Las tensiones de geopolítica en Ucrania que han arrastrado la atención del resto del mundo ya han prendido las alertas en la economía de nuestro país. Así lo refleja la encuesta sobre expectativas de los especialistas en economía del sector privado que elabora y da a conocer el Banco de México.
Los analistas ven un potencial externo que obstaculizaría el crecimiento de la actividad económica en México, entre enero y febrero de este año; la encuesta mostró mayor preocupación, mientras que anteriormente tenía una ponderación muy baja respecto a los factores que pueden frenar el desempeño del país. Los economistas ya movieron sus fichas y proyectan que el Producto Interno Bruto (PIB) podría crecer 2%, menos de lo anticipado de un 2.20% para este año.
La inestabilidad política internacional se agudizó y pasó de una lectura de 3.3 en diciembre a 4 en enero, para ascender a 5 puntos en febrero, un alza de 51% en su potencial como freno económico en dos meses.
Además mantienen como riesgo la contracción de la oferta de recursos del exterior, la cual la ponderaron en 4.8 puntos en febrero. La escala va del 1 al 7, donde uno es un factor poco limitante para el crecimiento económico, y 7 es muy limitante.
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Aunque los factores externos tomaron relevancia por los actuales acontecimientos, el mayor obstáculo que podría frenar la actividad económica en México continúa siendo la gobernanza con 6 puntos, principalmente la incertidumbre política interna y los problemas de inseguridad pública, que se ponderan con 6.2 puntos cada uno.
La debilidad en el mercado interno (5.7 puntos), así como la incertidumbre sobre la situación económica del país (5.9 puntos) son también considerados problemas potenciales que podrían frenar la dinámica económica de México.
Ante estos números, los economistas ven más inflación para este año, además del ajuste a la baja de su previsión y de crecimiento económico.
El riesgo de una inflación alta sigue siendo considerable para los analistas (5.2 puntos), que podría traer aumento en el precio de insumos y materias primas y agravar las presiones inflacionarias aún más de lo observado.
La encuesta prevé cerrar el año con una inflación de 4.68%, mayor a la previsión anterior de 4.29 por ciento. Y pese al vaivén en el tipo de cambio provocado por el conflicto entre Rusia y Ucrania, los encuestados ven al tipo de cambio en los 20.69 pesos, dentro del rango que se observa actualmente, aunque a partir de agosto prevén que aumente por arriba de las 21 unidades.
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