La historia de Álvaro Obregón 286 que se reconstruyó en 12 horas
Información de inteligencia y los planos arquitectónicos permitieron al equipo israelí, que tomó el control de las operaciones, diseñar un esquema sobre el destino de los habitantes del edificio en La Roma
franciscopazos@ejecentral.com.mx En cuanto llegó a la colonia Roma el equipo de rescate israelí, montó una operación de inteligencia que, en menos de 12 horas, les permitió ubicar, al menos, cinco cuerpos entre los escombros del edificio colapsado en Álvaro Obregón 286, entre ellos estaban los de dos mujeres que murieron en el segundo nivel. Los rescatistas israelíes, de acuerdo al testimonio de uno de ellos, tomaron el control de la zona cero del derrumbe durante la mañana del sábado 23 de septiembre. A partir de ese momento coordinaron todos los movimientos en las 48 horas siguientes, hasta que localizaron y extrajeron a un primer grupo de cuerpos que murieron atrapados en los escombros.
La intervención israelí transformó radicalmente la operación. En 96 horas previas, los trabajos que permitieron el rescate con vida de al menos 50 personas, de las que 28 fueron rescatas con apoyo del equipo israelí, principalmente en los pisos 4 y 6, se realizaron a ciegas. Los rescatistas, incluso los israelíes que llegaron en la madrugada del 21 de septiembre, trabajaron retirando cascajo, sin planos arquitectónicos ni información certera sobre la identidad de quienes ahí trabajaban o su ubicación posible. Obtener información que permitiera reconstruir los últimos segundos dentro del edificio de oficinas, en cada uno de sus seis niveles, era fundamental para que la misión no fracasara. Habían pasado cuatro días desde el colapso y las esperanzas de encontrar sobrevivientes se agotaban. Cada célula de rescatistas, acompañada por un soldado de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), aguardaba por tareas específicas, bajo el mando israelí.
INMUEBLE. El edificio de Álvaro Obregón 286 tenía seis niveles y su interior había sido modificado para ampliar su capacidad. Los locales se rentaban por cantidades que van de 35 mil a 60 mil pesos mensuales.
La estrategia
La primera misión antes de ingresar a los escombros tenía que resolver el enigma sobre qué había pasado al interior del 286 en los segundos previos a su derrumbe. El coronel Dudi Mizrahi de las FDI, un civil enlistado en el Mando del Frente Doméstico como reserva, pidió a la capitán Karin Kabitke recabar toda la información sobre el inmueble y sus ocupantes. Kabitke es una especialista entrenada por las FDI para obtener información de inteligencia con la que los equipos de rescate puedan diseñar estrategias en zonas de emergencia. En menos de 12 horas, ella y un voluntario miembro de la comunidad judía en México, realizaron decenas de entrevistas. Cada sobreviviente del colapso fue interrogado. Cada familiar y amigo fue localizado y cuestionado. Los cuestionarios, si bien parecían generalidades, arrojaron datos estratégicos que permitieron a Kabitke cruzar su información con un listado oficial que las autoridades federales trabajaron desde el día del sismo. Hacia la tarde-noche del sábado 23, el trabajo arrojó un primer documento. Se trató de un listado con 48 nombres que ofrecía, por primera vez, detalles sobre las características físicas de quienes estaban atrapados; su complexión, tipo y color de cabello, si portaban tatuajes o accesorios como joyería o gafas que pudieran facilitar su identificación. También detallaba el tipo y color de ropa que vestían, su edad y el piso en que trabajaban. Estos datos fueron confirmados con información confidencial que estaba en poder del gobierno federal. Sin embargo, aún faltaba reconstruir el interior de cada nivel de oficinas para determinar las rutas de evacuación más viables que hubieran seguido en cada piso, las áreas de trabajo, la longitud de los pasillos, la ubicación de las escaleras principales y de emergencia y, principalmente, en dónde pudieran estar las víctimas. Esta tarea necesitaba de una operación de inteligencia. Fueron tres planos arquitectónicos, a los que ejecentral tuvo acceso, los que permitieron a Kabitke reconstruir, junto con la información recabada, los últimos pasos de 48 personas que fallecieron en los escombros. Esos documentos fueron entregados por un arquitecto que el día del sismo trabajaba en la remodelación del quinto piso, pero que a las 13:15 horas con 11 segundos, momento en que la onda de corte, la más destructiva, comenzó a desplomar la estructura del inmueble, se encontraba en el tercer nivel. Fuentes cercanas a la operación estratégica israelí confirmaron a este semanario que esa persona logró salir por las escaleras de emergencia un instante antes de que la losa del cuarto piso comprimiera totalmente el tercero. Él mismo participó en el rescate de un hombre que salvó la vida al quedar atrapado bajo un archivero en el piso 4, el cual, junto con otras dos personas, fueron rescatados con vida a través de un boquete que se hizo en el muro poniente del edifico, desde la azotea del edificio contiguo. La información de inteligencia y los planos arquitectónicos permitieron a la especialista israelí diseñar un plano, muy cercano a la realidad, sobre el destino de los habitantes del 286. Aunque todas las entrevistas se hicieron en español, pues la capitán Kabitke lo habla a la perfección, las explicaciones al mando del coronel Mizrahi y las anotaciones que se hicieron en los planos fueron hechos en hebreo, y traducidas al resto de los equipos de rescate mexicanos e internacionales.
Los Planos
Minutos insuficientes
Uno de estos planos, el que se usó para determinar el escenario en el piso 4, detallaba que para alcanzar las escaleras de emergencia era necesario recorrer 12 metros desde la sección A del piso hasta el área de recepción. Esa caminata, bajo las condiciones de emergencia, se estimó en seis segundos. Hasta ese punto sólo se tenía la opción de bajar por las escaleras principales. La alternativa para evacuar eran las escaleras de emergencia que estaban a 20 metros desde la recepción. El tiempo fue insuficiente para las 48 personas que murieron en ese nivel. La información que el equipo israelí obtuvo mostró que evacuar ese nivel se requería de 13 a 20 segundos para alcanzar las escaleras de emergencia que quedaron intactas. El inmueble colapsó en tan sólo 15 segundos. Los cuerpos quedaron atrapados en el área de coworking y en el paso del comedor. El mismo procedimiento se aplicó para reconstruir los hechos en el nivel 2, donde se encontraba la empresa Valora Consultores. En el ala A del inmueble trabajaban ocho personas: tres españoles, uno de ellos Jorge Gómez Varo. Los testimonios revelaron que Gómez Varo estaba junto con una compañera en el área de trabajo ubicada frente a la recepción. Cuando el movimiento comenzó ambos caminaron hacia la salida, donde estaban las escaleras principales, pero algo hizo que el español se detuviera en el camino. Entonces el inmueble colapsó Esta información, recabada de testimonios ofrecidos por dos sobrevivientes españoles que lograron salir del edificio, incluso cuando éste ya había colapsado, se compartió en la tarde del sábado 23 con los brigadistas de la Unidad Militar de Emergencias (UME) de España.
›Israelíes y españoles determinaron que el cuerpo de Gómez Varo pudo quedar atrapado en tres sitios posibles: el pasillo frente a la recepción, el pasillo del acceso principal o en el área de las escaleras que rodeaban el cubo de los elevadores. En ese punto fue rescatado su cuerpo.
Durante la noche del sábado la operación coordinada por el equipo israelí se intensificó. Cada unidad de rescate fue dirigida a un cuadrante particular del inmueble. Aunque la atención se concentró en el cuarto nivel, testimonios a los que este semanario tuvo acceso indicaron que los primeros restos ubicados fueron los de dos mujeres que quedaron atrapadas en el segundo nivel. Sus identidades no fueron confirmadas, incluso por personas cercanas a la operación de inteligencia israelí. La información recabada permitió acelerar la extracción de cuerpos. Cuando éstos eran recuperados, se colocaban en una camilla que bajaba con poleas hasta el primer piso, en donde a través de un acceso, y eran ingresados al primer nivel del edificio contiguo marcado con el número 290 de Álvaro Obregón, en donde la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México instaló una morgue en la que se practicaron los trabajos periciales y de identificación de los cuerpos. El equipo de rescatistas israelí se retiró del derrumbe de Álvaro Obregón entre la mañana y tarde del lunes 25 de septiembre. Durante una semana más, los grupos de rescate mexicanos, colombianos, coreanos y españoles continuaron con los rescates hasta que entregaron a sus familias los 48 cuerpos de quienes quedaron atrapados en el 286 de Álvaro Obregón.
FUERON TRES PLANOS ARQUITECTÓNICOS, A LOS QUE EJECENTRAL TUVO ACCESO, Y QUE PERMITIERON A KABITKE RECONSTRUIR, JUNTO CON LA INFORMACIÓN QUE RECABÓ, LOS ÚLTIMOS PASOS DE LAS 48 PERSONAS QUE FINALMENTE MURIERON EN LOS ESCOMBROS.
Zona de desastre
El área que rodeaba las ruinas del 286 se convirtió en el centro de mando y coordinación entre autoridades, voluntarios y equipos de rescate. Al centro de la avenida Álvaro Obregón, justo frente al derrumbe, se ubicaba la carpa del Gobierno de la Ciudad de México, en la que se recibía información confidencial y se tomaban decisiones de protección civil. A un costado, la Procuraduría General de Justicia capitalina instaló su carpa. Información que ejecentral obtuvo de fuentes israelíes confirmó que junto a ésta se había planeado colocar una carpa negra en la que se practicarían las autopsias de los cuerpos recuperados. Sin embargo, la posición quedaría comprometida, pues en esa misma zona, en el área del camellón estaba una carpa de familiares, dos por desaparecido, quienes para la noche del sábado acumulaban molestia ante la falta de información sobre el avance del rescate. En esta zona también fue estacionada una ambulancia de la asociación de voluntarios Chevra Hatzalah, equipada con tecnología de punta en atención prehospitalaria. A partir de la definición del plan de rescate se decidió que la morgue se habilitaría en el inmueble contiguo al ala poniente del edificio colapsado para aislarla de las familias y de los medios de comunicación. Ahí, en el primer nivel se habilitaron al menos cinco mesas de prácticas en las que se realizó el reconocimiento e identificación de los restos. Ningún rescatista tuvo acceso a este lugar. El paso fue restringido sólo a la Marina y las autoridades locales y federales. Este semanario tuvo acceso a material gráfico reservado que atestiguó la presencia de al menos cinco cuerpos que, en la mañana del domingo, permanecían identificados en las planchas improvisadas. A un costado de la carpa de la PGJ quedó instalada la del equipo israelí, frente al derrumbe. En el otro costado, se extendió sobre el camellón de Álvaro Obregón, hacia avenida Nuevo León, la carpa de Gendarmería Nacional de la Policía Federal. Voluntarios judíos que participaron consideraron que la posición de este puesto de mando fue errónea, pues estuvo expuesto a la vista de las familias. Toda esta organización permaneció encapsulada por cordones que controlaba la policía capitalina, en Salamanca y Álvaro Obregón, y por la Marina en avenida Yucatán. (FOTO PORTADA: Jorge Villalpando) ES DE INTERÉS | Álvaro Obregón 286, el misterio del sismo 19-S, el día que todos trabajaron 19-S Vivimos en un lugar inseguro. La lección no aprendida 32 años después se colapsó el sistema de Protección Civil Homenaje S19, con silencio y puño en alto por la CDMX Peña eleva 25% costo de la reconstrucción a 48 mil mdp Slim recauda 2,373 mdp para reconstrucción; brindará maquinaria #JuntosPorJuchitan. Botellita, Panteón y más rockearán por damnificados Termina la búsqueda; sacan último cuerpo de Álvaro Obregón 286 “No resanen grietas"; piden por seguridad reubicar al TFCA