Una de las competiciones más aclamadas a nivel mundial termina con un partido que puede romper cualquier expectativa, si bien es cierto que, el Inter no figuraba como favorito, dio la sorpresa al acabar como finalista de la Champions League. Pese a la temporada regular que mostraron los Nerazurri, asombra aún más su presencia en la final.
Y no es para menos que el Manchester City llegue como fuerte candidato, si desde un inicio se especulaba ya con los resultados que generaría, debido a su gran profundidad de plantilla. Cabe destacar que los Citizens tuvieron argumentos al inicio del torneo y los siguen teniendo, para dominar a toda Europa.
Al momento, los Sky Blues sueñan con el triplete, pues ya ganaron la Premier, la FA Cup y ya sueñan con su primera “Orejona” en toda su historia.
Es apabullante el favoritismo que presenta el equipo de Guardiola para quedarse con el encuentro, puesto que en los últimos lustros no ha habido clubes con tal cantidad de pronósticos positivos de su lado; sin embargo, el City no debe de confiarse demasiado, ya que la última vez que lo hizo, le costó la Champions League contra el Chelsea.
2.9 millones de dólares es lo que ganan los equipos por cada victoria
El técnico español ha sabido cómo lidiar con las derrotas y reponerse ante los tragos amargos. Recientemente, lo hizo contra el Real Madrid, equipo que le remontó milagrosamente el año pasado, cuando los Citizens tenían la ventaja.
Esta vez no cometieron el mismo error y sacaron todo su arsenal para completar una de las goleadas históricas más determinantes en la entidad Sky Blue, hazaña que los tiene como claros favoritos.
El contexto para el Inter es completamente diferente. El conjunto italiano tuvo actuaciones por debajo de su nivel, asimismo, supo lidiar con los portugueses y neutralizó al Milan, quienes habían eliminado al caballo negro de la competición.
Un momento oportuno se le presenta a Simone Inzaghi, que tiene las herramientas necesarias para enfrentarse al City y frenar la ambición de Guardiola. La clave está en su zaga central, que han frenado exitosamente a los atacantes con una firme línea de cinco. Las rotaciones, los contraataques veloces y el muro defensivo serán la llave para lograr un milagro en Estambul.
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