis, en el siglo I hizo la primera mención del personaje; aunque es al que más ubicamos en la actualidad, quizá porque su nombre se retomó para la morfina, sustancia que, además de inducir al sueño, es un poderoso analgésico. Orfeo no se quedaba muy atrás de eso.

El pasado 16 de febrero, en el Journal of Pain Research, se publicó una demostración de que pacientes con anemia falciforme que participaron en musicoterapia mejoraron su capacidad para lidiar con el dolor y aprendieron nuevas habilidades de autocontrol. Esta forma de anemia tiene origen genético y afecta a los glóbulos rojos, que se hacen duros, pegajosos y con forma de la letra C, en lugar de la O usual; los pacientes con este problema suelen tener, además de anemia, elevado riesgo de derrames cerebrales y daño a diversos órganos, episodios severos de dolor.

En el estudio, hecho por el centro Connor Whole Health de los University Hospitals de Cleveland, se dividió a los pacientes en dos grupos, uno recibió musicoterapias y el otro no. Todos los participantes reportaron diariamente su apreciación del dolor y otras medidas de calidad de vida antes y después del período de intervención. Los que participaron en musicoterapia reportaron mejor funcionamiento social y disminución en la interferencia del dolor y en las alteraciones del sueño. “Mi dolor sería un 10, pero cuando terminé con nuestras lecciones de musicoterapia, estaba en un cuatro o un cinco”, dice Taylor.

“La música alivia mi dolor. Alivia mi cuerpo. Facilita todo, me calma la ansiedad y la depresión”.

Epílogo en que Orfeo reclama la victoria

A pesar de no ser un dios, sino sólo un humano con gran talento y habilidad, y a pesar de no ser griego sino tracio, Orfeo sí figura en la mitología griega. Desde el siglo VI antes de Cristo se le puede ver representado a bordo del Argo en la expedición de rescate del vellocino de oro. En principio, su labor era marcarle el ritmo a los remeros, aunque hizo mucho más que eso.

Remeros tal vez no tantos, pero muchos corredores podrían dar su testimonio sobre cómo escuchar música mejora su rendimiento; algo que se ha confirmado en estudios como el publicado en junio de 2021 en el Journal of Human Sport and Exercise.

La investigación, hecha en la Universidad de Edimburgo, comprobó que el rendimiento de corredores, cuando escuchan una lista de reproducción seleccionada por ellos mismos después de completar una tarea de pensamiento exigente, estuvo al mismo nivel que cuando no estaban mentalmente fatigados.

Así como abundan las demostraciones científicas de que la “magia de la música” es real y funciona, y cada uno de nosotros tenemos nuestros propios ejemplos, lo cierto es que hay muy poco sobre cómo funciona en cada caso específico.

En abril de 2021 se publicó en el Journal of Neuroscience que la música estimula los mismos centros cerebrales del placer que una buena comida o el alcohol, pero no se sabe mucho más; quizá algún día se encuentren los mecanismos neurológicos de sus distintos efectos, lo que no evitará que nos siga pareciendo mágica.

Por cierto, sobre la muerte de Orfeo hay muchas versiones, quizá la más adecuada para este texto sea la que cuenta que Zeus le mandó un rayo en castigo por los misterios que nos enseñó a los humanos.

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